El proyecto de Presupuesto 2025, con el objetivo de profundizar el ajuste de las erogaciones para el sector productivo, discrimina fuertemente entre el sector mimado por el gobierno de Javier Milei, los "unicornios" tecnológicos, y las pequeñas y medianas empresas, muy castigadas por la recesión económica que generó la actual gestión. A modo de ejemplo, el gasto en el gasto en promociones industriales se destaca la reducción de 0,1 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) para el régimen de estímulo a la pyme, un guarismo similar al que incrementa en la ley de leyes para grandes empresas tecnológicas.
La ley de gastos y recursos establece para el ejercicio del año un cupo fiscal 122.783 millones de pesos en beneficios promocionales para el sector de energía eléctrica, un cupo anual 7.720 millones en capacitación laboral, un cupo 7.000 millones para fomento de inversión áreas de Tecnología, un cupo de 1.000 millones en biotecnología, 15.000 millones industria automotriz y 195.000 millones en promoción de la Economía del Conocimiento.
Esto equivale a que el principal destino de las promociones en términos productivas estarán enfocadas en un sector que no lo necesita, con una alta rentabilidad y fluidez de los negocios, como es el sector tecnológico, de alto crecimiento en los últimos años y nido de los principales "unicornios" como Mercado Libre.
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En contraposición, se destacan los ajustes que más afectarán a los hogares, como la caída en términos nominales --descontada la inflación será todavía mayor--en subsidios en energía de 25,2 por ciento interanual, y en la inversión en vivienda y urbanismo (-23,4 por ciento).
En materia empresaria, el Gobierno vuelve a darle la espalda al sector pyme, que ya acumula el cierre de 12.000 unidades productivas y se encuentra en emergencia económica, para seguir beneficiando al sector de grandes empresas tecnológicas que, en algunos casos, ni siquiera tributan en la Argentina. Los recortes se exhiben respecto del último presupuesto aprobado por el Congreso (2023) e incluso, del prorrogado y ajustado este año.
En cuanto al régimen de promoción económica de Tierra del Fuego se refleja un recorte desde el 0,27 puntos del PIB que tenía en 2023 al 0,18 puntos el año próximo. En 2024 se ejecutó, en el marco de la parálisis total de las transferencias de Nación a distintas jurisdicciones y promociones, al 0,15 puntos del PIB.
En el caso del régimen para el fortalecimiento de la micro, pequeña y mediana empresa, se recorta del 0,13 puntos del PIB en 2023 a un 0,06 puntos el año próximo. Incluso se reduce respecto del 2023, cuando en medio del congelamiento de la partidas se destinó apenas el 0,07 por ciento, claramente ineficiente a la luz de los resultados del sector.
En contraposición, el régimen de promoción de la Economía del Conocimiento se eleva de 0,04 puntos del 2023, que se mantuvo en los mismos guarismos este año, al 0,06 puntos del Producto el año próximo. La principal herramienta de incentivo serán los beneficios contemplados en los artículos 8° y 9° de la Ley. Contribuciones Patronales, que pasará de 0,04 a 0,05 puntos del PIB el año próximo.
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