El Gobierno festejó la baja de la pobreza en más de 12 puntos entre el segundo y el tercer trimestre de este año, según cifras que difundió el Ministerio de Capital Humano. Se trata de una cifra que sigue la metodología del Indec, pero que toma una canasta que, como admite el propio organismo estadístico, está desactualizada.
Ayer, Capital Humano dio a conocer hecho a través del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS), que, en base a la metodología del Indec, proyectó que en el tercer trimestre de 2024 la pobreza estuvo en el orden del 38,9%, partiendo de un 51% en el segundo trimestre. Es decir, una caída de 12,1 puntos. El organismo que conduce Marco Lavagna solo revela los datos de pobreza de manera semestral, por lo que recién dará a conocer su relevamiento del tercer y cuatro trimestres en febrero de 2025.
Analistas expertos en ingresos explicaron que la causa fundamental de esta importante baja intertrimestral es, obviamente, la fuerte baja de la inflación, que pasó del 25% mensual en diciembre al 3,5% mensual en septiembre, al final del período analizado. Pero, sobre todo, obedece a la relativamente leve inflación en alimentos.
"La inflación en alimentos viene en baja desde mayo y muy por debajo de la inflación general, lo que magnifica el efecto de ese proceso de desinflación. Entonces, cuando tenés una medición de pobreza tan sensible a los ingresos, lo que ocurre es que cuando sube mucho la inflación, como pasó a finales de diciembre, te salta mucho la pobreza. Y cuando baja mucho, como ahora, cae fuertemente", explicó Leo Tornarolli, economista del CEDLAS de UNLP e investigador sobre la pobreza, en diálogo con El Destape.
Concretamente, la inflación en alimentos fue del 90% entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, 22 puntos por debajo de la inflación general del período, del 112% según el Indec. Se trató del tercer rubro que menos aumentó en esos meses, por detrás de "prendas de vestir y calzado" y de "equipamiento y mantenimiento del hogar".
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Esto es lo que explica, además, la fuerte baja de la indigencia, que se redujo casi a la mitad entre un trimestre y el siguiente al caer del 16% al 8,6%, dado que la misma se mide a través de quienes no llegan a cubrir la Canasta Básica Alimentaria (CBA).
Pero la baja de la pobreza no implica que los ingresos en general hayan subido en igual magnitud. "Es posible que los ingresos todavía sean hoy más bajos que un año atrás, quizás alrededor de un 7%. Si medís los ingresos contra el IPC del Indec, te van a dar más bajos que si los medís contra la canasta alimentaria", señaló Tornarolli. El especialista advirtió, en ese sentido, que "si la economía no crece, por más que se estabilice y que la inflación baje, la pobreza no va a seguir bajando y se va a perpetuar en estos niveles bastante elevados".
El problema de la canasta que mide el Indec
Como sea, hay consenso entre los especialistas en que esta medición difundida por Capital Humano a partir del CNCPS refleja fielmente la que hubiera dado el Indec en caso de medir la pobreza trimestral y no semestralmente. "Rotundamente sí", respondió Tornarolli a esta pregunta. "Con los datos de distribución del ingreso siempre pude proyectar la pobreza con un margen de error mínimo", destacó.
Sin embargo, los cuestionamientos pasan, justamente, por cuánto esta canasta utilizada por el Indec refleja la realidad de la gente. De hecho, El propio titular del Indec, Marco Lavagna, reconoce –a través del anuncio de futuros cambios—inconsistencias en las mediciones de precios, básicamente por cambios en los hábitos de consumo y en las ponderaciones de servicios en las canastas. Con los aumentos tarifarios, los servicios pasaron a representar un mayor porcentaje de la canasta que se utiliza para medir la pobreza e indigencia (vía ingresos). Este problema se profundizó a partir de los tarifazos que aplicó el macrismo entre 2015 y 2019, no fue resuelto por la administración de Alberto Fernández y volvió a empeorar con el actual gobierno libertario.
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Este índice es el que sigue vigente, aunque, ante la fallida Encuesta de Hogares 2012/2013, debió utilizarse la estructura de gastos de consumo y tipos de comercios de 2004/2005, pero con precios actualizados a una base 100 para diciembre de 2016. En estas mediciones, los ponderadores mantienen una alta incidencia en alimentos, particularmente de la carne, y baja en servicios (donde aún se incluye el gasto en telefonía fija). Sin contar que ninguna estimación toma en cuenta el gasto en alquiler de la vivienda.
Al respecto, Tornarolli advirtió que "posiblemente hay un problema con los servicios" escasamente ponderados en la canasta del Indec. "Hay que reestimar la canasta. Eso te va a cambiar seguro los niveles de pobreza" moderando la baja del tercer trimestre, agregó, aunque aclaró que eso no debería cambiar la tendencia general de reducción de la cantidad de pobres en el período.
En líneas generales, los alimentos y bebidas tienen una incidencia del 22,6 por ciento; los gastos en electricidad, gas y otros combustibles, de 14,5 por ciento; en transporte, de 14,2 por ciento y comunicaciones, de 5,2 por ciento. Para dar un ejemplo del desfasaje, el último informe (a diciembre) del Observatorio de Tarifas y Subsidios de UBA-Conicet da cuenta que la canasta de servicios públicos del AMBA representa el 11,9 por ciento del salario promedio registrado estimado del mes de diciembre, mientras que el peso proporcional del gasto en transporte alcanza el 39 por ciento.
La nueva canasta que estudia lanzar el Indec
En la nueva encuesta con la que el Indec pretender avanzar en una canasta más fiel a los consumos del siglo XXI, se procesa una base de datos con más de 350.000 precios proveniente de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHO) de 2017. Entre otros, en la nueva encuesta se incluyen servicios de streaming (Netflix, Disney+, Spotify, Pack Fútbol y otras plataformas digitales), que obviamente no formaban parte de la canasta 2004/2005.
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Al contrario, desaparecerían otros que siguen teniendo peso y ya no existen, como el alquiler de películas en videocasetes (caso Blockbuster) y la compra de CD, reproductores MP4 o walkman. También pierden relevancia en el índice la telefonía fija y el fax debido a la fuerte expansión de la telefonía móvil, al igual que los servicios de TV por cable y accesos a internet. En productos de consumo masivo, el sistema está programado para incorporar los cambios de tamaño en los envases (de alimentos, gaseosas y artículos de limpieza) a fin de obtener precios homogéneos y comparables.
Aunque en septiembre Lavagna anticipó que lanzaría el nuevo IPC dos meses después, es decir, en noviembre pasado, lo cierto es que luego no hubo novedades oficiales y por ahora la presentación de la nueva canasta viene demorada, sin ninguna fecha tentativa.