La economía de Estados Unidos sufrió una contracción del 32,9% interanual en el segundo trimestre del año como consecuencia del impacto de la pandemia, de acuerdo a la primera estimación del dato presentada por la Oficina de Análisis Económico del Gobierno (BEA, por sus siglas en inglés). Este fue el peor derrumbe en la historia del país desde que se inició la serie estadística hace 72 años. Se había observado una caída del 5% en el trimestre previo.
El organismo alertó que los datos en los que se basa la proyección todavía están incompletos y tardarán en actualizarse, por lo que resulta complejo cuantificar los efectos económicos. Además, gran parte de las medidas de confinamiento decretadas en marzo y abril comenzaron a levantarse en mayo y junio, lo que provocó cierta aceleración en la actividad económica.
No hay precedentes en la historia reciente de Estados Unidos que igualen a una contracción tan severa como la registrada en el segundo trimestre. Desde que comenzó la serie histórica, en 1948, la mayor caída se observó en el primer trimestre de 1958, cuando el descenso fue del 10%. Durante la última recesión, el mayor descenso se registró en el cuarto trimestre de 2008, cuando el PBI registró una caída anualizada del 8,4%.
Prácticamente todos los componentes del PBI registraron datos negativos en el segundo trimestre. El gasto de los hogares se contrajo un 34,6% entre abril y junio en datos anualizados, frente al descenso del 6,9% del primer trimestre. Esto supone la peor lectura del dato desde que hay registros. El gasto en bienes descendió un 11,3%, mientras que el gasto en servicios se desplomó un 43,5%.
De su lado, la inversión de las empresas descendió un 27%, frente a la caída del 6,7% del primer trimestre. Esto supone la peor lectura del dato desde el tercer trimestre de 1952. En concreto, la inversión en estructuras cayó un 34,9%, mientras que la inversión en equipos descendió un 37,7% y la realizada en propiedad intelectual se redujo un 7,2%.
Asimismo, la Oficina ha desglosado que los ingresos personales disponibles de los estadounidenses se elevaron un 42,1% en el trimestre, lo que supone el mejor dato de la serie histórica. Asimismo, la tasa de ahorro se triplicó, hasta el 25,7%.