Inflación: tras la baja de junio, un pronóstico para julio

Luego de la difusión de la inflación mayorista y canasta básica, un informe privado advirtió sobre lo que pasará este mes. Cercanía de las elecciones, aumentos regulados, Precios Justos, Ahora 12 y la volatilidad de los precios estacionales.

19 de julio, 2023 | 19.51

Tras la fuerte aceleración de principios de año, la inflación se desaceleró por segundo mes consecutivo en junio, reduciendo temores sobre una espiralización del proceso inflacionario en el corto plazo. Sin embargo, la proyección de julio difícilmente arroje una nueva baja respecto al mes anterior. De acuerdo a un informe privado, la distorsión de precios relativos y la falta de confianza para coordinar expectativas son dos factores que atentan contra el amesetamiento a la baja.

En junio, la inflación trepó un 6% mensual, moderándose frente al 7,8% de mayo y al 8,4% de abril. La dinámica del mes estuvo mayormente explicada por lo ocurrido con los precios estacionales y, en particular, por una mayor parsimonia en los aumentos de alimentos frescos (carnes, verduras y frutas). El registro se ubicó por segundo mes consecutivo por debajo de las expectativas del mercado. 

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Según el Indec, la canasta básica total aumentó 6,7% y trepó al 124% interanual en junio. En paralelo, los precios mayoristas aumentaron 7,5%, lo cual marca un antecedente negativo para la proyección minorista de julio.

A pesar de la desaceleración mensual, la inflación del segundo trimestre promedió el 7,4%, trepando desde el 6,8% del primer trimestre, al tiempo que la inflación interanual trepó a 115,6%, volviendo a situarse en máximos desde 1991. En el primer semestre acumuló 50,7%, mientras que para el mismo período de 2022 el avance había sido de 36,2%.

El principal factor que motivó la moderación fue la abrupta desaceleración en la suba de la categoría Estacionales y, en particular, la mayor calma en los aumentos de alimentos frescos (carnes, verduras y frutas). Esta tendencia estaría revelando que los efectos de la sequía sobre la oferta de frutas, verduras y carne aviar parecieran haberse aplacado.

Esta tendencia responde a los impactos de la sequía: los productores anticipan la salida de animales de los campos por la menor disponibilidad de pasto para la alimentación y temores a la mortandad del ganado. En consecuencia, se adelanta el envío a faena o se “terminan” los animales en corrales, agregándole más rápidamente los últimos kilos a base de granos (engorde intensivo). En el primer semestre, la faena creció 13% i.a., marcando el mayor nivel el proceso de liquidación de vientres desde 2009. Este escenario deriva en mayor presión bajista sobre los precios de la hacienda que se absorbe en el mercado local frente a una demanda debilitada.

Qué pasará en julio con la inflación

Según la consultora Ecolatina, para julio estimaron un guarismo que no superaría el 7%. En el mes habrá menos aumentos puntuales que en mayo y junio: prepagas (+8,5%); colectivos y trenes (+8%), servicio doméstico (+6%); internet, cable y telefonía (+4,5%); combustibles (+4,5%); y colegios privados.

Hacia adelante, partiendo de "una inercia que se ha ido consolidando en pisos más altos", el proceso inflacionario "seguirá siendo inestable frente a la ausencia de anclas, la distorsión de precios relativos y la falta de confianza para coordinar expectativas en medio de la incertidumbre propia de la transición electoral", señaló el informe.

A un mes de las PASO y en el marco de la renegociación del acuerdo con el FMI, el Gobierno "no dispone de margen para apelar a las tradicionales medidas desinflacionarias pre-electorales: congelar las tarifas de servicios públicos o atrasar el tipo de cambio oficial", subrayó Ecolatina. Por este motivo, "seguirá apuntando a evitar nuevos shocks: mantener contenida la brecha cambiaria -incluyendo el sostenimiento de una tasa real positiva- destrabar los desembolsos con el FMI y maximizar la utilización del swap de monedas con China y el crédito comercial de importadores a fin de evitar disrupciones en el mercado cambiario", agregó.

Sumado a esto, el Gobierno seguirá apelando al programa Precios Justos para los productos de consumo masivo, sumado a su extensión para bienes durables y semi-durables (electrodomésticos, electrónica de consumo, calzado e indumentaria, motos y bicicletas acordaron mantener los precios que tenían al 31 de mayo congelados hasta el 15 de agosto). El programa, además, se amplió a comercios de cercanía, como almacenes y autoservicios, con el objetivo de mejorar su efectividad, teniendo en cuenta que se evidenció un mayor crecimiento de los precios en esos canales de venta.

A su vez, se acordó la renovación del programa Ahora 12 con el objetivo de estimular el consumo, vigente hasta enero de 2024, contemplando proveedores que hayan suscrito los convenios de Precios Justos. Sin embargo, el segundo semestre no estará exento de riesgos: la volatilidad de los precios estacionales; un posible ajuste en los precios de la carne vacuna ante una potencial menor faena sobre fin de año; las reacciones de los agentes económicos ante el resultado de las elecciones y la incertidumbre cambiaria propia del año electoral -búsquedas de cobertura, expectativas de devaluación- "podrían añadirle presión adicional a un proceso inflacionario con marcada inestabilidad", enfatizó Ecolatina.

"Por estos motivos, no esperamos una continuación de un sendero de desaceleración de la inflación, y, de no mediar nuevos sobresaltos, el 2023 cerraría en torno al 130%" ,cerró el informe.