La lira, la moneda de Turquía, continúa contrayéndose a niveles récord, luego de que el mercado reaccionara negativamente a la decisión del banco central turco respaldada por las autoridades económicas del Gobierno de Recep Tayip Erdogan- de subir las tasas de interés, pero a un nivel gradual.
La moneda se devaluaba hoy 3,2% frente al dólar, tras contraerse ayer 5,7%, lo que la hace acumular un descenso de 18% en lo que va de este mes.
De esta forma, se encamina a la decimosexta semana consecutiva de pérdida de su valor, la peor racha desde 1999.
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El banco central turco anunció ayer que subirá las tasas de interés de referencia de 8,5% a 15%, dando por concluido un ciclo de tasas relativamente bajas en una economía con una inflación cercana al 40% anual.
En una política poco convencional, Erdogan hasta su reelección del mes pasado, ordenaba mantener las tasas de interés a niveles bajos, ya que consideró que subirlas es la madre de todos los males.
El mandatario dijo la semana pasada que sus ideas respecto de la necesidad de bajar las tasas continuaban sin cambios, pero señaló que aceptará las decisiones que tomaría el nuevo equipo económico que designó, con integrantes como el ministro de Finanzas, Mehmet Simsek o la titular del banco central, Hafize Gaye Erkan, con pasado en bancos de Wall Street.
Pese al giro y la decisión de subir las tasas, el mercado se mostró decepcionado pues esperaba una suba de tasas aún más drástica.
La expectativa de los analistas y economistas era que la tasa subiera al 20%.
Simsek ratificó hoy que el cambio será gradual: Estamos determinados en atender la estabilidad de precios, la estabilidad financiera y la estabilidad macroeconómica; y el camino hacia la estabilidad de precios será gradual pero sin pausa, afirmó hoy, según la agencia de noticias Bloomberg.
El comunicado (de Simsek) no fue suficiente para convencer los inversores, pues les pesa más la suba de tasas que fue menor a la esperada, indicó Christian Wietoska, estratega en Deutsche Bank.
Wietoska advirtió el riesgo de que la entidad monetaria persiga al mercado en lugar de tomar la iniciativa.
El titular del área económica turca intentó ayer mandarle más señales en el mercado y se mostró a favor de implementar un régimen libre en el mercado de cambios.
Una economía abierta asegurará una significante entrada de capitales a Turquía, subrayó Simsek en su cuenta de Twitter.
Las declaraciones del banco central y de Simsek son una señal de que no quieren un shock en los mercados financieros y más pérdidas en las hojas de balances de los bancos, opinó el economista Enver Erkan, de Dinamik Yatirim.
Con información de Télam