Las jubilaciones aumentarán 12,4% en septiembre para acercarse a los $ 26.000. Con esto acumulan un 36,2% de incremento en lo que va del año, por encima de lo que hubieran conseguido si se mantuviera vigente la fórmula que instaló Mauricio Macri. Aunque los jubilados aún no recuperaron el poder adquisitivo perdido por el macrismo, el alza en la recaudación abre esa posibilidad a medida que se consolide el crecimiento económico, que desde Casa Rosada estiman entre el 6% y 7% para este año.
Con el aumento de los salarios del Indec del martes a las 16 se confirmó la suba de los haberes previsionales del 12,4% para septiembre, la mayor de las tres de este año. Esto llevará al mínimo a $ 25.922, mientras que la Asignación Universal por Hijo (AUH) y por Embarazo (AUE) llegarán a los $ 5.063. En concreto, la variación influye sobre 7,1 millones de jubilados y pensionados y más de 9 millones de niños y adolescentes que perciben asignaciones universales o familiares.
La movilidad impresa en la ley que Cambiemos aprobó en 2017 a fuerza de balazos de goma y represión a adultos mayores garantizaba que los haberes correrían siempre detrás de la inflación. La máxima aspiración era, entonces, en algún momento volver al poder adquisitivo de ese momento, pero nunca superarlo.
Si Alberto Fernández la hubiera mantenido, los ingresos de los jubilados habrían ascendido 33,7% en lo que va de 2021. Esto implicarían 2,5 puntos porcentuales menos que los 36,2% que concedió la nueva legislación, que desempolvó la fórmula aplicada durante el kirchnerismo pero que actualiza por trimestres en lugar de dos veces al año. Aunque por el momento la brecha no representa una diferencia de magnitudes importantes, se proyecta dentro del Gobierno que se ensanchará.
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En diciembre de 2019, la jubilación mínima apenas superaba los $ 14.000, por lo que con lo anunciado a septiembre, el incremento acumulado equivale al 84,2%. Si se considera desde principios de ese año en adelante, se observa que en términos reales los ingresos de los jubilados se mantienen relativamente estable, con los saltos relacionados con el impacto de los bonos otorgados por el Gobierno nacional, de acuerdo al último informe de CEPA. Esto se traduce en que no se recuperaron aún los valores perdidos durante los cuatro años de gestión de Cambiemos, pero las jubilaciones tampoco pierden contra la inflación.
Desde el Ejecutivo se muestran optimistas en la recaudación que consiguió la AFIP en los últimos períodos, que lleva implícita una recuperación del empleo perdido y una reactivación económica. Estos factores son claves dentro de la fórmula de movilidad. Se ajusta cuatro veces al año, con una fórmula conformada 50% por la suba de recursos tributarios por beneficio de ANSES y en la otra mitad por la variación de los salarios (se elige el mayor entre la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Restables -RIPTE- y el índice de salarios de INDEC).
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Bonos
Por otra parte, los haberes de la mínima y de hasta una mínima y media (casi 5 millones de jubilados y pensionados) recibieron, además del aumento, dos bonos de 1.500 pesos en los meses de abril y mayo. La lógica del beneficio se rigió en base al concepto de achatamiento de la pirámide previsional que lleva adelante el Gobierno desde diciembre de 2019.
Para evitar que la escalada inflacionaria dañe los ingresos de los haberes del sistema previsional, el lunes de la semana pasada dio inicio el pago del bono de 5.000 pesos para jubilados, jubiladas, pensionados y pensionadas con hasta dos haberes mínimos, titulares de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), Pensiones No Contributivas (PNC) por Vejez e Invalidez y Madres de 7 hijos. El cobro se lleva a cabo según terminación de DNI y con los cronogramas de pago habituales de la ANSES.
Para quienes tengan ingresos hasta dos haberes mínimos (46.129,40 pesos), la suma será de 5000 pesos; para las que perciben entre 46.129,41 y 51.129,39 pesos, el monto será el equivalente hasta alcanzar este último monto.
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Un análisis del Observatorio Público de la Universidad Nacional de Avellaneda destacó que los jubilados y pensionados que cobran el haber mínimo tendrán en todo agosto ingresos un 47,7% mayor al haber jubilatorio de diciembre de 2020. En cambio, los jubilados y pensionados que reciben hasta dos haberes mínimos recibirán un 34,3% más, según el mismo informe.
Este último fue el sexto bono desde la asunción del gobierno de Alberto Fernández, en diciembre de 2019. Mientras que los primeros bonos de diciembre de 2019 y enero de 2020 se focalizaron en quienes percibían una mínima y hasta 5.000 pesos más, alcanzando a 4,6 millones de jubilados y pensionados (el 64% del total), este nuevo bono alcanzará a más de 6 millones de jubilados y pensionados sobre un total cercano a 7,2 millones, es decir el 83% percibirá un aumento de su ingreso de agosto.