Después de meses de demora, la defaulteada Vicentin presentó su último balance contable, donde revela que el año pasado perdió $ 52.500 millones. La empresa responsabiliza al macrismo (y al resto del mundo) por su sorpresivo resultado negativo, tras décadas de acumular ganancias y erigirse como la sexta mayor agroexportadora de Argentina.
El abogado de la cerealera presentó esta mañana ante el juez de Reconquista Fabián Lorenzini los estados contables de la empresa, a los que El Destape tuvo acceso. En ellos planteó que perdió $ 52.536 millones al 31 de octubre del año pasado, una cifra que contrasta sustancialmente con los $ 2.829 millones que ganó en 2018. La brutal desmejora contable contrasta con los balances de suma y saldo, que sirve de base para armarlo.
Grosso modo, el rojo de 2019 se explica dentro del reporte por una triplicación de los costos de producción pese a que sólo duplicaron las ventas. Esta fue la piedra angular en sus libros, puesto que en total pasó de ingresar $ 156.767 millones a $ 297.204 millones, mientras que sus costos de operativos crecieron de $ 111.341 millones a $ 305.498 millones.
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Cuando se va al anexo F, donde deberían desglosarse esos mayores gastos sólo se observa la vaga explicación de que compró el doble de materias primas e insumos (de $ 121.000 millones a $ 273.000 millones) y al final del ejercicio se quedó con una cantidad de stock más inferior que lo habitual (sólo $ 6.600 millones en lugar de $ 32.900 millones).
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En el balance de sumas y saldos aparecen respuestas bastante más claras, según logró corroborar El Destape. Allí, la controlada Vicentin Uruguay figura con ventas por $ 196.000 millones pero con costos operativos por $ 191.000 millones. Esta proporción parece exagerada, más para una cerealera de este tamaño y podría esconder gastos inflados para vaciar a Vicentin SAIC, lo que explicaría la situación de quebranto.
En la memoria del balance acusaron que el mayor procesamiento de granos que se les ocurrió realizar en 2019 se vio perjudicada por la mega devaluación de Cambiemos. “El impacto de la devaluación de agosto de 2019 impacta de lleno en los resultados del ejercicio, dada su contrapartida en activos fijos e inventarios en su mínima expresión histórica, dado que el flujo de exportación y molienda superó ampliamente la capacidad de reposición gravemente afectada por la disponibilidad de fuentes de financiamiento”, aludió la empresa.
“El peso argentino se devaluó un 190% en los últimos 18 meses, pasando de $ 20 en abril de 2018 a $ 60 en octubre de 2019, situación que afecta fuertemente en los resultados de sociedades endeudadas en moneda dura”, amplió. Todo esto se traduce en que trabajó con muchos más granos que de costumbre justo en el año en que Macri aumentó el precio del dólar, lo que disparó las cuotas de los préstamos en dólares e impidió que la compañía saque nuevos créditos para comprar más granos. Como justo ese año Vicentin incrementó su procesamiento de cereales, dejó a la empresa con pocos granos al final del período.
Un punto secundario para explicar la inédito resultado radica en la multiplicación por dos de sus pérdidas financieras y por tenencia (incluido el tipo de cambio), con lo que pasó de - $ 38.353 millones a - $ 63.200 millones.
Si se hila fino, por el concepto de devaluación, el balance a octubre de 2019 muestra ganancias por $ 30.695 millones y pérdidas por $ 32.592 millones, lo que dejó un saldo neto negativo por $ 1.897 millones en un año. Esta cifra representa monedas al lado del volumen de transacciones. De acuerdo a los números de la empresa, entre noviembre de 2019 y enero de 2020, la ganancia neta por devaluación fue de $ 35 millones.
El desborde de la deuda
El financiamiento y su vencimiento hablan de la estrategia de acumulación de las firmas. Por ejemplo, las empresas oleaginosas suelen asumir deudas de corto plazo para financiar su capital de trabajo y prefinanciar sus exportaciones. El balance, presentado con posterioridad a los plazos legales, indica al 31 de octubre un resultado corriente negativo de 47.795 millones de pesos. Esta es la diferencia de pasivos por deudas comerciales que superaron ampliamente a la liquidez en efectivo y en bancos de la entidad, lo explica en buena medida la pérdida neta de 52.536 millones de pesos del período y el patrimonio neto negativo valuado en 17.502 millones.
