La circulación de los Chachos en La Rioja, que comenzó de manera limitada hace algo más de un mes, empezará a aumentar desde esta semana con el pago de un bono provincial a todos los empleados estatales, mientras esta apuesta del gobierno de Ricardo Quintela para reactivar la economía local se impone poco a poco.
Los Chachos es la denominación oficial de circulación del Bono de Cancelación de Deuda (BOCADE), la cuasimoneda que Quintela lanzó en julio pasado con el objetivo de "potenciar el circuito financiero local, reactivando la economía y el consumo", según explica el propio gobierno riojano en su página web.
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Así, el gobernador reelecto en 2023 busca superar la crisis que se profundizó este año, ya que, más allá de la recesión nacional, La Rioja sufrió especialmente, como buena parte del norte, la baja de los recursos de coparticipación federal y la decisión política de Javier Milei de prácticamente eliminar las transferencias no automáticas a las provincias.
La cuasimoneda, llamada así en honor al héroe provincial e histórico caudillo federal Ángel Vicente "Chacho" Peñaloza, fue aprobada por ley en enero de este año, pero apenas entró en circulación en julio pasado. El mes pasado, solamente los altos funcionarios cobraron una parte de sus sueldos en BOCADE: 100.000 chachos en el caso del gobernador, la gobernadora, los ministros y los secretarios, y 50.000 chachos en el caso de subsecretarios y directores.
Por lo tanto, hasta ahora su disponibilidad es limitada y prácticamente no se ven en las calles, representando solo un 3% de la masa salarial total de la provincia. De hecho, únicamente entraron en circulación los billetes de 10.000, 20.000 y 50.000 chachos, pero no los más prácticos de 1.000, 2.000 y 5.000.
Esto comenzará a cambiar mañana. Entre este martes 20 y el próximo lunes 26 de agosto, La Rioja pagará un bono de 50.000 chachos (equivalente a 50.000 pesos) a todos sus empleados estatales, que se sumará al pago de la totalidad de su sueldo en pesos. La conversión con la moneda nacional es 1 a 1.
Con un 44% de empleados estatales entre sus ocupados totales (según cifras oficiales de Nación de 2021), La Rioja es la primera provincia del país en este ranking. Así, el pago de este bono apunta a acelerar rápidamente la circulación de los Chachos por toda la economía local.
El gobierno de Quintela dio lugar a varios incentivos para que la cuasimoneda, que Javier Milei ya anticipó que no respaldará, goce de aceptación. En primer lugar, permitió el pago en Chachos de impuestos locales como Ingresos brutos, automotor, sellos, inmobiliario o tasas municipales, al igual que servicios como luz, agua e internet.
En segundo lugar, firmó una serie de convenios voluntarios con cámaras y comercios locales para que estos acepten la compra en Chachos, que van desde supermercados, almacenes, farmacias y estaciones de servicio hasta heladerías, peluquerías, carnicerías y liberías, entre muchos otros. Además, los comercios adheridos pueden pedir al tesoro provincia el rescate anticipado de sus BOCADE, con un parking de 48 horas.
En tercer lugar, y pese a que las personas físicas no pueden pedir el rescate de sus Chachos con anticipación ni ir a cambiarlos a los bancos, sí tendrán un premio de un 17% de interés en pesos si esperan a la salida de circulación de cada serie para canjearlos (enero de 2025 en el caso de esta primera serie que comenzó a circular ahora), superior a lo que paga cualquier plazo fijo.
Así, la cuasimoneda va ganando aceptación, aunque no sin resistencia. Uno de los puntos en discordia es el vuelto. Algunos comercios o trabajadores independientes, en un relevamiento que pudo hacer El Destape en locales circundantes al centro de la ciudad de La Rioja, eran reacios a dar vuelto en pesos, pese a que están obligados por ley, y pedían que se pagara en Chachos por la totalidad del monto. "Prefiero perder la venta", dijo a este medio un artesano de la feria situada en la plaza central de la capital. La entrada en circulación, esta semana, de las denominaciones pequeñas de hasta 5.000 chachos apunta a evitar este problema.
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El resquemor hacia los Chachos también se ve especialmente en algunas cadenas con presencia en todo el país, que advierten que no pueden usarlos para depositarle a su casa matriz ni pagarle a sus proveedores, generalmente situados en Buenos Aires, Córdoba o Rosario, o incluso en el exterior.
Aun así, el relevamiento realizado por El Destape parece mostrar que la aceptación de los Chachos es mayoritaria y extendida no solo entre los comercios únicamente locales. Por ejemplo, en una reconocida cadena de heladerías de distribución nacional, originaria de Córdoba, señalaron que reciben pagos en la cuasimoneda y que incluso darían vuelto en pesos. "Nos sirve porque podemos pagar los impuestos y servicios locales y en última instancia cambiarlos por pesos", destacaron en otro local.
La lógica indica que esta mayoría de comercios y personas físicas que acepta los Chachos terminará imponiéndose y obligará a quienes los resisten a adaptarse y recibirlos también, para que la cuasimoneda pase a ser de circulación corriente en los próximos meses.