El programa financiero de La Libertad Avanza empieza a mostrar sus flaquezas. A pesar de que Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, vaticinaban una lluvia de dólares como signo de buena fue hacia los libertarios y el ajuste ortodoxo, por ahora el único prestamista del Gobierno parecería ser el propio Banco Central. Ante la inminencia de una serie de vencimientos de deuda con el FMI y otros acreedores, Economía apostaba a un encuentro con las autoridades del organismo para acelerar algún tipo de salvataje. Sin embargo, la reunión entre Caputo y el staff del Fondo se pasó para el próximo lunes. Por eso el BCRA salió al rescate del Tesoro con una letra por 3200 millones de dólares.
En este escenario y ante los malos resultados de las licitaciones del bono destinado a los importadores que mantienen deudas comerciales, Caputo ensaya un nuevo megacanje por casi 71.000 millones de dólares. Pero el mercado ya avisó: antes de prestarle plata al Gobierno, esperan la ejecución plena del ajuste y que se salteen todos los escollos parlamentarios vinculados a las “reformas estructurales”.
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Alabado BCRA
El plan financiero de Milei cruje, ante un mercado que dejó de creer en los cantos de sirena del ajuste. Ante tal situación, al tándem Milei–Caputo no le quedó otra que recurrir al Banco Central. Muy atrás en el tiempo quedaron las críticas hacia la entidad monetaria y los gritos a favor de su destrucción.
“Antes, el Tesoro obligaba al BCRA a emitir pesos para comprar los dólares, ahora se los saca directamente”, escribió el analista Christian Buteler, cercano ideológicamente a Diana Mondino y La Libertad Avanza, con críticas hacia el mismo espacio.
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A través de un nuevo DNU, el Tesoro obligó al BCRA a la emisión de una letra intransferible a cambio de 3200 millones de dólares para hacer frente a los pagos con el FMI (2000 millones) y otros acreedores privados (1500 millones). Los vencimientos caen para el próximo martes.
El Gobierno esperaba –confiaba más que nada- una soga del propio FMI. De ahí la urgencia para concretar una reunión entre Caputo y el staff del organismo. Pero dentro del Fondo manejan otros tiempos. En definitiva, saben dibujar la canchar. La reunión que se pensaba concretar el jueves, luego había pasado para este viernes para más tarde re confirmarse para el próximo lunes. Ante la incertidumbre, el Gobierno se financiará con el BCRA. Al final, dicha institución no era el cuco que describían las huestes libertarias.
Promesas sobre el bidet
Antes de la asunción de Milei, la consultora de Ramiro Marra –quien se quedó afuera del Poder Ejecutivo, al menos por ahora-, había avalado un informe en el que se sostenía que el nuevo Gobierno tenía garantizado el desembolso de 15.000 millones de dólares provenientes de fondos soberanos de Medio Oriente (Arabia Saudita y Emiratos Arabes). Detrás de ambos países se veía la mano (negra) de Macri y sus negocios. Pero no hubo nada de eso. Tampoco el adelanto de casi 5000 millones de dólares de las exportaciones sojeras. Tan solo una ilusión.
Las empresas nucleadas en CIARA–CEC, las grandes exportadoras de cereales, le habían prometido al tándem Milei–Caputo el adelanto de exportaciones por 5000 millones de dólares. A pesar de beneficiarse con la devaluación, en diciembre solo liquidaron 1245 millones de dólares, una merma del 66% en relación al mismo período del año pasado. Al inicio de la gestión Milei, los sojeros retenían cerca de 4000 millones de dólares en granos. Todavía cuentan con stock para presionar.
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El FMI también se hace el duro. “Como el mundo desconfía de la Argentina más de lo que nosotros creemos, lo único que quieren los mercados es que se aplique el feroz ajuste que prometieron”, había reflexionado ante El Destape un inversor con asiento en Buenos Aires y Wall Street. “(Luis) Caputo no va a recibir dólares frescos hasta tanto no se compruebe que el ajuste libertario va en serio”, agregaba.
Milei lanzó un feroz DNU y una ley ómnibus, más el anuncio del ajuste fiscal de Caputo, con la idea de modificar la estructura jurídica que permita una transferencia de recursos directamente hacia las mismas corporaciones que escribieron la normativa adhoc bajo la doctrina de la legalidad fraguada.
Pero el lobo de Wall Street había dicho algo más: los dólares soñados aparecerían en caso de que la estrategia oficial no presentase escoyos en el Congreso. Puede fallar.
¿Megacanje?
Al Gobierno tampoco le fue bien con el llamado Bopreal, el bono destinado a los importadores que mantuvieran deudas con sus proveedores externos o casas matrices. El salvataje había sido un pedido explícito de la AmCham, la cámara que representa a las empresas norteamericanas en el país. De todas maneras, el instrumento no fue bien recibidos. En dos licitaciones, las empresas apenas tomaron 100 millones de pesos; en la primera licitación fueron 68 millones y en la segunda, otros 57 millones. La información que había llegado al Gobierno era la potencial demanda de 10.000 millones.
“Los importadores optaron por un wait and see para tomar la decisión una vez que dichos bonos operen en el mercado secundario”, analizaron desde Ecolatina.
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Bajo este escenario financiero plagado de incertidumbres libertarias, Caputo también jugará sus fichas para concretar un megacanje de la deuda en pesos y lograr patear la mayor cantidad de vencimientos de este año hacia 2025, como mínimo. El ministro les habría acercado la idea a un conjunto de bancos con los que mantuvo una reunión sobre el cierre de la semana.
Caputo les habría asegurado a los banqueros que con dicho canje podría reducirse a cero el déficit financiero; se habló de una posible fecha para la concreción de la operatoria: febrero. Según GMA Capital, los pagos de deuda del Tesoro en moneda local para este año se estiman en 57,5 billones de pesos, es decir uno 71.000 millones de dólares. Tal podría ser el volumen del nuevo megacanje.