El Consejo Directivo del INTA frenó este fin de semana, en una votación que prosiguió a un agotador debate, buena parte del plan de desguace que el sector concentrado agropecuario –a cargo del organismo—intentó imponer. Pero en el tratamiento del extenso programa de recorte y desmantelamiento del principal ente científico y técnico para el sector primario quedó implícitamente avalada la venta de su emblemático edificio de la calle Cerviño al 3001, pleno barrio de Palermo. Se trata de una locación de alto valor económico en Capital Federal, que el Gobierno pondrá en subasta con un precio irrisorio base de 6 millones de dólares. Entre los potenciales beneficiarios se encuentra el zar local del real estate Eduardo Elsztain.
No es la primera operación de la inmobiliaria Milei. La venta del edificio de Cerviño, tal como adelantó la periodista Nora Bar, se suma al Centro de Salud Mental (CSM) N°1, situado en Manuela Pedraza 1558, en el coqueto barrio porteño de Núñez, que tendrá el mismo destino. La excusa en el caso del inmueble del INTA, el Gobierno asegura que hay una subocupación de espacios. “El INTA se reparte en cuatro edificios de la Ciudad de Buenos Aires, que no sólo no están ‘subutilizados’, sino que hasta que llegó este gobierno el INTA estaba alquilando edificios (además de esos cuatro) porque no tenía espacio de trabajo para su personal”, explicó a El Destape un trabajador del organismo
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Esos contratos de alquiler se fueron rescindiendo y los trabajadores y las trabajadoras se fueron amuchando en los cuatro edificios existentes (Rivadavia 1439, Alsina 1407, Chile 406 y Cerviño 3001). “La pregunta es por qué eligen el de Cerviño y no algunos de los otros tres, como los de San Telmo o Balvanera”, señaló el trabajador que participa de las asambleas del organismo. De hecho, este edificio va a contramano del discurso de recuperar espacios públicos, dado que por sus características y ubicación “se excluye la posibilidad de transformarlo en espacio verde o revalorizarlo y transformarlo en un museo”.
“Si el gobierno de la Ciudad o una constructora de pequeña escala quisiera adquirir el edificio para transformarlo en espacio verde o revalorizarlo y transformarlo en un museo no lo podrían hacer. Una interpretación que hacen en los interiores del organismo es que estas condiciones apuntarían a excluir de la puja en la subasta a constructoras menores”, explicaron a este medio desde el grupo de asamblearios. Esto asegura menos participantes en la puja y que el valor final al que se adquiera será cerca del precio base (¡una ganga!).
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El Consejo Directivo cedió a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) el poder para subastar el inmueble el 23 de diciembre a las 12, cuyo precio base de 6.378.968 dólares. La oferta tendrá un monto mínimo de incremento y la subasta se realizará por el término de una hora. La premisa del Consejo para ceder el inmueble fue que los fondos se utilizarán en inversiones de proyectos de investigación. Dentro del inmueble trabajan 140 personas que serán reubicadas a oficinas de la Secretaría de Agricultura o el Ministerio de Economía. El acto de subasta se llevará a cabo a través del sitio “Subast.ar”.
El pliego establece como cargo de la venta que quien adquiera el inmueble ejecute en el inmueble objeto de la subasta pública una obra de construcción de carácter permanente de, al menos el 75 por ciento de la constructividad/metros cuadrados de superficie cubierta, en conformidad con las condiciones normativas vigentes a nivel local. Estas cláusulas excluyen, dijeron fuentes consultadas, a potenciales compradores interesados en preservar el edificio con otros fines, como la construcción de una escuela o la creación de un espacio verde. Se deja claro que el inmueble se destinará a “usos residenciales u oficinas”.
La lógica detrás parece incontrastable: si se necesita transformar el edificio de Cerviño y esquina Ortiz de Ocampo en una torre de 12 pisos (con vista al Río de la Plata) en un plazo breve eso no lo puede hacer cualquiera. Tiene que ser una empresa grande. Ahí aparece IRSA, del amigo y principal aportante (con 20.000 dólares) a la campaña de Milei, Elsztain, quien recibirá de Milei un fabuloso regalo de Navidad.