A contramano del mundo, como ya se tornó habitual, el gobierno de Javier Milei insiste con la desprotección total de los sectores de menos recursos, los más vulnerables frente a las políticas neoliberales de la administración de La Libertad Avanza. Dentro del proyecto de la Ley Bases se encuentra la eliminación de la moratoria previsional, una norma que permite que personas en edad de jubilarse puedan acceder al derecho pagando lo necesario para llegar a tener los 30 años reglamentarios de aportes.
La medida, todavía vigente, apunta especialmente a personas que se desempeñaron en la informalidad, con especial foco en las mujeres, las más perjudicadas por este tipo de empleos en la opacidad y que dedicaron su edad activa al trabajo de cuidado familiar no remunerado. El contrapunto puede encontrarse en ejemplos dentro de la región y hasta en el Viejo Continente, donde están en vigencia distintos tipos de políticas de reconocimiento de los años dedicados al cuidado, como en el caso de Chile, Uruguay, España y Alemania, entre otros, según un informe del colectivo de economistas Futuros Mejores.
La Ley Bases que envió el Ejecutivo al Congreso incluye la eliminación de la ley 27.705, que tiene vigencia hasta 2025 y que puede ser prorrogada al menos por dos años más. El director ejecutivo de la ANSES, Mariano de los Heros, insistió en que las moratorias “achataron” la pirámide de ingresos de los jubilados y pensionados. Conforme a la normativa actual, la moratoria previsional se dirige a individuos que ya cumplen con la edad para jubilarse pero no alcanzan los 30 años de aportes requeridos.
Las mujeres otra vez detrás
El propósito principal fue permitir que estos individuos accedan a su jubilación mediante un plan de pagos. Durante el año 2023, un total de 460.000 personas se jubilaron bajo esta modalidad. En este marco, nueve de cada diez mujeres sin los aportes necesarios alcanzaron a una protección previsional. En el caso de las mujeres de entre 60 y 64 años, de derogarse la moratoria previsional vigente (propuesta de la ley de bases) las personas que no cumplan con los 30 años de aporte deberán pasar a la PUAM (80 por ciento del haber mínimo). Esta prestación no sólo es el 80 por ciento de lo que recibirían ingresando por moratoria, sino que es una opción que recién se habilita a los 65 años, cuando lo moratoria lo hacía posible a los 60 años para las mujeres.
“De derogarse la moratoria, existen al menos 246.631 mujeres de entre 60 y 64 años que deberán esperar a cumplir 65 para tener alguna protección”, estima el documento de Futuros Mejores. En términos generales, actualmente el 95 por ciento de las personas mayores están cubiertas por el sistema previsional y de pensiones argentino, según datos del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC). Existen 6,6 millones de beneficiarios de regímenes previsionales en el país (90 por ciento beneficiarios SIPA y 10 por ciento corresponde a otros regímenes). El 45 por ciento logró jubilarse gracias a alguna moratoria previsional, por lo que de no haber existido tales, la cobertura nacional hubiera bajado al 55 por ciento.
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En contraposición, en el mundo existen varios ejemplos en los que se reconocen las tareas de cuidado de las mujeres en el cómputo de la jubilación. La falta de cobertura jubilatoria en personas mayores a nivel mundial se explica en gran medida por aquella mayoría de mujeres que dedicaron su edad activa al trabajo de cuidado familiar no remunerado, y que no cumplen con los requisitos tradicionales de años de contribución para poder jubilarse. Es por eso que distintos países han dado políticas de reconocimiento de los años dedicados al cuidado.
El informe de Futuros Mejores da cuenta de algunos programas:
Uruguay: Cómputo ficto de servicios a la mujer por cargas de familia. Las mujeres tienen derecho a computar un año adicional de aportes jubilatorios por cada hijo nacido vivo o por cada hijo que hayan adoptado siendo éste menor o discapacitado, con un máximo total de 5 años (Ley Nº 18.395).
Chile: Bonificación por hijo/a. Es un beneficio que incrementa el monto de la pensión de la mujer a través de la entrega de un bono por cada hijo nacido vivo o adoptado. Este bono no se paga al momento del nacimiento, sino que junto a su pensión. Se trata de un beneficio universal, sin importar si la mujer mayor de 65 años alguna vez cotizó o no.
España: Complemento para reducir la brecha de género. Es un monto complementario para las personas con uno o más hijos que soliciten las pensiones de jubilación, incapacidad o viudedad. En el año 2023, el importe fue de 30,40 euros mensuales por cada hijo o hija, con el límite de cuatro veces dicho importe.
Alemania: Computo de períodos de educación de hijos para jubilarse. Se consideran 36 meses de aportes jubilatorios por cada hijo (transferibles a varones si así lo declaran)
Programas de este tipo permitieron que la cobertura previsional a nivel global mejorar del 52 por ciento en 2014 al 77 por ciento en 2022. Esto se logró vía el reconocimiento de un piso de protección social por fuera de la mera formalización laboral.