Se aproxima una reunión que puede traer contrapuntos en el ámbito regional y la economía de los países del Mercosur. Es que las naciones integrantes del bloque presionan para bajar el Arancel Externo Común (AEC), algo que no estaba dentro de los planes de Argentina.
El AEC del Mercosur se cobra al ingreso de mercadería desde fuera de los países del bloque. En promedio es del 12,5%, pero puede llegar hasta un 35% como máximo. Aún así, existen posibilidades para realizar excepciones: los plazos de vigencia permitidos para la rebaja arancelaria se establecen en 12 meses y en algunos casos considerados de urgencia de seis meses.
La solicitud de una reducción fija fue una idea impulsada por Brasil y acompañada por los gobiernos de Uruguay y Paraguay. Sin embargo, por pedido de la Unión Industrial Argentina y también la Confederación Nacional de la Industria de Brasil, Argentina había logrado enfriar la discusión para llevarla a cabo a lo largo del segundo semestre.
Sin embargo, los tiempos se aceleraron y el encuentro virtual se llevará a cabo el 27 y 28 de julio, según pudo saber El Destape. Se trata de una reprogramación de la fecha, que originalmente estaba plantada para fines de junio.
A raíz del ablandamiento de las posiciones externas por los motivos expuestos por nuestro país, el requerimiento a la rebaja del AEC no sería abarcativa para todos los segmentos, sino más bien focalizada en ciertos rubros.
De hecho, la lista de ochenta líneas arancelarias que proponían discutir, habría terminado reducida a veinte. Aún así, el Gobierno prepara una propuesta superadora en este sentido.
Además de la tópica del arancel, también se plantea la posibilidad de un lograr un acuerdo Mercosur para el libre comercio automotriz en 2030. En este caso, Argentina y Brasil lo rechazan por considerarlo perjudicial. Es que Paraguay no quiere prohibir la importación de autos usados, lo que provocaría un enorme problema de competencia.
Cabe destacar que ambos países vienen de formalizar la Política Automotriz Común (PAC), el cual fija un esquema que convalida cupos de preferencia creciente para las importaciones locales por cada dólar exportado, hasta alcanzar el 1 de julio de 2029 la liberación del comercio bilateral de automóviles y autopartes.