La Reserva Federal (FED) de Estados Unidos subió 75 puntos básicos la tasa de interés, ubicándola de esta forma en un rango de entre 3% y 3,25%, con el objetivo de controlar la inflación. La decisión del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) busca intentar neutralizar el incremento de los precios, lo cual podría derivar en un vertiginosa caída del consumo y un incremento del desempleo.
Los funcionarios de la Reserva Federal elevaron las tasas de interés en 75 puntos básicos por tercera vez consecutiva y pronosticaron que alcanzarían el 4,6% en 2023, intensificando su lucha para frenar la inflación que persiste cerca de los niveles más altos desde la década de 1980. En un comunicado, el Comité Federal de Mercado Abierto repitió que “está muy atento a los riesgos de inflación”. El banco central también reiteró que “anticipa que los aumentos continuos en el rango meta serán apropiados” y “está fuertemente comprometido con regresar la inflación a su objetivo de 2%”.
La decisión, que fue unánime, eleva el rango objetivo para la tasa de referencia de los fondos federales de 3% a 3,25%, el nivel más alto desde antes de la crisis financiera de 2008, y desde casi cero a principios de este año. Los funcionarios esperan que la tasa de referencia aumente a 4,4% para fin de año y a 4,6% durante 2023, según la estimación mediana en las proyecciones trimestrales actualizadas publicadas junto con el comunicado. Eso indica que un cuarto aumento consecutivo de 75 puntos básicos podría estar sobre la mesa para la próxima reunión en noviembre, aproximadamente una semana antes de las elecciones de mitad de período. Más adelante, se prevé que las tasas disminuyan al 3,9 % en 2024 y al 2,9 % en 2025.
Los pronósticos actualizados también mostraron un aumento del desempleo al 4,4% para fines del próximo año y lo mismo a fines de 2024, frente al 3,9% y 4,1%, respectivamente, en las proyecciones de junio. Además, las estimaciones de crecimiento económico en 2023 se redujeron al 1,2 % y al 1,7 % en 2024, lo que refleja un mayor impacto de una política monetaria más estricta.
¿Cómo afecta a la Argentina?
Cuando Estados Unidos sube la tasa de interés, los precios de las materias primas suelen seguir una trayectoria a la baja, lo cual afecta el curso de las exportaciones. A su vez, el costo de endeudamiento para los países emergentes subirá de forma automática. El propósito de Estados Unidos es fortalecer al dólar frente a otros tipos de cambio. En consecuencia, se retrae en sus inversiones en mercados emergentes o complejos, como el argentino. Para acceder a la financiación, el crédito se encarece porque deben ofrecer mayores rendimientos para competir contra los bonos norteamericanos. Cada vez que la FED sube la tasa, se produce una falta de la divisa norteamericana y crece la presión devaluatoria.
Con información de Télam