En una economía que detenta un nivel de informalidad en torno al 35 por ciento de la población económicamente activa (es decir, en condiciones de estar empleada), una política de ingresos basada en la reapertura de paritarias no logra detener la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos frente a la inflación. La paradoja se da en que aquellos sectores que, pese a evidenciar elevados márgenes de rentabilidad, detentan también un mayor nivel de opacidad laboral. El grueso del trabajo en negro se enfoca en las cadenas agropecuarias, la marroquinería y la construcción.
"Las cinco cadenas más informales son apícola; cuero, marroquinería y calzado; legumbres; maicera y maní, las cuales emplean a más de un 60 por ciento de sus trabajadores de manera informal", señaló un informe sobre Cadenas Productivas Argentinas, que elaboró la Secretaría de Política Económica que dirige Fernando Morra.
De acuerdo con la encuesta permanente de hogares del INDEC y extrapolado a la totalidad de la población del país, existen actualmente 21 millones de personas en condiciones de trabajar formalmente, ya que se encuentran en el rango etario de 18 a 65 años. De ese total, unas 19 millones tienen algún empleo y más de 6,5 millones lo hacen en la informalidad, de acuerdo con cifras del organismo oficial.
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En las últimas semanas varios sectores reabrieron sus paritarias, con las que llevaron el aumento para 2021/2022 a niveles de entre 55-60 por ciento. No obstante, esos aumentos no llegan a compensar la pérdida que registraron los ingresos en los últimos cinco años, de 20 por ciento, lo que se dispara a casi el 40 por ciento en el caso de los empleos informales. Además, por pivotear entre el empleo registrado y la informalidad, los aumentos ni siquiera alcanzan a todos los puestos. Esta pérdida se da incluso en cadenas en las que los convenios colectivos lograron importantes mejoras, al menos en lo teórico.
Los que más negrean
El total de las cadenas productivas ocupa el 74,8 por ciento de los puestos de trabajos totales y el 80,5 por ciento de los asalariados registrados. "Como resultado, se tiene que la tasa de informalidad de los asalariados en las cadenas identificadas es del 28,6 por ciento, inferior a la informalidad de asalariados del total de la economía (34,5 por ciento)", señaló el informe de la Secretaría de Política Económica.
Entre las cadenas que emplean a mayor cantidad de trabajadores asalariados (registrados y no registrados) se destacan Educación (11,3 por ciento del total de los puestos), Construcción (10,2 por ciento), Comercio (8,4 por ciento), Salud (6,8 por ciento) y Transporte y logística (5,4 por ciento). En ese sentido, se destacan las actividades que evidencian un alto grado de informalidad dentro de sus cadenas productivas.
De acuerdo con el informe de la Secretaría dependiente del Ministerio de Economía, las cadenas que detentan un mayor porcentaje de empleo informal son: apícola (62,3 por ciento), cuero y marroquinería (62,2 por ciento), legumbres (61,7 por ciento), maicera (60,9 por ciento), maní (60,6 por ciento), sorgo (60,6 por ciento), sojera (59,2 por ciento), ovina (58,6 por ciento), girasol (57 por ciento), avícola (56,8 por ciento), frutas finas (53,5 por ciento), láctea (53,4 por ciento), bovina (52,5 por ciento), cítricos dulces (52,1 por ciento), tealera (51,6 por ciento), hortícola (50,7 por ciento), construcción (50 por ciento), triguera (49,8 por ciento), arrocera (49,6 por ciento) y porcina (48,1 por ciento).
"Todas estas cadenas se caracterizan porque gran parte de su valor agregado bruto total es aportado por actividades primarias, tales como "cultivos agrícolas”, que, además, de ser trabajo-intensivas, muestran altas tasas de informalidad", detalló el informe oficial.
De acuerdo con el documento, la cadena agroindustrial (completa) aporta el 15 por ciento del valor agregado; la energía y la minería, el 10 por ciento; las manufacturas, el 19 por ciento y los servicios, el 57 por ciento. Las cadenas que más crecieron entre 2016 y 2021 fueron legumbres (107 por ciento), maquinaria agrícola (53 por ciento), maicera (50 por ciento), tabacalera (37 por ciento) y ovina (28 por ciento).
"Respecto a las cadenas productivas que presentan menores tasas de informalidad, se destacan medicamentos (4,9 por ciento), química básica (4,7 por ciento), software y servicios informáticos (1,4 por ciento), investigación y desarrollo (0,5 por ciento) y telecomunicaciones (0,2 por ciento)", concluyó el informe.