A unos diez días de su debut, el programa Precios Justos, con el que el Gobierno fijó por 120 días los precios de más de 1.800 productos, registra faltantes y otros problemas en los locales de proximidad de las grandes cadenas de supermercados, según un relevamiento propio que realizó El Destape.
Se trata de un estudio que realizó este sitio web en tres supermercados diferentes del barrio de Palermo: Carrefour, Día y Coto. En el caso de Carrefour y Día, los locales relevados eran "minimarkets" express o pequeños supermercados de proximidad, mientras que en el caso de Coto se trató de un amplio local o hipermercado. En las tres grandes cadenas se buscó la disponibilidad de 20 productos de la lista de Precios Justos que además pertenecen a la Canasta Básica Total que mide el Indec.
El principal problema registrado en el relevamiento no es el incumplimiento en el precio del producto sino el faltante del mismo. Específicamente, solo se registró incumplimiento del precio en tres casos de los 60 totales: la leche entera La Serenísima debía valer $215 pero valía $232 en Carrefour y $251 en Día, mientras que el azúcar Ledesma debía valer $219 pero se encontraba a $254 en Coto.
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También, al contrario, se relevaron otros tres casos de productos cuyo precio en góndola era más barato que el fijado en Precios Justos (hamburguesas Good Mark en Carrefour y harina lntegral Cañuelas y sal fina Celusal en Día). En los tres casos se trató de ítems que tenían todavía el valor fijado en Precios Cuidados, aunque este programa será absorbido por Precios Justos. En este sentido, sería esperable que estos ítems alcancen el valor estipulado una vez que esta absorción de concrete.
En cambio, el faltante del producto fue mucho más común. En concreto, en Día había faltante total de 13 de los 20 productos de la lista, cifra que se elevaba a 15 en Carrefour. El de mejor cumplimiento, por lejos, fue Coto, con disponibilidad de 13 de los 20 productos y faltante en solo cinco casos. En paralelo, también en cinco casos el producto estaba disponible pero sin el precio rotulado en la góndola.
De este modo, los resultados del relevamiento muestran una gran disparidad entre los supermercados de proximidad (Carrefour y Día), por un lado, y los grandes hipermercados por otro (Coto). De hecho, en el caso de Coto la señalética de Precios Justos ya estaba disponible y podía verse frecuentemente en las góndolas, mientras que estaba totalmente ausente en Carrefour y Día.
Precios Justos en los supermercados de proximidad
Así, Precios Justos parece ser de difícil implementación en los minimarkets, que tal vez incluyen a algunas marcas de cierto tipo de producto pero no a otras, y en los que resulta complicado, incluso por motivos físicos, que los 1.823 productos de la lista puedan caber.
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De hecho, en algún caso de los minimarkets fue posible registrar que para algunos productos no había ninguna disponibilidad, ni siquiera fuera de la lista de Precios Justos. En otros, la única disponibilidad era la de la marca propia del supermercado.
Ya algunos representantes de almacenes y comercios de proximidad pidieron ser incluidos en el programa, que solo llega a supermercados y mayoristas. La posición oficial es que la atomización de los locales barriales hace imposible un acuerdo con cada uno de ellos, por lo que estos solo podrán verse alcanzados indirectamente a través del mantenimiento del precio fijo en los mayoristas.
Los faltantes comprobados en los minimarkets de proximidad alejan a Precios Justos de su objetivo, ya que los comercios barriales siguen siendo el lugar de compra más elegido por los argentinos y argentinas, mientras que es solo el segmento de clase media el que concurre con más frecuencia a los hipermercados.
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