Un socio de Caputo en el negocio offshore fue designado al frente del FGS y manejará la plata de los jubilados

Tras rebajar el patrimonio e intentar rematar las acciones del fondo, el Gobierno ahora designó a un economista cercano a Caputo y con un prontuario polémico.

27 de marzo, 2024 | 18.33

Fernando Bearzi es el nuevo director del Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS) de la Anses, un socio del ministro de Economía, Luis Caputo, en el negocio offshore. Este fondo está compuesto por activos financieros tales como títulos públicos, acciones de sociedad anónimas, plazos fijos, obligaciones negociables y fondos comunes de inversión, además de financiamiento para obras de infraestructura. 

Según había consignado El Cronista y tras la confirmación de El Destape, Berzi asumió el cargo. De hecho, el economista expresó en sus redes sociales: “Los mercados son una de mis grandes pasiones, desde hace años humildemente aprendo, practico y trato de enseñar lo aprendido”. Y agregó: “Recientemente fui nombrado responsable del FGS, un tremendo honor que debo a la Sra. ministra de Capital Humano Sandra Pettovello y al Sr. ministro de Economía Luis Caputo”. Desde principios de marzo se desempeñaba subdirector ejecutivo del FGS.

“Públicamente quiero agradecerles a ambos por la confianza. Esto no entra en la fantasía más alocada, es una oportunidad enorme, entre otras cosas, para seguir aprendiendo. Gracias totales y ojalá esté a la altura de las expectativas. Vamos Argentina carajo!!”, agregó.

Los nexos con Caputo

A finales de 2017, según indicó el portal DiarioAr, Caputo quedó expuesto en las revelaciones de la filtración Paradise Papers, realizadas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). La investigación reveló que Caputo fue accionista de sociedades offshore en las Islas Caimán y no lo informó al asumir en diciembre de 2015 en la función pública. En esos documentos figuraba Bearzi como asesor financiero de una de las compañías: Noctua.

La empresa de Caputo, Noctua, tenía sedes en Miami y Delaware, Estados Unidos, y administraba fondos de inversión con sede en las Islas Caimán.

Cómo se compone el FGS

El FGS está compuesto por activos financieros tales como títulos públicos, acciones de sociedad anónimas, plazos fijos, obligaciones negociables y fondos comunes de inversión, además de financiamiento para obras de infraestructura. El 73,1% de la cartera se encuentra invertido en títulos públicos nacionales, del cual el 60,2% se distribuye en títulos negociables no garantizados, 12,3% en bonos cuasipar, y 0,6% en títulos negociables garantizados.

La gran mayoría de los títulos públicos (75,5%) está invertido en pesos y se ajustan principalmente por CER (inflación). En segundo lugar, se encuentra la cartera de acciones en Bolsa de la Anses cuyo valor se ubicó en $ 578.500 millones, lo que representó un ascenso del 70,9% anual, un rendimiento superior al promedio del S&P Merval que fue del 63% en igual período.

El proyecto de ley ómnibus que se discutió en el Congreso finalmente no incluyó una autorización para que el Gobierno se quede con las acciones de empresas privadas en manos del FGS. EN el borrador inicial se presentaba esa intención.

A mediados de enero, el Gobierno cambió el método de valuación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses y rebajó el patrimonio en más de 40 mil millones de dólares. En vez de tomar como referencia el tipo de cambio oficial, la administración de Javier Milei lo tasó en base al dólar contado con liquidación.

La Anses anunció la implementación de una nueva metodología regida por valores técnicos de mercado para valuar los activos del FGS. De esta manera, quedó sin efecto el criterio anterior de medición, que tomaba como referencia la cotización del dólar al cambio oficial del tipo comprador del Banco Nación. En la publicación previa, la Anses había informado que el FGS había alcanzado los 76.000 millones de dólares, "el valor más alto de su historia durante la actual gestión", y desde 2019 a 2023 creció 117%. Sin embargo, con el informe actualizado con la nueva metodología, ese valor se derrumbó a los 32.658 millones de dólares. 

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