“Simplemente, está nervioso y empieza a buscar culpables; esa es su lógica cuando el mundo no se acomoda a su razonamiento es porque alguien tiene la culpa”. Así se sintetizó ante El Destape la acusación del presidente Javier Milei a los directivos de uno de los principales bancos privados de capitales argentinos que realizó una operación financiera habitual y más bien conservadora.
Milei acusó a un banco de “intenciones golpistas” cuando habló la noche del miércoles en la Bolsa de Comercio y si bien no identificó, la referencia fue al banco Macro, que decidió ejecutar los puts (seguros) para venderle al Banco Central la tenencia de títulos públicos.
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El Macro está conducido por Jorge Pablo Brito (hijo) y se mantiene en el directorio Ezequiel Carballo, fundador de la empresa junto a Jorge Brito (padre, muerto en un accidente de aviación).
La entidad ejecutó los puts sobre bonos emitidos con CER (que actualizan por inflación) con la idea de pasarse a las nuevas letras de liquidez (LeFi) que actualizan por la tasa de política monetaria fijada por el BCRA y, en principio, tendrán una mejor rentabilidad.
El banco ejecutó entre $1,2 billones y $1,8 billones que dejó depositados en el BCRA, es decir nunca se trató de emisión monetaria como interpretó en forma equivocada Milei. Incluso, si en lugar de ejecutar puts vendía esos bonos en el mercado, hubiese generado una caída en las cotizaciones y una disparada de la tasa implícita que hubieran arruinado los planes de colocación de deuda del Tesoro.
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El ex primer ministro de Economía de Mauricio Macri, Alfonso Prat Gay, cuestionó a Milei en un posteo en la red social “X” apuntando al centro del relato del presidente. “En 2 meses pasamos de ‘el que fuga dólares es un héroe porque escapó a las garras del Estado’ (Foro de Llao Llao) a ‘es un golpista’ (Bolsa de Comercio de BA) quien ejerce su derecho...para escapar de las garras del Estado!” y sentenció “notable pérdida de entusiasmo en la propiedad privada”.
Carballo manejó históricamente las inversiones del banco y es reconocido y respetado en el sistema financiero. La operación cuestionada no es la primera vez que la hace. También la realizó cuando renunció Martín Guzmán a la cartera económica en la gestión de Alberto Fernández.
Tanto en aquella como en esta ocasión, las ventas implican pérdida de rentabilidad, ya que se ejecutan al valor del cierre del día previo, pero en ambos casos elimina riesgos. Puede definirse como una operación conservadora, pero no golpista.
Así lo entendió también el ministro Caputo que no cuestionó el fondo sino la forma. Reveló, en una entrevista que difundió su equipo de prensa, que mantuvo un encuentro con Carballo en la que le dijo “si vas a hacer una cosa así y más si lo tenías decidido desde el viernes se lo deberías haber comunicado al presidente del Banco Central” y le explicó que “si el Presidente no para de hablar de esto y vas a hacer esa movida creo que correspondía que lo hicieras saber".
Y hasta la defendió. Según Caputo, la decisión se tomó al comprender el alcance de la medida que anunció en la fatídica conferencia de prensa junto a su socio en la actividad privada, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili.
"Según me dijo ellos en realidad lo hicieron por buenas razones, entendieron perfectamente lo que habíamos anunciado y entonces la decisión de ellos fue 'la inflación colapsa, con lo que acaban de anunciar muere la inflación y nosotros tenemos bonos que ajustan por inflación, salgamos porque la inflación se destruye'. Esa fue la explicación. La explicación apoya que los anuncios fueron muy buenos. Ahora, si sabés que eso va a generar un ruido, corresponde que lo digas", completó.
Caputo puede creer que los anuncios fueron buenos y la decisión de Macro respondió a que se termina la inflación. El mercado no tiene la misma lectura. Los dólares se dispararon este viernes a nuevos máximos y la brecha se amplió a un rango de 50% a 60% (según se consideren los valores en el mercado informal o los financieros MEP o CCL).
Y eso es lo que mantiene nervioso a Milei, que ahora considera golpistas a quienes antes creía héroes del capitalismo del sálvese quién pueda.
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