Tras un año muy complicado, en noviembre hubo un leve repunte del salario real, que se ubicó por encima de los niveles inflacionarios. La implementación del programa Precios Justos y la consecuente reducción de los aumentos permitió que las remuneraciones se recuperen. El Gobierno sabe que una de sus deudas es recomponer el ingreso y sus metas electorales dependerán de la concreción de este objetivo.
De acuerdo a cifras del Ministerio de Trabajo, el índice RIPTE aumentó un 5,6% en noviembre, contra un Índice de Precios al Consumidor del 4,9%, lo cual puede anticipar el dato que brindará el Indec este mes. Aún así, en comparación con el mismo mes de 2021, el salario se encuentra casi un 5% abajo de la evolución del costo de vida. Respecto a un año atrás, los salarios subieron el 83,1% y la inflación fue del 92,4%, lo cual equivale a una pérdida del 4,8%.
Los datos corresponden al RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables), cuya serie mensual arrancó en julio de 1994. El indicador se estima a sobre la base de la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores bajo relación de dependencia y que fueron declarados en forma continua durante los últimos 13 meses.
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A noviembre, los salarios brutos con aportes promediaron los $ 184.210,25, según las sumas declaradas por las empresas ante la Seguridad Social. Mientras tanto, hace un año eran de $ 100.590,14.
Este anticipo puede fijar una referencia de lo que será el próximo informe de salarios que brindará Indec. En octubre el Índice de salarios se incrementó 5,1% mensual y perdió contra la inflación registrada en el mismo mes (6,3%). Las remuneraciones del sector privado registrado, de los estatales y de los informales quedaron por debajo del aumento del costo de vida.
En octubre el aumento nominal fue 5,3% para el sector privado registrado, 6% para el sector público y 3,1% para los no registrados. Todos abajo del 6,3% que dio el Indice de Precios al Consumidor. En comparación con diciembre de 2019, el salario de los trabajadores del sector privado registrado están un 0,7% abajo, los del sector público pierden un 4,2% y los trabajadores no registrados retroceden un 16,8%
El desplome del salario en los últimos años
Desde diciembre de 2015, cuando Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada, los salarios privados acumularon hasta 2022 una pérdida de 16% de poder adquisitivo, con los públicos cayendo cerca de 23% y los informales cediendo alrededor de 37%. Las cifras pertenecen a un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda, el cual detalla que desde la finalización del gobierno de Cambiemos, solo los salarios privados sostuvieron su poder adquisitivo, mientras que los del sector público perdieron un 4% y los informales 14%.
Desde noviembre de 2017 hasta diciembre del 2019 el RIPTE perdió un 19,2% de su poder de compra. En el período posterior continuó la caída: desde diciembre de 2019 hasta octubre de 2022 el RIPTE en términos reales cayó un 3%.
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Similar es la situación del Salario Mínimo Vital y Móvil. Hacia diciembre de 2019 se encontraba había caído un 21,1% respecto a su valor en diciembre de 2015. En la etapa posterior, comprendida entre diciembre de 2019 y noviembre de 2022 se registró una caída del 5,5%.
La dinámica de caída en términos reales del RIPTE, el SMVM y el Potenciar Trabajo también se refleja la cantidad de Canastas Básicas Alimentarias cubren estas prestaciones. De acuerdo al índice de salarios del INDEC, el conjunto de salarios en nuestra economía en diciembre de 2019 se encontraban un 17,8% por debajo del poder adquisitivo que tenían en diciembre de 2015. La caída continuó en el período comprendido entre diciembre de 2019 y septiembre de 2022, cuando se registró una caída del 3,6%.
El salario registrado hacia diciembre de 2019 se encontraba un 17,3% por debajo del nivel de diciembre de 2015 en términos reales. Desde diciembre de 2019 hasta septiembre de 2022, sufrió una caída del 1,3%.