Los jubilados que pasaron a pagar Ganancias con Mauricio Macri dejarán de hacerlo después de que se conviertan en ley las modificaciones del proyecto del oficialismo. Además de 1,1 millones de trabajadores, 130.000 jubilados quedarán por fuera, lo que liberará $ 6.200 millones que los beneficiarios previsionales volcarán en mayor parte al consumo, lo que contribuirá al crecimiento económico. Tras la sanción del proyecto en Diputados, esta semana lo aprobará el Senado.
Dejarán de pagar impuesto a las ganancias 130.000 beneficiarios previsionales, de acuerdo a los cálculos de ANSES, a los que El Destape tuvo acceso. Este ahorro se traduce en $ 6.200 millones que se destinarán a la economía principalmente en forma de consumo. Equivaldrá entre $ 3.100 y $ 4.200 de ingreso mensual adicional para cada uno.
Con una inflación que licuó el poder adquisitivo desde Cambiemos, los jubilados perdieron más del 25%. Los incrementos nominales, por lo tanto, en la mayoría de los no implicaron mejoras de su capacidad de compra, a excepción de 2020, año en el que le empataron a los aumentos de precios.
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Mientras que para los empleados el mínimo no imponible depende de la cantidad de hijos y se actualiza sólo una vez al año, para jubilados el monto móvil equivale a 6 haberes mínimos. La propuesta presentada por Sergio Massa plantea elevar la deducción especial para beneficiarios previsionales hasta ocho haberes mínimos.
A valores de marzo esto implica incrementar el piso de los $ 123.429 mensuales a los $ 164.572, lo que reducirá la cantidad que lo abonan de 160.000 a 30.000 personas. Es decir, mientras que ahora incluye al 2,2% de los jubilados, quedarán abarcados por el tributo el 0,4%, estimó el organismo que dirige Fernanda Raverta en un documento elaborado en los últimos días.
Entre 2015 y 2019 han ocurrido varios cambios que impactaron en la cantidad de beneficiarios previsionales que abonan ganancias. Esto provocó que más de 100.000 empiecen a pagar este tributo en ese período. Al retirarse de la Casa Rosada Cristina Kirchner, 62.000 del régimen SIPA estaban afectados a este aporte. Cuatro años después la cifra aumentó a 163.000, puntualizó en una nota reciente el secretario General de ANSES, Santiago Fraschina.
En el primero de los casos involucraba a 62.000 beneficios, mientras que en 2019 eran 221.000. Cuando se implementen los cambios del oficialismo quedarán 30.000 adultos mayores que tributen este concepto.
La propuesta del oficialismo plantea establecer una deducción especial que creará un nuevo piso para que los trabajadores que perciban menos de $ 150.000 brutos no paguen ganancias. Con esta reforma, lo abonarán 1 millón, sólo el 10% del total de los empleados en relación de dependencia. Es decir que 1.140.000 trabajadores quedarán exentos de este aporte.
Actualmente la ley establece que para que un beneficiario previsional acceda a la deducción no puede tener otros ingresos distintos a los de la jubilación o pensión. Por ejemplo, si tiene intereses de un plazo fijo pierde el beneficio. Por esto es que el proyecto propone flexibilizar el requisito y establece un monto mínimo de ingresos para perder el beneficio. Entonces, si ganó $ 2 millones por un alquiler de un campo pierde el beneficio, pero si tiene intereses de plazo fijo por $ 150.000, lo mantiene. Esto tiene impacto directo en todos los jubilados y pensionados que además del haber perciben otras rentas o ingresos, mejorando la equidad horizontal del tributo.