Las transferencias del Estado para jubilaciones y pensiones, la asignación universal por hijo y otros gastos sociales, como la tarjeta alimentar, dan cuenta de la direccionalidad del programa de inanición económica y disciplinamiento social de La Libertad Avanza. De acuerdo a un desagregado de las partidas destinadas a estas funciones al que accedió El Destape, las erogaciones vinculadas al pago de jubilaciones y pensiones tuvieron un retroceso de casi 20 puntos en su valor nominal en comparación con las transferencias realizadas entre enero y septiembre de 2023. En el caso de la Asignación Universal por Hijo, si bien la administración nacional aplicó una suba en el monto asignado, actualmente se encuentra 30 puntos por debajo de las transferencias que se realizaban hacia el cierre de 2015. ¿Quién es la casta para Milei?
Los datos a los que accedió El Destape dan cuenta de la progresión del gasto público en las partidas sociales, entre 2016 y 2024. Para realizar la comparación, el documento toma como año base el presupuesto de 2016, el cual también permite vislumbrar cómo el impacto que tenías estas erogaciones al cierre del gobierno de CFK.
Según los datos oficiales del Ministerio de Economía, el gasto primario bajo la motosierra de la casta mileista, retrocedió 22 puntos nominales comparado con el período enero – septiembre de 2023. Si la comparación se realizara con el presupuesto 2016, la caída llegaría a los 35 puntos. Un achicamiento explícito de las funciones claves del Estado nacional.
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El recorte en el gasto primario fue celebrado por el ministro Luis Caputo como el motor del superávit fiscal de septiembre y en lo que va del año. Lo que no suele decir el ministro es que dicho “logro” fue a partir de una fenomenal licuación de recursos en sectores tan sensibles como los jubilados y pensionados. No por nada el veto presidencial al aumento de partidas para este sector, convalidado luego por el Congreso de la Nación.
En el caso de las jubilaciones y pensiones, tomando como base el presupuesto 2016, las transferencias nominales tuvieron una caída de 30 puntos comparado con las erogaciones del período enero – septiembre de este año; el año pasado, el presupuesto para este sector había llegado a los 32.870.000 millones mientras que para el mismo período de 2024, las partidas se redujeron 7 puntos, con un total de 25.391.000 millones. ¿Quién es la casta?
En el caso de los subsidios al transporte, un tema clave para la vida de millones de trabajadores y trabajadoras, el recorte de recursos no solo impactó en un asiento contable del quinto piso del Palacio de Hacienda. El encarecimiento de estos servicios, vía recorte de subsidios, fue otra de las estrategias de la casta mileista para licuar ingresos.
En lo que va del año, la caída de estas erogaciones fue de 15 puntos, comparado con las transferencias ocurridas durante el mismo período de 2023. Si la comparación se realiza con el año base del cálculo realizado en las oficinas del Palacio de Hacienda, el derrumbe llega a los 60 puntos.
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Otros recortes
El Gobierno nacional volvió a festejar un superávit en base al programa de ajuste presupuestario y licuación de ingresos llevado adelante desde la cartera que conduce el ministro Luis Caputo. De acuerdo a un comunicado oficial, durante septiembre “se registró un resultado primario de 816.447 millones de pesos y un superávit financiero de $466.631 millones, luego del pago de intereses netos de tenencias intra sector público”.
Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el Programa Políticas Alimentarias, que incluye la Tarjeta Alimentar, sufrió en lo que va del año un recorte real de 29% interanual, mientras que la actividad presupuestaria de Comedores Comunitarios y Merenderos, que forma parte del Programa de Políticas Alimentarias, cayó un 85% en términos reales.
Si bien la Asignación Universal para la Protección Social (AUPS) se incrementó un 22% en términos reales entre enero y septiembre, los montos nominales de dichas transferencias quedaron licuados frente a la suba de precios ocurrida a partir de la devaluación de diciembre del año pasado.
A este escenario se le suma los recortes acontecidos en otros programas claves. Para el CEPA, la ejecución real del gasto público sufrió en septiembre una caída de 31% interanual en términos reales. “Se observan fuertes ajustes en Seguridad Social (Anses -18%) y Desarrollo Social (Potenciar Trabajo -79%, Economía Social -99%, Comedores comunitarios -85%)”, puede leerse en su último informe de coyuntura.
En materia de transporte y obra pública, los programas de Construcción de Rutas y Obras de Pavimentación, y Túneles y Puentes tuvieron caídas reales del 92% y 95% respectivamente. “Similar suerte corrió el Programa de Construcción de Rutas Seguras, que cayó 86%. Las Asistencias Financieras a los municipios cayeron el 100%. Mientras que el programa de Consolidación Urbana y Mejoramiento de Barrios cayó el 100%, y el Desarrollo Sustentable de la Cuenca Matanza Riachuelo cae el 100%”, concluyó el CEPA.