Presentación de los economistas Alejandro Gaggero y Gustavo García Zanotti.
Con un tendal de deuda que supera a los 1.400 millones de dólares, el balance detalla la composición de esos compromisos y las condiciones económicas que, según la empresa, volvieron insostenible su repago. El Banco Nación se quedó con una deuda de 300 millones de dólares y seis entidades internacionales tuvieron que contabilizar pasivos por 530 millones defaulteados por la cerealera.
La deuda con el Nación, junto a un paquete de garantías que incluyó la cesión de cobranzas en el mercado internacional por ventas de etanol e hipoteca sobre planta hilandería Reconquista de la sociedad algodonera Avellaneda, fue aprobada en abril de 2018, con una vigencia de un año. Prorrogable por tres meses. "Vale de decir con vencimiento al 31 de julio. Esto normalmente se hace así, por cuanto la empresa presenta sus estados contables aprobados por la asamblea dentro de los plazos legales durante marzo y los departamentos de crédito de Santa Fe y casa central necesitan tiempo para su análisis y evaluación", justifica le entidad.
Lo que reconoce el informe es que el Nación, que era entonces comandado por Javier González Fraga, le prestó al grupo cerca del máximo computable de deuda en dólares sobre sus activos al tipo de cambio de ese momento. Con la devaluación post PASO de Mauricio Macri, esa participación desbordó los límites respecto a su patrimonio, dado que este último no creció en la misma proporción y velocidad que el dólar. "La sociedad no conoció esta situación, sino hasta pocos días antes del vencimiento de la línea", aseguró la memoria del balance al que accedió este medio.
El mundo contra Vicentin
El informe de la empresa asegura que en 2019 se combinaron una seria de factores para hacerle la vida imposible a la empresa. "Muchos eventos políticos se han puesto de manifiesto", señala el balance y enumera el tema Brexit y el diferendo comercial por aranceles plateado entre Estados Unidos y China, en el plano internacional, y el acuerdo con el Fondo, en el ámbito local. "Una nueva ronda de volatilidad macroeconómica desatada en agosto, luego de que el oficialismo perdiera las PASO, con una escalada del dólar del 50% en un día, puso en suspenso este programa", resalta el informe.
El peso se devaluó 190%, al pasar de 20 pesos en abril de 2018 a 60 en octubre de 2019. "El impacto de la devaluación de agosto impacta de lleno en los resultados del ejercicio, dada su contrapartida en activos fijos e inventarios en su mínima expresión histórica, dado que el flujo de exportación y molienda superó ampliamente a la capacidad de reposición", explica Vicentin.
Fuentes vinculadas con el devenir de la empresa aseguraron que, producto de estos movimientos cambiarios, el balance tiene ganancias y pérdidas por devaluación. En 2019 registraron ganancias por devaluación por 30.695 millones de pesos y pérdidas por el mismo concepto por 32.592 millones de pesos. Esto indica un rojo neto de 1.897 millones de pesos en un año, un monto poco significativo para una empresa que vendió en ese lapso el equivalente a 4.000 millones de dólares.
Las deudas de corto plazo que financian capital de trabajo podrían alimentar prácticas especulativas y elusivas como aquellas que implican la subfacturación a través de la triangulación de las exportaciones, por eso la mirada está puesta en los movimientos que se realizaron con apoyo de la banca pública macrista.
Según un informe interno del Banco Nación, los precios de transferencia en el comercio durante 2019 totalizaron una subfacturación de 82 millones de dólares por parte del grupo Vicentin, de los cuales, 76 millones fueron explicados por Vicentin SAIC. "Este último monto fue reflejado por las exportaciones de harina y pellets de soja, aceite de soja y maíz en grano. Además, se visualizaron algunos ascensos significativos en el tratamiento de precios de transferencia en 2008 y 2016 por unos 249 millones y 114 millones, respectivamente", explica el documento interno del Nación.
Renunciaron todos
La totalidad del directorio presentó su renuncia en el mismo acto en el que presentaron el demorado balance 2019 en cumplimiento con lo requerido por el juez de la causa. Serán reemplazados en la asamblea del 15 de octubre.
Resta resolver por parte de los accionistas quiénes serán sus reemplazos y si colocarán a títeres que hagan un lavado de cara de la compañía, pero mantengan los lazos en manos de los ejecutivos que la vaciaron y continúan con el proceso