Salario Básico Universal: sectores del Frente de Todos insisten con su implementación

Un diputado que responde a Juan Grabois defendió el proyecto que propone el Frente Patria Grande y del que se hace eco parte del kirchnerismo. Por ahora, la ministra Batakis sostuvo que no está en los planes cercanos.

11 de julio, 2022 | 19.40

Algunos sectores del Frente de Todos insistieron con la implementación del Salario Básico Universal (SBU) y sostienen que el costo fiscal de la medida "es grande pero no delirante". 

El diputado del Frente de Todos, Itai Hagman, (perteneciente al Frente Patria Grande, que conduce Juan Grabois) respalda la medida aunque admitió que hay "dudas, resistencias, o cuestiones vinculadas a cómo se financia". El legislador opinió que "muchos se van convenciendo".

En declaraciones radiales a Futuröck, Hagman sostuvo que el proyecto de SBU presenta "resistencias de distintos tipos", algunas de las cuales son "más conceptuales" y otras "más sobre cuestiones de implementación, de si existe la guita o no". Sin embargo, subrayó que "de un tiempo a esta parte viene ganando cada vez más consenso dentro del Frente de Todos la idea".

El diputado del Frente de Todos Itai Hagman.

"Estaríamos hablando alrededor de un punto más de gasto del PBI, que es mucho, pero no es una discusión imposible", destacó, y en este sentido agregó: "El costo fiscal es grande pero no es delirante". Además, sostuvo que "es mucho más progresivo implementar un salario universal que, por ejemplo, mantener el esquema de subsidios al transporte y las tarifas como tenemos hoy".

Qué es y cuál sería el impacto del Salario Básico Universal

Un informe del Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas, que conduce Hagman, apuntó que el SBU es una prestación monetaria mensual no contributiva y de alcance nacional destinada a personas de bajos ingresos que se encuentren sin ocupación plena, se desempeñen como cuentapropistas o en la economía informal.

En el marco de una crisis inflacionaria en alimentos, el monto equivaldría y se actualizaría en base a la Canasta Básica Alimentaria (CBA) de un adulto ($ 14.401 pesos en mayo), mientras que alcanzaría a las personas desocupadas, informales, monotributistas sociales, trabajadores agrarios y de casas particulares. Asimismo, cobrarían el 50% del SBU los monotributistas categoría A y asalariados registrados cuyos ingresos brutos no superen el límite de la misma ($ 38.850 mensuales en 2022).

Si se incorporan condicionamientos socioeconómicos y patrimoniales, se estima una cantidad de SBUs a otorgar de 7,5 millones de personas, en línea con la cantidad de beneficiarios del Refuerzo de Ingresos otorgado este año. Sin establecer límite de beneficios por grupo familiar ni condicionamientos patrimoniales ni de consumo, se proyecta una población objetivo total de 13,9 millones de beneficiarios. Con un límite de 2 SBUs por grupo familiar, la cantidad se reduce a 11,2 millones. De esta forma, el SBU cubriría al 27% de la población adulta.

En cuanto a la erogación del Estado, el costo fiscal bruto anual de la prestación ascendería al 1,8% del PIB, pero si se resta el gasto actualmente afrontado por programas que serían total o parcialmente absorbidos por el SBU (Tarjeta Alimentar, entre otros), la proporción sería del 1%. Al mismo tiempo, si se contempla el retorno fiscal generado por el propio SBU (mayor recaudación por inyección de demanda), la estimación desciende al 0,7% del PIB.