Escalada de alimentos: cómo protegerse y qué hacen otros países contra la inflación

El debate sobre las retenciones volvió de la mano de declaraciones realizadas por el presidente Alberto Fernández. Esta semana se anunciará la prorroga del Presupuesto del año pasado con nuevas proyecciones. 

22 de mayo, 2022 | 00.05

Esta semana hubo una cadena de eventos que generaron cierta expectativa sobre la aplicación de medidas concretas para desacoplar los precios domésticos de la escalada internacional. La primera fue la definición concreta del presidente Alberto Fernández reconociendo que uno de los mecanismos más eficaces para ese desacople son las retenciones, aunque anticipó una derrota en el Congreso si se presenta un proyecto de ley, donde la oposición plantea incluso una baja de impuestos como eje de campaña. La otra fue el traspaso de la Secretaría de Comercio Interior a la órbita del Ministerio de Economía, como una señal para trabajar desde lo "macro y lo micro", según afirman, para bajar la inflación. El titular de Comercio, Roberto Feletti, viene pidiendo una suba de retenciones desde que se desató la guerra en Ucrania y los precios de los alimentos se dispararon a máximos históricos. 

La primera señal, las declaraciones del Presidente, podría leerse como un guiño hacia una parte del Frente de Todos para que presenten un proyecto que modifique las alícuotas y se trabaje en "concensos" en el Congreso. Fuentes cercanas al equipo económico que lidera el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán, sostienen que se necesita algo más que una suba de retenciones y no descartan una combinación con cupos, algo que están aplicando otros países. 

Rápidamente, el titular de Agricultura, Julián Domínguez, comunicó a través de su cuenta personal de la red social Twitter que el Ejecutivo no enviará ningún proyecto de ley sobre suba de retenciones. Sigue picando la pregunta de si eso también descarta los cupos. "Guzmán nunca se definió a favor o en contra", señalan a El Destape en su entorno. 
Sin embargo, en una entrevista televisiva descartó que se vaya por el camino de las retenciones, porque era un compromiso de Alberto Fernández. Las declaraciones del Presidente horas después parecen haber abierto una ventana a anuncios más sustanciosos para el acto previsto este 25 de mayo. Según pudo saber este medio, se anunciaría el envío de la prórroga de Presupuesto, ya que el de este año la oposición se lo bloqueó en el Congreso. En esa prórroga va a haber proyecciones macroeconómicas y se va a incluir la inciativa para acceso a las divisas para el sector petrolero, como anticipó este medio, con el objetivo de atraer inversiones al sector hidrocarburífero.

Se cae en el Congreso

Frente al alza en los precios internacionales de los alimentos producto de la guerra en Ucrania, "el instrumento con el que se desacopla más fácilmente los precios internacionales son las retenciones; objetivamente funciona así", sostuvo Fernández, pero ese instrumento requiere de tratamiento legislativo y, por lo tanto, necesita "consenso". "Necesito que el Congreso entienda la problemática y acompañe llegado el caso", afirmó el jefe de Estado. "No es tan fácil la puesta en marcha de las decisiones porque el mundo condiciona mucho y también hay intereses que condicionan", subrayó.

Básicamente, la pelea que se avecinaría estaría dirigida a un sector de la oposición y a un grupo concentrado de empresas agroexportadoras que manejan el 85 por ciento del ingreso de divisas, el cual suele acudir rápidamente a un lockout de ventas para tensar la economía y la administración del país. Desde el segmento de pequeños productores se insiste en la vuelta de la segmentación, como preámbulo a una suba de retenciones, lo que permitiría bajarle la alícuota a los más chicos y compensar con un alza a la docena de empresas que negocia el grueso de las ventas externas. Del otro lado, solo en trigo, existen 37.425 productores, en su mayoría pequeños y medianos. Esto permitiría, en términos políticos, maquillar una suba de retenciones.

Otra opción sería aplicar un esquema de cupos, que asegure el abastecimiento interno para la industria alimenticia y habilite el excedente que no se consume en el país se venda al exterior con o sin cambios en las alícuotas de los derechos a la exportación. Es un momento extraordinario que requiere de medidas que estén a la altura del desafío que se presenta actualmente en materia de precios de commodities y que, según anticipan especialistas y organismos internacionales, se extenderá al menos en los próximos dos años.

Tras la salida de la pandemia, que revitalizó el consumo sin una oferta que acompañe, y la guerra desatada en Ucrania, los precios de los alimentos y la energía se disparan a niveles cercanos --en algunos casos superaron-- a su récords históricos. La respuesta hasta el momento, de acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), una veintena de países ya aplicaron medidas que prohíben exportar determinados alimentos para evitar la desabastecimiento doméstico. El último caso fue India, que prohibió la venta de trigo, tensionando aún más el mercado de este cereal. 

Un tema de grandes formadores

A partir de un año más seco de lo normal que daño la cosecha de trigo de China, cayendo por primera vez en cuatro años, según las previsiones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Esto anticipa una seguidilla de precios para las materias en primas en alza --o, al menos, en valores altos como los actuales-- por los menos dos años más. Todo va a depender de lo que se extienda el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. En ese sentido, la Argentina recibe el impacto directo de la escalada, principalmente a través de los precios de trigo, maíz y girasol, que se consumen en el mercado doméstico y son insumos fundamentales para la elaboración de alimentos y engorde de animales para la producción de proteína animal. 

