El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró esta tarde que el Presupuesto 2022 "le da continuidad a la visión que desde el Gobierno nacional planteamos para propiciar la doble recuperación de la doble crisis económica y la crisis sanitaria", al explicar los alcances del proyecto que el oficialismo aspira a debatir el jueves próximo en el recinto de la Cámara baja. Además, informó las principales proyecciones económicas del Gobierno en el próximo año.
Guzmán se presentó ante la comisión para dar inicio al tratamiento del Presupuesto 2022, un proyecto clave para la búsqueda del acuerdo con el Fondo que lleva adelante el Gobierno. El proyecto enviado por el Poder Ejecutivo en septiembre pasado estima un crecimiento del PBI del 4% para 2022, una inflación del 33% y no contempla pagos al FMI por capital, lo que refleja la expectativa de alcanzar un acuerdo con el organismo por el préstamo de 44.000 millones de dólares que recibió la Argentina entre 2018 y 2019.
Cuáles son las claves del Presupuesto 2022
El proyecto de Presupuesto 2022 prevé un crecimiento del 4% del PBI, una inflación del 33% y un dólar a $131,1. El plan de gastos y recursos no contempla el pago de vencimientos de capital al Fondo.
Crecimiento del PBI
En el Presupuesto, que anticipa el esquema de políticas macroeconómicas, fiscales y cambiarias que pretende llevar adelante el Gobierno nacional, se prevé “un incremento real del gasto social y una reducción de los subsidios energéticos”.
Entre los supuestos salientes, se destaca que la economía crecerá en 2022 un 4%, la mitad de lo previsto para este año, con lo cual se sobrepasará el nivel de actividad de la prepandemia, ya que terminará de compensar la retracción del 9,9% del año pasado.
Inflación y Dólar
En cuanto a la inflación para el próximo año, el Ministerio de Economía la estimó en 33%, es decir 12 puntos porcentuales debajo de la previsión para el cierre de 2020, que debió ser revisada al alza promediando el primer semestre ya que el presupuesto en curso la ubicaba en un 29%.
Las proyecciones para el próximo año se complementan con alzas en el consumo privado del 4,6%, del consumo público del 3,1%, de la inversión del 6,6%, con una mejora de las exportaciones del 7,5% y de las importaciones del 9,4% para un saldo comercial de U$S 9.300 millones y con un tipo de cambio nominal de $ 131,1 por dólar para diciembre 2022.
El trabajo contempla la actualización del escenario 2021 que de acuerdo a las “proyecciones presupuestarias conservadoras” preveía para este año un crecimiento de 5,5% del PBI, pero que ahora se ratifica crecerá en torno al 8%, con el consumo privado de un 9%, consumo público 5,2% y la inversión 31,1%. A su vez, el cierre fiscal actualizado prevé para 2021 una inflación de 45,1% frente al 29% inicial, “sensiblemente afectado por el incremento de comienzos de año de los precios internacionales de los commodities”, argumentaron desde el Ejecutivo.
Salarios y cuentas fiscales
En cuanto a la evolución de los salarios formales, el Gobierno “entiende que el salario real continuará recuperándose, que a septiembre de 2021 alcanza una mejora del 2,2% del RIPTE, y se apunta a un crecimiento del 4% interanual para 2022, entendiendo que habrá aún dificultades con los ingresos informales afectados por la heterogeneidad de la recuperación”.
Sobre las definiciones de la política fiscal, el proyecto prevé un escenario para 2021 de un déficit primario de 4% del PBI, pero con la aclaración de que “hay partidas subejecutadas que buscarán acelerarse en lo que resta del actual período mediante un conjunto de medidas que se anunciarán en breve”, en referencia al paquete de anuncios que se comenzó a diseñar tras la derrota electoral. Según la cartera que dirige Guzmán, para apuntalar la recuperación de la economía se considera necesaria “corregir esa ejecución menor a la presupuestada para fortalecer la demanda agregada, para darle el nivel expansivo a la política fiscal en la magnitud inicial”.
Así, para 2022 se plantea un déficit primario del 3,3% y un resultado financiero del 4,9% del producto, algo mucho menor de lo que sería sino se hubiera concretado la reestructuración de la deuda en 2020 y que explica el nivel de reducción del déficit junto a la recuperación de los ingresos fiscales. Este presupuesto con un rojo del 4,9% se financiará con una combinación del crédito y financiamiento del Banco Central que para 2021 fue de 3,6% del producto pero que para el próximo año se reducirá al 1,8%, es decir una reducción a la mitad, en tanto que los títulos públicos aportarán un 2% del producto.
Se consolida así, a criterio del Ministerio de Economía, “una política fiscal más apropiada para la recuperación económica con un financiamiento en pesos en el mercado de capitales y mayor dinamismo productivo, mejora infraestructura, pero al mismo tiempo fortaleciendo la capacidad del Estado y las condiciones que dan lugar a la estabilidad macroeconómica”.
En cuanto al desagregado de los distintos tributos “se prevé una mejora sustancial en términos reales con una inflación al 33%”, resaltaron, en buena medida asociada a una recuperación de la actividad económica que impacta en ítems como Ganancias, IVA o los tributos de la seguridad social. Respecto al gasto, se explica el conjunto de pilares estratégicos en los cuales el Estado juega rol clave en infraestructura, la salud, la educación, la ciencia y educación y las políticas de protección social activa con perspectiva de género en un contexto de dificultades.