En la previa de la asunción de Javier Milei, mayoristas y supermercados comenzaron a recibir listas con aumentos de un 40% promedio en productos de consumo masivo, a la expectativa de la suba del dólar oficial que se espera para la semana que viene y ante el seguro final de Precios Justos bajo el nuevo Gobierno.
Durante la semana posterior al balotaje, ante el nuevo panorama político, las mismas empresas proveedoras habían adelantado subas de hasta un 50%, buscando recuperar el atraso que se produjo en el marco de Precios Justos. En ese momento, la Secretaría de Comercio logró negociar un tope de aumentos del 12% en noviembre y de un 8% más el último lunes 4 de diciembre. Pese a las denuncias de incumplimientos, en supermercados y mayoristas juran que respetaron el nuevo acuerdo a rajatabla.
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Pero ahora, ya a media semana del final del gobierno peronista, los proveedores volvieron a arremeter con aumentos por fuera de Precios Justos, ante la segura discontinuidad del programa bajo la presidencia de Milei, desde donde ya anticiparon que no revalidarán ningún acuerdo de precios.
Fuentes del sector supermercadista y del sector mayorista con las que habló El Destape advirtieron que, en los últimos días, las empresas ya comenzaron a enviar listas con subas de un 40% promedio en artículos de alimentos, limpieza e higiene. Se trata de una cifra que, admiten, es producto de las expectativas de una devaluación del dólar oficial de los 385 pesos actuales a entre 630 y 650 pesos a partir de la semana próxima, según los "valores razonables" que adelantó el próximo ministro del Interior, Guillermo Francos.
Desde el área mayorista también reconocen que, producto de este nuevo panorama de liberación de precios, ya comenzó a mejorar el abastecimiento en los últimos días, por lo que vuelve, de a poco, a sus niveles "normales". En otras palabras, los vacíos en las góndolas de las últimas semanas, pese a la negación de las empresas, era efectivamente producto de la especulación.
En el sector admiten que las ventas ya comenzaron a retrotraerse, especialmente en el AMBA, y vislumbran que esta tendencia continuará, frente a un salario real que tiene pocas expectativas de recuperación. Los mayoristas dan por sentado que el programa Precios Justos, pese a que formalmente tiene vigencia hasta el 31 de diciembre, no seguirá bajo el gobierno de Milei, quien puede anularlo a tiro de decreto. Por eso, apuestan únicamente a que las ventas se recuperen mediante el lanzamiento de las típicas promociones.
Esto produce un efecto irónico: una incipiente mejora relativa en las ventas de los comercios de proximidad, tanto almacenes como súper chinos. En los últimos años, los grandes supermercados habían ganado participación de mercado gracias a la presencia de Precios Justos, que nunca llegó a cumplirse del todo en su versión para comercios de barrio. Ahora, ante la virtual eliminación del programa, la brecha comenzó a cerrarse.
Pero ello no quiere decir que la mejora en los locales barriales sea absoluta, sino al contrario. "Compramos y reponemos con los nuevos valores, no nos queda otra alternativa. Sube la mercadería, se deprecia el sueldo y las ventas también. Es una ecuación", graficó Fernando Savore, titular de la Federación de Almaceneros de Buenos Aires (FABA).
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