En el Gobierno se debate sobre la posibilidad de implementar una suma fija por decreto que se incorpore al salario y que permita la mejora de estos. Un informe del Centro de Economía Política (CEPA) analizó de cuánto debería ser el monto a otorgar y planteó cuatro escenarios posibles, donde el más optimista menciona una suma superior a los $ 40.000.
Según el informe, dos razones justifican la implementación de una suma fija que se incorpore al salario de los trabajadores:
A- La dinámica del mercado de trabajo muestra que la brecha entre el promedio de salarios de trabajadoras y trabajadores registrados privados y la mediana de estos (el punto donde se divide en mitades la cantidad de trabajadores) se ha ensanchado, particularmente desde la pandemia para acá.
B- El efecto positivo que ha tenido una medida similar en diciembre de 2019 que implicó una suma de $ 3.000 en enero de 2020 y de $ 4.000 desde febrero 2020 en adelante. ¿Qué impacto tuvo? Una recuperación inmediata de 9% en términos reales en enero/febrero/marzo de 2020 respecto de diciembre de 2019.
De cuánto debería ser la suma fija
Se realizaron cuatro estimaciones:
- - Equivalente a suma fija de febrero de 2020 ($ 4.000): Si se pretende emular la medida anunciada a finales de 2019, la suma fija debería ser de $13.850 en octubre. La mediana salarial sumaría aproximadamente 9,7% de incremento en términos reales respecto del mismo mes sin suma fija. El guarismo implicaría, además, una recuperación de 2,9% respecto a diciembre de 2019, de 1,4% respecto del promedio de 2019, pero aún 14,4% debajo del promedio de 2015.
- - Cinco mil pesos adicionales al equivalente de febrero de 2020: Si la suma fija fuera de $ 18.850 en octubre (un valor 36,1% superior al equivalente a $ 4.000 de febrero de 2020), el incremento real de la mediana salarial sería de 13,2% aproximadamente respecto del mismo mes sin suma fija. Adicionalmente, la cifra implicaría recuperar 6,2% respecto a diciembre de 2019, de 4,6% respecto del promedio de 2019, pero aún 11,7% debajo del promedio de 2015.
- - Cinco mil pesos menos que el equivalente de febrero de 2020: Si la suma fija fuera de $ 8.850 en octubre (es decir, 36,1% inferior al equivalente de $ 4.000 de febrero de 2020), el incremento real de la mediana salarial alcanzaría 6,2% respecto del mismo mes sin suma fija. Esto implicaría valores similares a los de diciembre de 2019 (-0,3%) respecto a diciembre de 2019, de -1,8% respecto del promedio de 2019, y aún 17,2% debajo del promedio de 2015.
- - Recuperar lo perdido desde 2015: En el caso de recuperar el poder adquisitivo promedio de 2015, entonces la suma fija debería sumar $ 40.400. Si se aplicara en octubre (este valor implica superar 191,7% sobre el equivalente a $ 4.000 de febrero de 2020), el incremento real de la mediana salarial sería de 28,2% aproximadamente respecto del monto del mismo mes sin suma fija. El guarismo permitiría volver al promedio salarial equivalente de 2015 e implicaría una recuperación de 20,3% respecto a diciembre de 2019 y de 18,5% respecto del promedio de 2019.
El impacto sobre las categorías ¿afecta la dinámica paritaria?
Algunos dirigentes sindicales afirman que la implementación de la suma fija afecta negativamente a las diferencias de montos existentes entre categorías de convenio, lo que significaría acercar el nivel salarial de esos diversos segmentos.
Si se analiza el promedio de diferenciales salariales de tres gremios (Comercio, Sanidad y Alimentación), y considerando una suma fija de $ 13.850, se observa que, en promedio, se reduce el diferencial de categorías en 9,5%. Por ejemplo, el diferencial de salarios entre vendedor A y B en Comercio es de $2.521,88, es decir, 2,14%.
Si se agrega el bono (en el caso de Comercio considerando que se incrementa en 8,33% y con deducciones de 19,5%) el diferencial se reduce a 1,95%, es decir, sólo 0,20 puntos porcentuales (lo que representa unos $ 235). En la práctica, significa que el diferencial de categorías se reduce 9,32%