En un año, la canasta mínima para no caer bajo la línea pobreza aumentó un 300%

Para la Universidad Nacional Torcuato Di Tella, habría en el país 13 millones de personas bajo la línea de pobreza, casi un millón más que hace un año. 

15 de febrero, 2024 | 00.05

Entre noviembre del año pasado y enero de 2024, la variación de precios acumuló un alza del 59%. En el medio, el inicio del programa sistemático de miseria planificada de La Libertad Avanza que incluyó un brutal ajuste fiscal, recorte de recursos hacia las provincias, una devaluación y la caída del poder adquisitivo de los salarios. Desde el Gobierno suelen sostener que con el ajuste lograrían reducir la inflación. Miseria planificada. Con los últimos datos sobre el aumento de los precios de los alimentos, para el Departamento de Economía de la Universidad Torcuato Di Tella, la pobreza llegaría a las 13 millones de personas, un millón más que hace un año.

La inflación de enero registró un alza del 20,6% en relación al mes anterior. Si bien el resultado fue cinco puntos porcentuales menos que en diciembre, los precios generales de la economía se dispararon un 254% en la comparación interanual. La suba de los alimentos sigue marcando la delantera. La pobreza también sigue en aumento.

Durante enero pasado, una familia tipo - integrada por dos adultos y dos menores de edad - necesitó reunir ingresos por 596.823 pesos para no caer bajo la línea de pobreza. Asimismo, para no ser considerados en situación de indigencia, una familia necesitó reunir ingresos por 285.000 pesos. Esto significa que la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) fue de 18,6% mientras que la de la canasta básica total (CBT) fue de 20,4%. Las variaciones de la CBA y de la CBT resultaron del 296,4% y 264,9%, en términos interanuales.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

En este escenario, Javier Milei ya aplica su esquema de re regulación de la estructura económica – a pesar de no contar ni con DNU ni Ley Omnibus – luego de haber creado una zona liberada para el abuso de suba de precios y transferencias de riqueza hacia los sectores concentrados.

Sube, sube, sube

En los últimos tres meses (noviembre – enero), la variación de precios acumula una suba del 59%; en el caso puntual de los alimentos, el alza fue del 65%. Sin embargo, algunos bienes registraron alzas mucho más exponenciales, en coincidencia con la eliminación de controles a los abusos de precios, la devaluación de Milei – Caputo, y la enorme transferencia de recursos a los sectores exportadores que fabrican alimentos.

Por ejemplo, el pan de mesa pasó de los 804 pesos el kilo en noviembre a 1592 pesos, según el último dato del Indec. Es decir, un salto del 98%. El precio del arroz también aumentó un 100% (de 1020 pesos a 2046 pesos el kilo).

Otro alimento que tuvo un alza exponencial fue la leche entera. En noviembre último podía conseguirse a 457 pesos el sachet de litro (Gran Buenos Aires), mientras que para enero había mutado a los 842 pesos. Una suba del 84%. Los fideos de guiso subieron en tres meses un 48%, un porcentaje similar al de la carne picada.

Este grupo de alimentos forma parte de la Canasta Básica Alimentaria y Total, utilizadas en el país para medir los niveles de pobreza e indigencia. La conclusión se hace evidente: la vulnerabilidad social –que ya venía acrecentándose durante el gobierno del Frente de Todos- se profundizó. En la comparación interanual, durante el primer mes de 2024 una familia tipo necesitó reunir 600.000 pesos para no ser considerados pobres, dos veces más de lo requerido un año atrás.

El Gobierno de Milei viene ejecutando lo que se propuso: el disciplinamiento social a partir de la exclusión de sectores populares y medios.

Pobreza

Con los últimos datos sobre la valorización de la CBT y CBA, el Departamento de Economía de la UNTD estimó que la tasa de pobreza para el semestre agosto 2023 – enero 2024 se ubicó en el 43,7% de la población cuando para el mismo período del año pasado se había ubicado en el 39,4%.

“La incidencia proyectada es un promedio ponderado de una tasa de pobreza estimada en 38.4% para el bimestre agosto-septiembre de 2023, 46.3% para el cuarto trimestre de 2023 y 46.8% para enero de 2024. Esta proyección sugiere que alrededor del 44% de las personas viven en hogares urbanos pobres. La población urbana capturada por la EPH en el semestre de referencia se estimó en 29.4 millones de personas lo que implica que alrededor de 12.9 millones viven en hogares urbanos pobres”, puede leerse en el último informe de la UNTD, coordinado por el economista Martín Rozada.

Este escenario seguirá profundizándose. El Gobierno de Javier Milei plantea un importante recorte de los planes sociales, lo que explica hasta casi la mitad de los ingresos en los hogares de menores recursos. En el agregado, los programas de transferencia de ingresos nacionales tienen alrededor de 7 millones de beneficiarios e implican un presupuesto de 1,2 por ciento del PBI. Sin embargo, el impacto de esto es significativo como consecuencia de su magnitud y alto grado de focalización sobre los estratos más bajos, llegando a representar hasta el 58,9 por ciento de los ingresos de ese sector. Estos programas, además de su impacto distributivo, estimulan el consumo, lo que reduce esa inversión presupuestaria vía recaudación.

El ajuste sobre estas partidas sociales tendrá entonces como consecuencia una reducción del consumo; por ende, se verá afectada la actividad y la recaudación, haciendo todavía más profundo el ajuste. Para los hogares de menores recursos el ajuste será doble; por un lado, por la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos, por la eliminación directa de buena parte de las fuentes de obtención de éstos, y, por el otro, por el recorte en los programas sociales focalizados que mejoran la situación de esas familias.

La inflación que viene

Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), durante la segunda semana de febrero volvió a registrarse una suba en el precio de los alimentos. Pero el plato fuerte inflacionario vendría por los bienes y servicios regulados. En este sentido, el Gobierno anunció la quita de subsidios a los servicio públicos.

“El incremento de una boleta de gas, por ejemplo, pasaría de $5000 a $20.000 en tres cuotas”, destacaron desde CEPA.

Por otro lado, a principios de febrero se incrementaron las tarifas de colectivo y trenes en el orden del 250% en la región metropolitana.

“En el resto del país hubo incrementos de igual cuantía que se intensificarán con el anuncio de la eliminación del Fondo de Compensación al Interior. Adicionalmente, en febrero se aplicó 6,4% de ajuste de naftas –correspondiente al congelamiento de 2022– y se prevén tres aumentos de 4,4% (cada uno) en marzo, abril y mayo, correspondientes a la actualización del congelamiento del impuesto durante el 2023”, concluyó el CEPA.