La cámara AmCham, que representa los intereses de empresas de Estados Unidos, reclama que se aplique en Argentina la misma receta que estudios académicos demostraron que fracasaron en su país de origen, generando mayor pobreza en la sociedad y mayor concentración de la riqueza.
“Lejos de cumplir sus promesas de abundancia y prosperidad económica compartidas, las políticas ‘favorables a las empresas’ han empobrecido al Sur . El modelo de desarrollo económico del Sur es una característica clave que da forma al bajo desempeño económico de la región”, concluyó un trabajo de Chandra Childers para la Red de Investigación y Análisis Económico (EARN) del Instituto de Política Económica (EPI, por su sigla en inglés).
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
AmCham (American Chamber) consideró insuficientes la Ley Bases en la versión aprobada por el Senado, en especial los capítulos laboral y el RIGI o régimen de inversiones. “Todavía quedan pendientes reformas integrales y de profunda transformación para hacer de Argentina un país viable", señaló la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina.
Las medidas que pide para aplicar en Argentina son asimilables al régimen económico que prevalece en el sur de Estados Unidos que se convirtió en la región más atrasada en términos de desarrollo del país.
“En discursos y materiales promocionales, que a menudo buscan atraer a las empresas para que se trasladen al Sur, los formuladores de políticas, las cámaras de comercio y los líderes corporativos de toda la región se jactan de los bajos impuestos, las posturas antisindicales y los climas regulatorios favorables a las empresas de sus estados”, señaló el trabajo publicado por EPI. Advierte que “un componente clave de este modelo es garantizar niveles mínimos absolutos de regulación de las empresas, incluida la falta de cumplimiento de las leyes laborales o de las normas de seguridad para los trabajadores”.
“Los estados de todo el Sur brindan a las corporaciones subsidios masivos, exenciones fiscales y otros incentivos, como los 1.300 millones de dólares que Carolina del Sur acordó gastar para atraer a Scout Motors o los 1.800 millones de dólares de Georgia en incentivos a Hyundai para que fabrique vehículos eléctricos en el estado”, describió.
Esos subsidio a las empresas fueron justificados en que generan empleo e impulsan el crecimiento, pero “los estados del sur se encuentran entre los estados con el producto interno bruto (PIB) más bajo, cuyo crecimiento del empleo va consistentemente por detrás del crecimiento de la población, y que tienen las tasas de participación de la fuerza laboral más bajas de cualquier región”, evaluó la investigación de Childers en EPI.
El trabajo cita declaraciones de políticos estadounidenses, como Kay Ivey, gobernadora de Alabama: “Alabama se ha convertido en líder nacional en la fabricación de automóviles y todo esto se logró sin una fuerza laboral sindicalizada. En otras palabras, nuestro éxito ha sido de cosecha propia, hecho al estilo de Alabama” y las de su par de Carolina del Sur, Henry McMaster: “Una cosa que no necesitamos es más sindicatos. Hemos llegado a donde estamos sin ellos y no los necesitamos ahora. Pelearemos. Todo el camino hasta las puertas del infierno. Y ganaremos”.
Las declaraciones están perfectamente alineadas con el discurso del presidente Javier Milei y los argumentos para impulsar la aprobación de la Ley Bases, que todavía debe ser revisada en Diputados.
MÁS INFO
En esa misma línea se pronunció AmCham. Destacó algunos avances en el capítulo laboral pero alertó que "la redacción final aún no genera las condiciones mínimas necesarias para un aumento sustancial de la empleabilidad, ni para la reducción significativa de la informalidad".
Y sobre el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) consideró que "el listado acotado de las industrias alcanzadas (forestoindustria, infraestructura, minería, tecnología, turismo, siderurgia, petróleo y gas) es limitativo e innecesario". Todas las políticas que llevaron al Sur de Estados Unidos a ser la región más atrasada del país.
“Las violentas propuestas de la AmCham van a profundizar el deterioro integral. El RIGI no es un punto de la Ley Bases, es la esencia del modelo desnacionalizador de Milei para, en la práctica, anexionar Argentina a Estados Unidos bajo el espíritu de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEA) puesta en marcha por Biden en 2022, que es el nuevo ALCA de la vieja “Doctrina Monroe’”, dijo a El Destape Pablo Ferrari, economista de la UNdAv.
El Sur es la región con el PIB per cápita más bajo en relación con otras regiones de Estados Unidos.
El trabajo concluye que:
- Durante los últimos 40 años, el crecimiento del empleo en todo el Sur ha ido a la zaga del crecimiento de la población en edad de trabajar.
- Los niveles más bajos de desempleo en todo el Sur son engañosos; La baja participación de la fuerza laboral y la relación empleo-población ( EPOP ) en edad productiva de la región indican que muchos sureños se han desalentado porque no pueden encontrar un trabajo o enfrentan serios obstáculos laborales.
- Las grandes e interseccionales disparidades raciales y de género en el empleo para los sureños reflejan desigualdades y fallas políticas en toda la región.
Y formula algunas recomendaciones sobre políticas que ayudarían a corregir el atraso del Sur, que pueden transpolar al Sur global:
“En lugar de canalizar recursos hacia los sureños ricos y las corporaciones, los formuladores de políticas deberían fortalecer la red de seguridad social, financiar adecuadamente las escuelas, proporcionar acceso asequible a guarderías y transporte , y hacer cumplir las leyes laborales o las normas de seguridad para los trabajadores”.