El director de Cabelma, Francis Van Lierde, explicó que "para poder emitir los bonos de plástico, un reciclador se debe poner en contacto con la fundación Banco de Plásticos que lo acompaña a lo largo de todo el proceso".
Para ello, el reciclador debe aprobar una auditoría que la realiza un tercero competente.
En esta auditoría, indicó Van Lierde, "se verifican que se cumpla con todos los requerimientos establecidos en el protocolo internacional en el cual nos basamos en el Banco de Plásticos, que es el protocolo PPRS de PCX (Plastic Credit Exchange)".
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"Una vez que los bonos de plástico son adquiridos por una empresa, el Banco de Plásticos cobra una comisión que permite solventar su trabajo y el resto es propiedad del reciclador. Esos fondos son destinados a que pueda solventar los costos de su reciclaje y al mismo tiempo sirva de incentivo para que pueda reciclar más cantidad", señaló el ejecutivo a Télam.
Asimismo, destacó que "comprar los bonos de plástico es realmente sencillo", y precisó que "se ofrecen en una plataforma abierta y en línea donde cualquier empresa de cualquier parte del mundo puede acceder a un menú de proyectos de reciclado de plásticos".
"Los bonos de plástico de Cabelma por el proyecto de reciclado de plásticos de las costas de la Patagonia se pueden adquirir en el siguiente link: https://www.pcxmarkets.com/project/southatlantic-ropes-and-nets-projectif", puntualizó Van Lierde, quien remarcó que "este es un mercado voluntario y transparente, en el cual los precios están definidos por oferta y demanda".
Con información de Télam