29 de septiembre, 2022 | 08.46

Mientras subió la indigencia, las empresas alimenticias dispararon sus ganancias

Se dio una transferencia de ingresos desde las familias a las corporaciones alimenticias por las continuas remarcaciones de precios y la pérdida de poder adquisitivo.

Pese a que la pobreza se redujo, más argentinos pasaron hambre en el segundo semestre. Las cifras que reveló el Indec reflotaron la propuesta de una política que garantice la alimentación a las familias más vulnerables. En contraste con esto, las corporaciones alimenticias engrosaron sus ganancias ya récord.

El Indec precisó que a junio el 36,5% de la población vivió por debajo de la línea de pobreza, lo que implicó un descenso de 0,8 puntos. Si bien se podría apuntar una desaceleración en la baja, resalta aún más que, al mismo tiempo se incrementó la indigencia: pasó del 8,2% al 8,8%. Esto implica que mayor cantidad de personas no obtuvieron ingresos que les permitieran cubrir sus necesidades básicas calóricas.

“El ministerio de Economía ha trabajado duro en todas las áreas de su competencia, pero es necesaria una política de intervención más precisa y efectiva en el sector y, al mismo tiempo, diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia”, le pidió por Twitter la vicepresidenta, Cristina Kirchner, a Sergio Massa. “Está más que claro que estamos ante un fenómeno de inflación por oferta y no por demanda. Las empresas alimentarias han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad”, resaltó.

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El planteo de Cristina refuerza el debate dentro del Frente de Todos por crear una política que ataque el hambre. El frente Patria Grande había propuesto un salario básico universal y su falta de tratamiento estuvo a punto de marcar su salida del bloque.

La propuesta de máxima aspira a garantizarle un ingreso que cubra la canasta básica alimentaria a nueve millones de personas. Sin embargo, sus impulsores, los diputados Itaí Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli se mostraron abiertos a limitar ese universo y los requisitos con tal de que los más vulnerables puedan contar con los platos de comida necesarios. Dado que busca absorber otros planes sociales y generar un efecto recaudatorio, el costo fiscal neto estimaron se ubica en el 0,9% del PBI y aseguraron que permitiría “eliminar la indigencia”.

Otro proyecto fue lanzado por los senadores Juliana Di Tullio y José Mayans, que quiere otorgarle un monto equivalente al de una canasta básica alimentaria de un adulto a alrededor de 1,7 millones de personas entre 24 y 65 años. Según los fundamentos de la iniciativa, el costo fiscal será del 0,4% del PBI y se financiará con recursos del del Tesoro Nacional. El monto se actualizaría cada tres meses y sería de carácter temporario, dado que se otorgaría sólo por un año, con posibilidad de renovarse.

Las ganancias extraordinarias de las alimenticias

El aumento de la indigencia en Argentina se explica, en parte, por la transferencia de ingresos que se dio desde las familias a las corporaciones alimenticias, gracias a lo que registraron ganancias extraordinarias. El seguimiento de sus balances que realiza periódicamente El Destape indica que, tras pérdidas multimillonarias con el gobierno de Mauricio Macri, las compañías concentradas del sector pasaron a registrar utilidades récord desde el último tramo de la pandemia, con remarcaciones de precios abusivas que nunca culminaron.

El apunte de Cristina Kirchner al respecto coincide con la visión del vice ministro de Economía, Gabriel Rubinstein, quien por la presentación del Presupuesto 2023 en la Cámara de Diputados esgrimió contra las compañías concentradas. “Los márgenes brutos empresariales han quedado altos. Hay que buscar la manera de ser eficientes y que los márgenes de las empresas vuelvan a ser lo que eran un par de años atrás”, criticó, en referencia al período donde gobernó la ahora Vicepresidenta.

La inflación se desaceleró levemente en agosto, pero se mantuvo en el 7% mensual, de acuerdo con el último informe del Indec. En julio había arrojado el alza más alta de la que se tenga registro en las mediciones oficiales (7,4%). En el cotejo interanual, los precios minoristas reflejan un incremento del 78,5%. El método de las corporaciones para siempre ganarle a estas variaciones fue, en palaras del propio Federico Braun, presidente del supermercado La Anónima, "remarcar precios todos los días". Esto, a su vez, desencadenó nuevas subas en el resto de la cadena, pero con cada vez mayor porción de la torta que quedó en manos de la oferta concentrada.

En el bienio 2020-2021, las utilidades operativas de las principales alimenticias treparon 170% (contra una inflación acumulada del 105%). En el mismo período, la inflación de alimentos y bebidas fue del 114%. El reporte "Claves para la 'guerra' contra la inflación del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, que dirige Claudio Lozano, demostró la correlación entre las remarcaciones de los oligopolios argentinos y sus resultados.

La mayor firma alimenticia del país, Arcor, sólo incrementó sus ganancias 38% en el primer semestre de este año, pero sumó un neto nada despreciable de $ 19.935 millones. Esto, cabe destacar, sucedió luego de que la corporación consiguió utilidades récord en 2020 y estas las multiplicó por 142% en 2021.

La segunda de mayor peso y también nacional, Molinos Río de la Plata, hizo volar sus ganancias netas 217% en el primer semestre de este año de forma interanual. La nave insignia de la familia Pérez Companc se quedó con un resultado total de $ 5.195 millones a junio.

De acuerdo a sus estados contables, en el análisis a 90 días, pasaron de registrar pérdidas en el segundo trimestre de 2021 (un negativo de $ 510 millones) a amasar una utilidad de $ 2.857 millones en el mismo período de 2022. Molinos Río de la Plata domina los rubros fideos, de concentración muy alta; y arroz y aceites, de alta concentración.

En 2021, la dueña de La Serenísima (Mastellone) obtuvo un resultado bruto de $ 27.347,1 millones. Al mismo tiempo, el ingenio Ledesma registró un positivo antes de impuestos de $ 9.150,4 millones.