El secretario de Energía, Darío Martínez, afirmó que las tarifas energéticas “van a evolucionar por debajo de los salarios”. El propósito será que los trabajadores “puedan recuperar capacidad de consumo y que puedan seguir destinando parte de sus ingresos” a la “adquisición de bienes y servicios”.
“La decisión del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ha sido muy clara en ese sentido”, enfatizó Martínez en declaraciones a la prensa al retirarse de la Casa de Gobierno, luego de una reunión que junto con su equipo mantuvo con el jefe de Gabinete, Juan Manzur. Al anticipar que las tarifas energéticas van a crecer por debajo de los incrementos salariales, Martínez subrayó que el objetivo es que “los trabajadores puedan recuperar capacidad de consumo y puedan seguir destinando parte de sus ingresos a adquirir bienes y servicios, porque esa es la reactivación que la Argentina necesita”.
Consultado acerca de los reclamos que sobre seguridad jurídica han efectuado empresas productoras de hidrocarburos, el secretario sostuvo que “la decisión de Alberto y de Cristina al lanzar el plan Gas.AR permitió dar previsibilidad y seguridad jurídica y por eso está dando buenos resultados”. Consideró que, con la aplicación de ese plan, “se ha frenado el declino del 8,5% que se registraba y ahora estamos con aumento de la producción”, situación que adjudicó a que “las empresas entienden que hay previsibilidad y reglas claras, confían, y vuelven a invertir”.
“En el caso de la ley de promoción de inversiones lo que queremos hacer justamente es trasladar esas inversiones a un horizonte de 20 años de previsibilidad”, dijo el funcionario.
Sobre la posibilidad de cortes de energía, especialmente en los meses estivales que se avecinan, por la elevada demanda, Martínez indicó que “este verano no tuvimos conflictos, pero hay que seguir trabajando mucho porque hay mucha inversión que no se hizo en el pasado”.
Sin embargo, el funcionario puntualizó que la bajante extraordinaria del río Paraná afecta a la producción de energía hidroeléctrica, por lo cual “hay menos generación de la que queremos, pero mientras más gas podamos tener, vamos a poder reemplazar” los niveles faltantes.