El traslado de Comercio Interior al Ministerio de Economía tiene sus connotaciones políticas y de mayor sintonía frente a la inflación, aunque en los primeros acercamientos con periodistas este fin de semana no hubo mayores definiciones que las que ya se vienen esgrimiendo. Según aseguraron, el primer objetivo será reducir la "brecha" de precios que existe entre la canasta de Precios Cuidados y el resto de los productos de consumo masivo. En el equipo económico creen que esta diferencia de precios provoca un desabastecimiento de los ítems incluidos en las canastas de precios acordadas, por dos motivos: una menor oferta de esa canasta por parte de las empresas y, al mismo tiempo, una mayor demanda de los consumidores por la diferencia con el resto de los productos de góndola. No se dieron mayores precisiones. De acuerdo con los datos oficiales, la diferencia entre unos precios y otros es de entre 30 y 40 por ciento. 

La decisión de que Comercio Interior funcione bajo la órbita de Guzmán y deje de estarlo del Ministerio de Desarrollo tiene que ver con miradas distintas respecto de la manera de encarar el problema inflacionario, donde la cartera que conduce Matías Kulfas está convencida de que se logra con la generación de dólares. La aplicación de retenciones haría peligrar, según su opinión, ese ingreso; algo que también comparte Domínguez. El presidente de la Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni, cuestionó ya las declaraciones de Alberto Fernández por mostrarse a favor de subir las retenciones, y advirtió que el campo "dará la lucha que haya que dar" para evitarlo.

La explicación oficial que dejaron trascender es que el cambio de órbita de Comercio Interior responde a que los industriales y grandes empresarios a los que Feletti citaba para negociar su incorporación a programas de estabilización de precios terminaban presionando en otros despachos por otros asuntos, como los ligados a la escasez de divisas para importar insumos. Esto complejizaba la discusión. Fuentes oficiales coincidieron en la "necesidad de reorganizar la estructura de los ministerios". "La idea es que el tema inflación quede centralizado en el Ministerio de Economía y el Banco Central. Esto requiere que la política de precios quede en Economía. Esp va ayudar a que la política de precios sea un ancla y al resto de la macroeconomía a ordenarse", concluye el Gobierno. 

Para Feletti, según el panorama que escribió para la vicepresidenta Cristina Fernández al asumir en Comercio Interior, advierte que "el determinante de la fijación de precios de alimentos es el valor del dólar y la posición dominante que estos grupos empresarios ejercen en el mercado". El 80 por ciento de la producción de alimentos y bebidas que se venden en el mercado interno argentino se encuentra concentrado en dos docenas de empresas, en tanto que la comercialización de dichos bienes es administrada en un 65 por ciento por grandes cadenas de supermercados.

Qué pasa en otros países

Varios países están están prohibiendo exportar determinados alimentos para evitar la escasez completa de los mismos, dejando en una situación muy delicada a los grandes importadores y traccionando al alza los precios, de acuerdo con las cifras de la FAO. Para el organismo, en total se registran 193 millones de personas que están en grave riesgo de hambre, casi el doble que en 2018. El último en sumarse a la lista proteccionista fue la India, que la semana prohibió la venta al exterior de trigo. 

En el mismo continente asiático, Indonesia tomó la misma decisión con respecto al aceite de palma. Irán impuso la prohibición hasta 2023 a las patatas, berenjenas, tomates y cebolla. Turquía, por su parte, hizo lo propio con la carne de res, cordero, carne de cabra y cupos para todo tipo de aceites. Kuwait también se sumó a este tipo de proteccionismo prohibiendo exportar pollo, cereales y aceite. También Kazajistán tomó medidas pero esta solo hasta el 15 de junio, prohibiendo vender fuera trigo y harina.

En África, Túnez toma esta decisión con respecto a las frutas, mientras que Egipto sobre el maíz y el aceite. Argelia, por su parte, lo impuso sobre el azúcar, la pasta, trigo y aceite vegetal. En Europa, Serbia cerró la venta de trigo, maíz, harina y el aceite; mientras que Kosovo añadió al listado de cupos para exportar a la sal, lentejas, pasta, legumbres, cebada y centeno, de acuerdo con información recabada por la publicación europea elEconomista.es.

En términos de producción agropecuaria, la Argentina no tiene ese riesgo de escasez completa, pero el aumento de las exportaciones para aprovechar los altos precios y la falta de un mecanismo de desacople hace que lo que se destina al mercado interno se pretenda vender a valores inalcanzables para cada vez más hogares. En el país no sólo hay agentes económicos que inciden en forma determinante en los mercados de bienes finales, sino que se verifica en los últimos dos años la desaparición de varias unidades económicas de la producción intermedia, normalmente ocupada por empresas medianas tributarias de los conglomerados más grandes. Esa concentración es el problema estructural que dificulta las medidas consensuadas.