En el último año el precio de la madera se duplicó, tanto los valores de las tablas y placas de primera transformación como los de los muebles terminados, lo que ubica al sector entre los de mayor aumento en los costos de construcción desde que se desató la pandemia. El Gobierno se reunió con representantes de la cadena de valor para analizar la situación y los empresarios aseguraron que el incremento responde a un reacomodamiento de precios luego de casi un lustro de "pérdidas contra la inflación". A partir de un "boom de demanda interna" y precios internacionales en sus máximos en dos décadas, los eslabones vinculados con la exportación están obteniendo abultadas ganancias y un nivel de actividad y ventas sostenido. La contracara es que se privilegia el mercado internacional por sobre el consumo interno y en los primeros meses de este año hubo situaciones de desabastecimiento para la construcción. Desde el sector y el Gobierno se trabaja en programas que puedan aumentar la producción.
El último informe del INDEC revela que los precios mayoristas para "madera y productos de madera excepto muebles" acumulan en los últimos doce meses un aumento a mayo del 108,7 por ciento. "Lo que hubo fue un reacomodamiento de precios. En los últimos años la lista de precios de nuestros productos subió entre un 25 y un 28 por ciento versus una inflación de 40, 45 ó 50 por ciento. Lo que se ve ahora es que la actividad se reactivó un poco, entonces es momento de recuperar los precios a valores anteriores", señaló, en diálogo con El Destape, el presidente de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), Román Queiroz. "No es que hubo un exceso de precios aprovechando que hay mucha venta. Desde 2016, cuando asumió el gobierno anterior, hubo una caída de la actividad y de las ventas importantes y los precios no acompañaron la inflación. Ahora con las exportaciones y un boom en el mercado interno, fue el momento. No fue una suba por que sí", asegura el empresario.
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La producción del segmento madera y productos de madera para los primeros cinco meses del año se encuentra 15 por ciento por encima de los valores de 2020 y un 5 por ciento superior a lo registrado en 2019. El último dato de mayo muestra una suba interanual del 12 por ciento. Por su parte, la exportación de madera aserrada se encuentra en su nivel máximo desde el año 2007. Los primeros cinco meses del año acumulan una suba del 60 por ciento contra el mismo período de 2020 y del 45 por ciento respecto a 2019. "Este factor se encuentra explicado por una suba de precios internacionales de la madera", explican desde el sector privado.
Si bien la cadena involucra desde la primer eslabón, que es el aserradero, hasta la confección e incluso reparación de muebles, lo que se está exportando actualmente mucho es la primera y segunda transformación, las tablas o tableros, que después se utilizan para una obra o construcción. Las ventas de aserraderos se encuentra en su máximos en 15 años. En muebles no hay gran volumen de exportaciones, porque el mercado está inundado de productos de Brasil y China. Hay un pequeño nicho de mueble de diseño. Esta mejora se da en un contexto de gran consumo de madera que se registra en Estados Unidos y Centroamérica, lo que elevó el precio como commodity. En el último año y medio el precio internacional de la madera aumentó un 70 por ciento (en dólares). "Estados Unidos apostó mucho a la obra pública y la construcción para la pos pandemia, entonces hay mucho consumo, y se le exporta", explica Queiroz.
Recuperarse del macrismo
El sector se encuentra actualmente protegido del ingreso de importaciones. "Hay muy pocas importaciones, porque hay una administración del comercio de este Gobierno que protege las economías regionales", sostiene el titular de FAIMA. El sector había ingresado en una fase recesiva a fines de 2015 y con el macrismo no hizo más que profundizar la situación. "Era muy difícil trabajar en un contexto donde cambiar un cheque en un banco se comía el 20 por ciento a 60 o 90 días. Además, hubo una apertura indiscriminada de las importaciones . En enero de 2016, al mes que asumió el gobierno anterior, se abrieron las importaciones de productos de nuestro sector que se vieron afectados", detalló el presidente de la Asociación. "Eso generó una fuerte caída en la producción y, obviamente, despidos. Ahora hay mejores perspectivas, porque hay un comercio administrado y hay algo de dinero en la calle tanto para consumo de muebles como para obras privadas. aunque quedan cosas por resolver", agregó.
La ola de ventas fue durante el segundo semestre del 2020, aunque todavía se encuentra en niveles superiores a años anteriores, y a principios de 2021 hubo situaciones de desabastecimiento interno. En las últimas semanas hubo conversaciones entre referentes del sector y funcionarios del Gobierno, donde los empresarios insistieron con que la suba en los precios fue "un reacomodo de años anteriores que no pudieron trasladar porque el sector estaba en crisis". "El año pasado los precios aumentaron más de 100 por ciento, un poco por la inflación, otro por la alta demanda y otro por este reacomodamiento de años anteriores. Estaban muy atrasados", reiteraron desde el sector. Respecto de las demoras, reconocen que se privilegió la exportación. "Ante la enorme demanda externa que hay y como esos precios no se pueden trasladar al mercado interno porque son impagables, hubo una demora en la entrega de algunos productos. Porque si yo vendo un producto a siete pesos acá o a diez afuera, lo vendo en el mercado externo. Eso es lamentablemente es así. Todos quieren ganar plata", señala Queiroz.
La solución sobre la que se trabaja es aumentar las inversiones, pero este tipo de industrias requieren de desembolsos muy grandes. Hablamos que un aserradero de envergadura necesita entre 700.000 y un millón de dólares para importar una máquina, porque un 80 por ciento son importadas, lo que requiere de cierta celeridad para poder girar los dólares, con las limitaciones que existen actualmente para acceder al mercado de cambios. También habrá que ver si estos momentos de bonanza para el sector va a continuar, tanto en el mercado interno como externo, además de cómo va a reaccionar la economía a la pos pandemia. "En los últimos meses bajaron un poco los precios. Creemos que mientras siga el boom de la construcción van a seguir estos precios para el mercado externo. Depende mucho de lo que pasa en Estados Unidos. pero hay una clara intención de la administración Biden de apostar a la construcción pública y privada para estimular la actividad pos pandemia. Habrá un par de años de buenos precios", pronosticó el titular de FAIMA.