La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) comienza a tomar distancia de la gestión del presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, al ritmo de las consecuencias del ajuste. Apremiados por la caída de ventas generalizada y el repunte que no se vislumbra en el corto plazo ni en la proporción requerida, los directivos de la agrupación empresarial plantean críticas entre el presente y el largo plazo virtuoso que promete la administración libertaria y con el que conceptualmente acuerdan. Pero los hoy números no cierran.
Ante las críticas, el Gobierno contesta con la baja de la inflación. “Comenzamos bajando el peor impuesto de todos que es el inflacionario”, manifestó Caputo la semana pasada pero para los comerciantes no es suficiente. "La estabilización de la inflación no se siente fuertemente en la economía real", dice a El Destape Alfredo González, titular de la confederación que agrupa a comercios y pequeñas empresas quien remarca como un problema “la capacidad de consumo de la población¨ y su impacto ¨en las ventas generales de todos los sectores¨ que relevan e integran al sector.
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"En el consumo pyme no se ve esa mejora continua. Tuvimos una baja más leve en marzo, abril y mayo pero en junio volvió la baja pronunciada de ventas en casi un 21% y en julio la caída fue de casi 15,9%", traza González. "Son dos dígitos muy fuertes para la economía real, esperemos que eso se pueda revertir porque ya es mucho tiempo para la pequeña empresa", puntualiza. El tiempo se agota y las reservas de la base de la pirámide pyme para afrontar la depresión económica se agotan.
A CAME la integra un amplio abanico de empresas que van desde las micro con un sólo empleado hasta las pymes con más de 200. "La gran mayoría de asociados necesita un cambio y queda menos resto para la mejora", cuenta otro de los miembros de la mesa directiva de la entidad. “La cosa se complica cuando a un pequeño le multiplican por cinco el alquiler¨, retrata.
Sin embargo, la agrupación participa activamente de las actividades a las que convoca el Gobierno y tiene un lugar en las mesas que definen la instrumentación del RIGI y la reforma laboral dentro de la Ley Bases. ¨El diálogo está avanzando con los equipos técnicos junto a la Unión Industrial Argentina y la Cámara Argentina de Comercio. Estamos trabajando con la ley laboral y la ley Pyme para las pequeñas empresas. Queremos correspondencia en los beneficios de empresas internacionales para seguir invirtiendo en nuestro país¨, confiesa González. “Son temas a futuro que entendemos y acompañamos. Ese tránsito hacia esa bonanza se complica”, revelan en la mesa directiva.
En el seno de la entidad entienden que pocos rubros parecen haber llegado a su piso pero que se está “acumulando negatividad en todos los sectores”. El relevamiento de ventas por el día del niño marcó una caída de 14,4% tanto en volumen como en calidad de consumo y la supervivencia recae hoy “en la capacidad de soporte que tenga cada empresa”.
“El Gobierno debe contener en los sectores vulnerables y también los económicos que estamos pasando una situación bastante difícil”, apunta González. Para sortear el momento, reclaman menor presión impositiva y mayor financiamiento a menor tasa porque vislumbran que los salarios “se irán recuperando a muy largo plazo”.