La automotriz General Motors anunció que parará su producción por dos semanas por inconvenientes con el suministro de piezas de proveedores afectados con los pagos al exterior. La decisión de la empresa se efectivizará desde mañana y se extenderá hasta el 14 de abril en su planta de Alvear, en la provincia de Santa Fe. Por su parte, Toyota anunció un plan de 400 retiros voluntarios.
La decisión de la automotriz de origen japonés se debe al enfriamiento de la economía promovido por el gobierno de Javier Milei y de la fuerte caída en las ventas registrada en las últimas semanas. La compañía ya había suspendido la producción desde fin de diciembre último hasta comienzos de este mes por el mismo motivo.
El sector automotriz es uno de los más afectados por la escasez de dólares para pagar importaciones, a pesar de que el Gobierno comenzó a liberar divisas para abonar a proveedores del exterior. Las restricciones para el acceso a dólares provocaron que, durante el año pasado, esta industria sufrió numerosas interrupciones en su producción por el incumplimiento de pagos al exterior.
General Motors había dispuesto vacaciones a fines de diciembre y tenía previsto retomar la actividad a partir del lunes 29 de enero, pero esa intención se retrasó por la imposibilidad de abonar importaciones de piezas. Recién a principios de marzo volvió a producir, pero pocos días después decidió suspender nuevamente la fabricación del SUV Tracker, que es el único modelo que se produce en la planta santafecina. También hay otras empresas del sector, como Renault y Volkswagen, con problemas similares.
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Por su parte, a poco más de un mes de haber anunciado un plan de inversiones para producir un nuevo modelo en el país, Toyota abrió un plan de 400 retiros voluntarios .La medida fue tomada en el marco del proceso de reestructuración que la compañía diseñó y no solo incluye la reducción de personal sino también el recorte de horas extras de los operarios que continúen en las líneas de producción. El objetivo de recortar personal para achicar los costos laborales va de la mano con una decisión que ya comenzó a aplicarse: la paralización de la producción los días lunes.
El 15 de febrero último, Toyota se había reunido en el Palacio de Hacienda con el ministro de Economía, Nicolás Caputo, y le informó una inversión de 50 millones de dólares para ese objetivo que, paradójicamente, preveía la creación de 100 nuevos puestos de trabajo. Hasta el gobierno nacional se ufanó de ese anuncio y destacó a la inversión de Toyota Argentina como un signo de confianza a las políticas económicas que, hasta ahora, generaron recesión y caída en todos los índices de la producción nacional.
Poco más de un mes después, la realidad le ganó al relato y, según se informó, la automotriz ya dio aviso de su programa de retiros voluntarios al Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), que conduce Ricardo Pignanelli.