Con el norte puesto en generar divisas de forma sustentable para hacer frente a la abultada deuda externa heredada y en negociación, el gobierno nacional creará un régimen que estimule las inversiones destinadas a ampliar las exportaciones. La decisión se tomó después de la reunión semanal del gabinete económico.
El propósito fundamental del decreto que lanzarán los ministerios de Desarrollo Productivo y el de Economía en los próximos días consiste en incrementar las ventas al exterior, crear empleo, fortalecer la competitividad y fomentar un crecimiento económico sustentable y equitativo.
El equipo económico acordó que las empresas que inyecten nuevas inversiones que incrementen las exportaciones, previa aprobación, cuenten con la posibilidad de usar las divisas generadas para repatriar capital e intereses de los préstamos. Desde la cartera de Matías Kulfas apuntaron a que se pretende “dar previsibilidad a las empresas para el repago de grandes inversiones que se financien en moneda extranjera”.
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El régimen prevé que el 20% de las divisas obtenidas en las exportaciones vinculadas a una nueva inversión serán de libre aplicación por hasta un máximo anual equivalente al 25% del monto bruto de divisas ingresadas para el proyecto. Tendrá vigencia por 15 años.
Una vez publicada esta resolución, el porcentaje de dólares disponibles provenientes de la exportación podrán destinarse al pago de deudas comerciales o financieras con el exterior, el giro de utilidades de balances cerrados y auditados, y la repatriación de inversiones directas de no residentes.
Actualmente, las operaciones comerciales y financieras de las empresas corren por vías separadas. Un reclamo esbozado por el sector empresario consistía en señalar que deben liquidar las exportaciones, mientras que los pagos de deuda o repatriación de capital requieren de un pedido de conformidad al Banco Central.
La medida está destinada a inversiones foresto industriales, agroindustriales, hidrocarburÍfero, minero y de industrias manufactureras. Abarca tanto a nuevos proyectos como a aquellos que amplíen su capacidad productiva con el fin de exportar.
El Gobierno beneficiará a las compañías que presenten programas en los que se comprometan más U$S 100 millones en caso de ser una nueva inversión y que aumenten la capacidad productiva del negocio en marcha. Quedarán explícitamente excluidas las compras de acciones, bonos, cuotas y fusiones corporativas, dado que consisten en cambios de manos que nada aportan a la cadena de valor.
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“Uno de los problemas centrales de nuestra economía es la escasez de dólares. Este fenómeno se explica por varios factores, entre los que se destacan nuestra estructura productiva, el bajo dinamismo de nuestras exportaciones y la dolarización de inversiones financieras", explicó Kulfas al término de la reunión de hoy. Esta realidad, agregó, “se agravó en los últimos años por una política de endeudamiento en moneda extranjera irresponsable y la falta de una mirada estratégica en el desarrollo productivo y el abandono de la política industrial. Las restricciones cambiarias permiten administrar la escasez de divisas pero generan trabas para la inversión extranjera o la inversión nacional financiada con crédito externo”.
En este sentido, Guzmán recordó que “durante la administración anterior se desreguló prácticamente de forma completa la cuenta de capital financiero y eso no redundó en un aumento de la inversión externa en la economía real. Por el contrario, lo que generó fue una entrada de capitales que vinieron a especular sobre oportunidades de retornos financieros altos en el corto plazo sin darle nada a la economía real y dejando al país en una situación crítica cuando esos mismos capitales empezaron a salir de golpe en 2018”. Agregó: “En el contexto de una prolongada corrida cambiaria, el gobierno anterior adoptó controles de capitales estrictos”.