La suba registrada en los dólares financieros desde el piso que alcanzaron la semana pasada licuó en dos jornadas la ganancia acumulada en tres meses de carry trade y abrió un debate entre quienes culpan a la presión que ejercen los argentinos que salen de turismo al exterior y quienes ven un “cambio de viento” con una mayor presión a la salida de capitales de los mercados emergentes.
La brecha entre las cotizaciones de los dólares financieros y el oficial, que subió a 10%, suele ser el termómetro de las presiones devaluatorias, que se transmiten a la economía real vía aceleración del proceso inflacionario.
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El dólar MEP, para los inversores locales que ejercieron el carry trade, tocó piso el lunes 9 de diciembre, con una cotización de $1.049,33 y el dólar CCL, para inversores que ingresaron divisas desde el exterior por el mercado bursátil, lo hizo el 12 de diciembre, con $1.066,95. Desde entonces, el MEP subió 9,14% a $1.145,26 y el CCL 7,93%, a $1151,51 frente a una tasa mensual capitalizable de 2,9% de las Lecap cortas o de 2,63% en la última licitación.
El Gobierno tomó la decisión de intervenir vía el Banco Central (BCRA) en el mercado financiero para evitar la ampliación de la brecha, por lo que se espera que cumpla con esa decisión o se arriesga a una aceleración de la salida de capitales que quieran consolidar la renta del carry trade acumulada en la segunda mitad del año.
El BCRA también tiene la opción de revertir la baja la tasa de referencia, que resolvió el 5 de diciembre pasado, precisamente el punto previo al inicio de la escalada ascendente del dólar. En esa ocasión, bajó de 35% a 32% la tasa de política monetaria con la intención de que el Tesoro acompañe la tendencia en la licitación de deuda de la semana pasada, pero la Secretaría de Finanzas solo pudo colocar $5,4 billones, frente a vencimientos por $6,2 billones, con tasas que oscilaron en 2,63%.
La otra opción que manejan en el mercado como motivo de la escalada de la divisa tiene que ver con la demanda de los argentinos que salen al exterior que prefieren afrontar los pagos con dólares en efectivo incluso para pagar el resumen de la tarjeta de crédito.
Frente a un dólar turista (el que se utiliza para pagar los consumos con tarjetas de débito o crédito) que cotiza a $1.668 es más conveniente comprar dólar MEP. Incluso, la caída de US$2.800 millones del stock de depósitos en dólares está asociada al pago de consumos en el exterior, además del retiro en efectivo en las sucursales.
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En las últimas jornadas se sumó también una preocupación política. “Con la reciente calma en el frente económico, marcada por una desaceleración de la inflación y una recuperación gradual de la actividad económica, la atención se mueve a la política”, advirtió el último informe de Max Capital. “La expulsión del senador Kueider, aliado del gobierno en votos clave recientes, complica la situación en el Senado”, señaló y puso también entre los temas preocupantes la relación del presidente Javier Milei con la vicepresidenta Victoria Villarruel.
La suba registrada por la divisa acompaña un movimiento de devaluación de las monedas de la región y que refleja la suba sostenida del dólar a nivel internacional que se sostiene desde el triunfo electoral de Donald Trump.
El cambio que se viene en Washington
La política económica adelantada por Trump para su segunda presidencia tendría efectos inflacionarios que podrían cambiar la estrategia del la Reserva Federal de bajar la tasa de interés, incluso cuando se reúna este jueves cuando en principio estaba previsto una nueva reducción.
El índice dólar DXY tocó un techo de 108,07 el 21 de noviembre y luego bajó hasta estabilizarse esta semana entre 106,80 y 106,98 puntos.
El principal impacto de la suba del dólar se registra en Brasil, donde se combina con una desconfianza de los mercados sobre su plan fiscal, que llevó al real a devaluarse 6,4% desde el 26 de noviembre. Ahora, en Argentina los dólares financiero treparon más.
En uno de los últimos informes, el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), señaló que “si bien la apreciación del dólar frente a las monedas de mercados emergentes no fue tan pronunciada como la observada durante la primera elección de Trump en 2016, ejerció presión sobre los activos de mercados emergentes”.
“Un dólar más fuerte aumenta el costo del servicio de la deuda denominada en dólares para los prestatarios de mercados emergentes y puede potencialmente desencadenar una fuga de capitales”, advirtió el IIF. “Las expectativas del mercado sugieren que la Reserva Federal puede verse obligada a moderar su ciclo de flexibilización en respuesta a las posibles presiones inflacionarias derivadas de las políticas fiscales y comerciales proyectadas por la administración entrante de Trump”, sostiene el informe.