En tiempos donde la energía representa un dolor de cabeza para el mundo, Argentina podría convertirse en exportador neto en los próximos años, ya que el territorio posee abundantes recursos, sobre todo en gas y petróleo no convencional en Vaca Muerta.
Los números que la actividad registra actualmente acompañan este impulso, por caso con récords en la producción de petróleo, que alcanzó los 571 mil barriles diarios, la cifra más alta en los últimos once años. En simultáneo, el crudo no convencional mostró un crecimiento del 55 por ciento en contraste con el año pasado, y de 124 por ciento contra el promedio de 2019. Con esa marca, esta producción trepó hasta representar el 39 por ciento del total del país.
“Durante el año de la pandemia YPF perdió mil millones de dólares, a partir de una caída de 75 por ciento del consumo de combustibles. Con un gran esfuerzo de los trabajadores y trabajadoras del sector se lograron conservar los puestos de trabajo. En 2021, YPF entra en un proceso de canje de deuda donde tenía compromisos que presionaban mucho sobre su sistema financiero y que pudo sortear exitosamente”, detalló el presidente de la petrolera, Pablo González. Reestructurada esa deuda, a partir de mitad del 2021 “se exhibió una recuperación sobre la base de haber crecido de manera potencial en el rango del no convencional”.
La compañía crece con fuerza, especialmente en los últimos tres años. “Una idea de la mejora en la actividad lo da la inversión. En 2021 fue de 2700 millones de dólares y de 3700 millones en el 2022. Esta última la hemos corregido a 4100 millones de dólares como consecuencia de un mejor resultado en producción”, explica González.
El Directorio aprobó ampliaciones de Presupuesto sobre la base de un crecimiento del petróleo no convencional que desde el primer trimestre del 2021 hasta fines del 2022 creció de 46.000 barriles diarios no convencionales a 88.000 barriles diarios; y el gas no convencional directamente creció un cien por ciento de su producción, es decir, de 10 millones de metros cúbicos día a 20 millones de metros cúbicos día. El rápido crecimiento permitió a la compañía ir saneando sus números y “poder visualizar para el año que viene un presupuesto muy ambicioso y desafiante de crecimiento de 5180 millones de dólares”.
En cuanto a la utilidad, en el último reporte a junio llegaba a 1046 millones de dólares, un notable cambio respecto a la primera mitad de 2021, cuando obtuvo pérdidas. De hecho, hasta la propia Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) reconoció que la Argentina es uno de los países externos a la entidad donde más creció la producción de petróleo y gas en 2022, junto con gigantes como Canadá, Rusia, China, Estados Unidos, Guyana y Noruega.
YPF además lleva adelante un importante plan para mejorar la infraestructura de transporte que se necesita para poder evacuar la creciente producción especialmente de petróleo de Vaca Muerta. Sumado al gasoducto Néstor Kirchner, que el Estado Nacional, está construyendo, la compañía trabaja sobre tres proyectos: la apertura del mercado chileno para el crudo con el oleoducto trasandino; la construcción de un nuevo ducto y terminal portuaria en Río Negro; y la ampliación del actual sistema de OLDELVAL.
“Para el 2023 se contemplan obras muy importantes de infraestructura. La primera es la recuperación del oleoducto que va a Chile y va a permitir exportar 110.000 barriles día a partir de un oleoducto que estaba cerrados desde el año 2007”, detalló a este medio González. “Pero el proyecto más ambicioso e importante que tiene YPF es el proyecto de GNL por una inversión final total de 40.000 millones de dólares y la posibilidad de exportar por año 460 barcos de GNL que determinen un ingreso de divisas para la Argentina 20.000 millones de dólares anuales. Esos son los grandes proyectos que tiene YPF”, concluye el presidente de la petrolera.