En la madrugada del lunes (hora argentina) se conocía que las acciones de Japón, que por huso horario, ya habían comenzado a operar, registraban desde el inicio una caída estrepitosa en sus precios. Las mayores pérdidas se vinculaban con las empresas tecnológicas --siempre las más volátiles-- alcanzando a firmas como Nintendo, Sony y Mitsubishi. Se registraba así la mayor caída de Japón en un solo día en toda la historia.
Esta caída ha superado incluso el histórico declive que había registrado el 20 de octubre de 1987. Un factor clave fue la debilidad del yen japonés, que está impulsando la inflación. El del 2 por ciento en la inflación afectará a los servicios y alimentos y la decisión, a contramano del mundo, de elevar la tasa de interés para contrarrestar el de precios.
También se indica que otro factor del colapso está vinculado a la incertidumbre en el sector tecnológico, donde importantes empresas de Asia y otras regiones enfrentan dificultades. Todo esto provocó un impacto significativo que afectó a las bolsas de Asia, Europa y Estados Unidos. Los videojuegos tampoco se libraron de la caída, ya que importantes compañías vieron disminuir el valor de sus acciones.
Entre las empresas más afectadas se encuentran Nintendo, Capcom, Cave, Sony, Square Enix, Koei Tecmo, Konami, SEGA, Nexon, entre otras. En otras regiones, compañías tecnológicas como Microsoft, Nvidia, Meta y otras también han experimentado caídas por las mismas razones. Pero el pánico se apoderó de los inversores y las bolsas en todo el mundo se derrumban, como consecuencia de la creciente preocupación de los inversores por la posibilidad de una recesión en Estados Unidos.
El empujón adicional provino de un informe sobre el empleo en Estados Unidos publicado el viernes, que hizo caer las acciones y los rendimientos de los bonos en Wall Street. Según ese reporte oficial, la tasa de desempleo estadounidense subió en julio más de lo previsto, hasta el 4,3 por ciento. Es la tasa de paro más alta en el país desde octubre de 2021. Tras esta publicación, los rendimientos de la deuda pública cayeron con fuerza, lo que hace presagiar que la Reserva Federal estadounidense (Fed) podría recortar sus tasas más drásticamente de lo esperado.
Desde la consultora Quantum anticipan que, "en este escenario, se esperaría que baje el costo del financiamiento y una probable depreciación del dólar frente a otras monedas, lo cual implicaría una suba en los precios de commodities". El precio de los commodities está afectado por distintos factores, como el climático el ciclo económico y el valor del dólar en los mercados internacionales. Estos dos factores parecen revertirse a partir de decisiones tomadas por Japón y datos de la la marcha de la economía de Estados Unidos, que pueden anticipar una baja de la tasa de interés para esta o la próxima semana cuando recién se esperaba para septiembre.
Es, a través del precio de las materias primas, donde el contagio vía la economía real podría alcanzar a varios de países; especialmente a los exportadores, como es el caso de la Argentina.