Después del impacto de lleno de la pandemia, el Gobierno apostó a la obra pública como motor fundamental de la economía. Para eso desembolsa $ 556.780 millones en más de 1.000 trabajos que lleva adelante en simultáneo en la totalidad de las provincias.
Alberto Fernández había apostado a la obra pública desde su llegada a la Casa Rosada, al punto de crear una cartera que maneje ese tema exclusivo. Después de cumplir con su rol de poner a punto de las necesidades al sistema sanitario en 2020, su ministro, Gabriel Katopodis, tomó la posta para reactivar la actividad económica.
Dos semanas atrás, Fernández y Katopodis inauguraron 30 obras en 11 provincias del país, con lo que consolidaron más de 1.000 obras públicas en las 24 jurisdicciones. El Presidente remarcó las diferencias de prioridades con Cambiemos y alertó sobre el endeudamiento desmedido que realizó su antecesor, Mauricio Macri. “Este año debimos pagarle a los acreedores privados U$S 7.000 millones; es decir, el equivalente casi a todo lo que estamos invirtiendo en estas mil obras para que todos los argentinos se desarrollen”, comparó el jefe de Estado. “La Argentina necesita de esta infraestructura para poder crecer", explicó.
Los más de 1.000 trabajos de infraestructura que ejecuta el Ministerio de Obras Públicas en las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires implican una inversión de $ 556.780 millones. Otros 833 proyectos se encuentran en circuito y proceso de evaluación y aprobación.
La mayoría de las obras consisten en viales (360). También desarrolla 243 de arquitectura, 204 de agua y saneamiento, 67 de equipamiento urbano y 57 de recursos hídricos.
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Datos alentadores de la obra pública
El mayor dinamismo que le dio el Ejecutivo a la obra pública ya comenzó a dar efectos. La construcción mejoró 4,4% en enero respecto al mes previo, con lo que continuó una senda de crecimiento iniciada en agosto.
El INDEC observó un mayor consumo de insumos en enero lo que, dentro del ministerio, explican corresponde a la infraestructura llevada adelante por el Estado. Tal es la situación del hierro redondo y acero, cuyo uso se incrementó 30,2%, y sobre todo del asfalto, con mejora del 35,8%.
Esto estuvo acompañado de otros productos compartidos por las obras públicas y las privadas. Se incrementaron 51% las ventas de pisos y revestimientos cerámicos, 44,1% de ladrillos huecos, 29,3% las de hormigón elaborado y 20,1% las de cemento portland.
La mejoría también se observa desde el plano laboral el sector, que venía en baja previo al COVID-19, desde mediados de 2019. La disminución de puestos de trabajo se frenó en julio de 2020 y encontró un punto de inflexión en agosto, momento desde el que brindó signos positivos, de acuerdo al Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE) del Ministerio de Trabajo.
Entre julio y diciembre de 2020 se incorporaron 17.000 trabajadores, de acuerdo a la cartera laboral. De este modo, el año terminó con mayor cantidad de puestos de empleo que en abril, el primer mes donde se podría observar el efecto de la pandemia.
Estas cifras muestran evidencias acerca del empleo registrado en el ámbito privado. Resulta menester considerar que la obra pública se lleva a cabo a través de empresas privadas, por lo que está contemplado en este empleo.
Qué futuro le depara al sector
Las empresas de la construcción que estiman una suba del nivel de actividad durante el próximo trimestre, la atribuyeron a nuevos planes de obras públicas (32,2%), al reinicio de obras públicas (31,7%) y al crecimiento de la actividad económica (22,8%), entre otros factores que mide el INDEC.
Entre las constructoras dedicadas fundamentalmente a la obra pública, el 42,9% opinó que la actividad aumentará al menos hasta abril 2021, mientras que 40,0% creía que no cambiará y sólo el 17,1% que disminuiría.
"Los datos muestran que se está revirtiendo el ciclo tras años de caída de la actividad en nuestro sector y, lo más importante, se está recuperando el empleo”, enfatizó el presidente de la Cámara de la Construcción, Iván Szczech. “Venimos trabajando de forma articulada con el Gobierno y con la UOCRA para el impulso de las obras privadas, pero sin lugar a dudas, el rol del Estado nacional para consolidar el crecimiento con obras en todas las provincias que mejoren la competitividad de todos los sectores de la economía, es fundamental”, ponderó. Ante los presupuestos elaborados por el Gobierno, el empresario confió: “Somos muy optimistas en cuanto a la consolidación de esta tendencia en función del presupuesto récord para los últimos años".
Coincidió con él Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA, quien reconoció que "los índices de recuperación que se vienen registrando en nuestro sector son alentadores; en especial para una industria que venía con una inercia de caída constante de actividad y pérdida de puestos de trabajo desde hace varios años, agravada el año pasado por efecto de la pandemia”. En esa línea, resaltó que “en los últimos meses se constata una recuperación sostenida de puestos de trabajo”.
En ese marco, Martínez elogió que “la decisión política del Gobierno nacional de dar impulso a la inversión en obra pública es acertada y estratégica, ya que la construcción es multiplicadora de empleo y actividad económica”. “Nuestra industria repercute favorablemente en otros sectores laborales y económicos y contribuye al desarrollo integral del país y a la expansión de la economía. Confiamos en que este panorama se acreciente a través de la inversión en obra pública e infraestructura previstas y que repunte la inversión privada", apuntó el gremialista.