Con las reformas de Milei, habrá subas exponenciales en el precio de los alimentos

Con la eliminación de la ley de abastecimiento y los cambios en el código aduanero, los fabricantes de alimentos ya piensan en derivar su producción hacia la exportación, con fuertes subas para el mercado local. 

21 de diciembre, 2023 | 23.17

En la Argentina de Javier Milei, acceder a las comidas diarias será una odisea. No es que el país se quedará sin producción de alimentos o materias primas, todo lo contrario. Con el DNU libertario, los precios de los alimentos seguirán escalando, en un escenario que se encamina a consolidar una hiperinflación. Tanto el Presidente como el ministro de Economía, Luis Caputo, afirmaron que la variación general de precios llegaría al 3000% acumulada en doce meses. Quizás, ese guarismo sea tan solo el piso. Con la re regulación económica vía decreto, el Gobierno libertario avanzó con una serie de concesiones que favorecerán a los grandes jugadores de la alimentación y la exportación, en detrimento del bolsillo de los trabajadores y trabajadoras.

Libertad para el desfalco. La serie de cambios incluye la eliminación de la ley de abastecimientos y góndolas; las empresas nucleadas en la Copal tendrán libre acción para continuar con el abuso de precios. A su vez, con las modificaciones aduaneras, las agroalimenticias podrán exportar toda su producción sin contemplar a los consumidores locales.

El plan de miseria planificada de los libertarios consolida la influencia de la casta empresarial dentro de la estructura social y política del país.

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Amos y señores

La eliminación de la Ley de Abastecimiento y de góndolas responde al lobby de las grandes alimenticias nucleadas en la Copal, entidad presidida por Daniel Funes de Rioja, también titular de la UIA. Empresas como Arcor (Pagani), Molinos (Pérez Companc), Nestle o Unilever tendrán la libertad de aumentar precios de manera arbitraria y, llegado el caso, redireccionar productos hacia el comercio exterior en detrimento del mercado interno. El Fondo BlackRock, con participación accionaria en Molinos, Nestle y Unilever, también mira de reojo el DNU y celebra.

La peor parte de la re regulación de la estructura economía recaerá sobre los trabajadores y trabajadoras; la crisis se sentirá en un mayor deterioro del poder adquisitivo ante la posibilidad de nuevos abusos en los precios.

El DNU de Milei representa una enorme transferencia de recursos hacia los sectores concentrados. Por ejemplo, de un total de 47 empresas que producen pastas secas, cuatro acaparan el 67,4% de la capacidad instalada agregada. Y solo cinco acumulan el 76,5% de la producción anual. La sociedad Molinos Río de la Plata se queda con el 44,5% de todo este mercado.

Y en el caso de las galletitas, la industria está conformada por alrededor de 100 empresas, mayormente pymes. Sin embargo, la estructura productiva se caracteriza por una importante concentración, donde solo dos firmas acaparan el 60% del mercado interno: Arcor (Bagley Argentina S.A.) y Mondelez (ex Kraft-Terrabusi).

¿Se entiende quiénes querían la derogación de la ley de góndolas y abastecimiento?

¡Afuera!

La re regulación del comercio exterior también pegará directamente en la mesa de los trabajadores y trabajadoras. Con los cambios introducidos al código aduanero, el Estado destruyó una serie de herramientas fundamentales para el control de los precios relativos, a partir de las cuales se podía mitigar el impacto negativo de las variaciones internacionales y, a su vez, garantizar el abastecimiento interno.

¿Qué pasará cuando los grandes frigoríficos nucleados en el Consorcio ABC privilegien exportar carne antes que abastecer el mercado interno? La misma pregunta podría caber para los productores y exportadores de trigo. Milei borró la posibilidad de que el Estado fije cupos de exportación, en función de las necesidades del consumo local.

Para consolidar esta estrategia, también tuvieron que desactivar los Fideicomisos del Trigo y Aceite, pensados como instrumentos para desacoplar el valor internacional de algunas materias primas del valor local de sus derivados. ¿Qué ocurrirá con el precio del pan cuando las cerealeras nucleadas en la CIARA –CEC vuelquen –potencialmente- toda la producción hacia los mercados externos? ¿O cuando el maíz que se utiliza para la producción ganadera cueste lo mismo que lo indicado en una pizarra de Chicago?

Todas las respuestas llegan a un mismo punto: podría haber faltantes de esos alimentos, sumado a una escalada de precios a favor de las grandes cadenas concentradas, las mismas que se beneficiarán con la eliminación de la ley de abastecimiento, góndolas y la reforma laboral. Todo tiene que ver con todo.

Con la liberación absoluta de la economía, los únicos libres serán los sectores concentrados