En la extensa reunión del ministro de Economía, Luis Caputo y el titular del Banco Central, Santiago Bausili, con una decena de representantes de sociedades de bolsa no quedó tema sin tocar. En medio de una jornada financiera en rojo para acciones y bonos, los funcionarios a cargo intentaron llevar calma y pidieron colaboración con el blanqueo. Del otro lado, expresaron preocupación por el envío de oro al exterior, la falta de dólares para el pago de deuda y la caída de reservas, entre otras. Julio cerrará con déficit financiero, les avisaron los funcionarios y el blanqueo es un paso previo a la dolarización revelaron.
La preocupación central de los operadores financieros es tener despejado el esquema de vencimientos de deuda en dólares. Se sorprendieron con la respuesta de Caputo: les prometió que tienen las divisas para pagar todo durante un año y medio. Indicó que los fondos frescos vendrán de un REPO, un préstamo otorgado por un consorcio de bancos privados. El Messi de las finanzas se empeñó por aclarar que no está colocado el oro que enviaron al exterior como garantía ante las consultas de los privados. La garantía, insistió, son títulos públicos sin aclarar cuales. En el mercado especulan con que la operación se concrete contra un canje de letras intransferibles del BCRA por nuevos Bonares.
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“Tenemos cubiertos los pagos de enero 2025, julio 2025 y enero 2026”, era el mensaje que tenían para dar para revertir la tendencia a la baja de los activos financieros desde aquella conferencia en la que Economía anunció la intervención con reservas para bajar al dólar mep y ccl. En julio cayeron 2.623 millones de dólares. Caputo y Bausili pronosticaron que ingresarán por lo menos 1200 millones en agosto de organismos multilaterales y por mejoras en la balanza energética. “Vamos a volver a acumular reservas en agosto y septiembre”, expresaron. “En este tercer trimestre nuestra ocupación es que el dólar financiero quede debajo de $1100”, comunicó Caputo.
Este mes, en tanto, no cerró con superávit. Los funcionarios marcaron que julio termina con déficit financiero “por pagos de Bonares y globales, que esto era algo esperable porque es imposible revertir un pago de 2 mil millones de dólares”, justificaron. Esperan volver a los superávits gemelos en agosto.
El acceso privilegiado a los pronósticos vertidos en el encuentro privado tenía una contrapartida: es que el Gobierno requiere de la colaboración de las sociedades de bolsa para insistirle a sus clientes que se sumen al blanqueo y traigan los dólares que están afuera (del país o del sistema).
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“Ustedes deben llevarle a los clientes un mensaje, que si depositan dólares y los mueven de la caja de ahorro especial de regularización fiscal en el banco a una cuenta especial de inversión por regularización de activos no pagan absolutamente nada sin importar el monto”, ordenaron. “Lleven este mensaje: No hay obligación de invertir en ningún activo, es totalmente libre, y que si invierten no pagan ninguna multa”, indicaron.
El pedido vino acompañado de una revelación: el blanqueo no tiene un objetivo fiscal impositivo, es decir, que se paguen los impuestos correspondientes por activos en el exterior sino “de re-monetización en dólares de la economía. Es parte del proceso que el presidente impulsa de dolarizar”.
Además, expresó su deseo de que la inflación de septiembre “empiece con 1 o con 0” y que la deuda baje. Escucharon los representantes del grupo IEB, Allaria, Max Capital, SBS, Alchemy, Balanz, Bullmarket, entre otros.
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