Emiratos Árabes y Arabia Saudita son dos países que buscan transformar sus economías

12 de marzo, 2022 | 10.23

Sumando casi 42 millones de habitantes entre ambos países, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, destinos de la misión comercial que realizará el Gobierno la semana próxima, se encuentran en plena reconversión de las bases de sus economías, intentando abandonar la dependencia con el petróleo que las caracteriza desde hace décadas.

Con un alto PBI per cápita (el sexto en el mundo, de acuerdo con el FMI y el Banco Mundial), Emiratos Árabes se caracteriza tradicionalmente por ser una "puerta de entrada" para la distribución al resto de los países del Golfo y de Medio Oriente, siendo la segunda economía más grande en el mundo árabe.

La actividad de los Emiratos, dominada por la exportación de petróleo y de gas natural, busca diversificarse -especialmente en los emiratos con menos reservas petrolíferas como Dubai- y esto ya comenzó a cosechar sus frutos.

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La Expo 2020, la primera de la historia realizada en Medio Oriente y con más de 17 millones de visitantes hasta la fecha, apunta a demostrar dicho objetivo.

La actividad de servicios se fortaleció en la última década, especialmente en el sector del comercio y la construcción.

Un ejemplo de ello es la proyección de crecimiento prevista por el Banco Central de ese país: de 4,2% de expansión económica de este año, se prevé que 3,9% provengan de sectores no relacionados con el petróleo.

El turismo también adquirió un papel preponderante y contribuyó en un 11,6% del Producto Bruto de los Emiratos en 2019, antes de la pandemia; y se busca que ese número, para 2030, crezca al 15%.

Una de las formas que eligieron ambos países para promocionarse como destino es ofrecerse como vidriera atrayendo a oficinas regionales de las grandes multinacionales u organizando eventos deportivos occidentales, incorporándose, sólo en la última década, como sedes del Mundial de Clubes de fútbol, la final de la Copa del Rey española, grandes premios de Fórmula 1, eventos de boxeo y un tour anual de ciclismo.

Al igual que Emiratos, Arabia Saudita se destaca por su producción de petróleo -que comprende casi el 90% de sus exportaciones- y no es para menos: es el principal exportador y el segundo productor mundial; y su petrolera estatal (Aramco) es la mayor del mundo.

El aumento de los precios del petróleo ayudó a que su economía crezca un 6,8% anual en el cuarto trimestre de 2021, la mayor cifra en casi una década.

Pero pese a ser una de las 20 principales economías del mundo, también busca cambiar sus bases.

"Hemos desarrollado verdadera adicción al petróleo y eso ha trastornado el desarrollo de muchos sectores en los últimos años", declaraba en 2016 el príncipe saudí Mohammed bin Salmán, al presentar el ambicioso plan de reforma "Visión 2030".

El programa, que incluye la creación de un millonario fondo de inversión público para estimular el desarrollo de nuevos sectores de la economía e infraestructura, busca incrementar la participación de las pequeñas y medianas empresas, así como la inversión extranjera.

Además, comenzó una lenta flexibilización cultural permitiendo una mayor inserción de las mujeres al ámbito laboral, cuya participación se duplicó en los últimos años y alcanzó el 33%.

Con información de Télam