Las prepagas ya aumentaron en 2022 más que la inflación y los salarios, ya que el incremento acumulado del año llegará al 90% en octubre. Las cuotas mensuales de las empresas que prestan servicios de salud en el ámbito privado sufrieron variaciones significativas de 2019 hasta hoy.
En lo que va del año, los clientes de las prepagas experimentaron una suba de un 68,5%, desde enero hasta agosto, sin contar febrero, que fue el único mes donde no se produjeron aumentos, lo que da una perspectiva creciente para el segundo semestre. De acuerdo a un informe realizado por la contadora y analista latinoamericana Melisa Murialdo, a cuatro meses de que finalice el año, el incremento es mayor a la de años anteriores y ya supera el aumento acumulado a agosto del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) y el del Índice de Precios (IPC) a la misma fecha, los cuales son de 49,5% y del 56,4%, respectivamente.
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Ahora bien, de acuerdo al índice de costos que elabora la Superintendencia de Servicios de Salud, el costo del servicio en octubre volverá a crecer (octavo incremento del 2022), acumulando casi un 90% de incremento en sus cuotas, valor unos 18 puntos mayor al del salario mínimo para esa fecha y bastante superior al de la inflación estimada.
El incremento año a año de las prepagas
Entre 2019 hasta agosto de este año, el aumento total en las cuotas mensuales de los servicios de salud privados fue de un 343,9%, calculado en base a las resoluciones provenientes del Ministerio de Salud. Así, en 2019 hubo ocho incrementos, totalizando un aumento anual del 62%. Por otro lado, en 2020, a raíz de la pandemia y de la emergencia sanitaria declarada en el país, se mantuvo en una meseta la cuota mensual, y recién en diciembre de ese año subió un 10%.
Por este motivo, en 2021 el precio de las prepagas se acrecentó, para tratar de compensar “lo perdido” y se estableció un incremento gradual en seis tramos, lo que acumuló en el año un 47,8%; prácticamente igualando a lo que iba a ser la inflación anual, aunque en un porcentaje inferior al de 2019. Pero la recomposición salarial corrió por detrás.
En 2019, el salario mínimo solo tuvo cuatro incrementos: en marzo, agosto, septiembre y octubre, con un acumulado del 49,3%, pasó de ser $ 11.300 en enero a $ 16.875 en diciembre; mientras que las prepagas acumularon un incremento anual del 62% y el IPC del 53,8%. Al año siguiente, la suba del SMVM se vio interrumpida a causa del coronavirus durante gran parte del año, y recién en octubre y diciembre del 2020 se modificó al crecer un 22% en total, cerrando el año en la suma de $ 20.588. A pesar de que la inflación fue del 36%, bastante menor a la del año anterior, aún fue escaso comparado con ésta. Lo mismo le ocurrió a la medicina prepaga.
Al comienzo del 2021, el SMVM y las prepagas corrían desde muy atrás en comparación con la inflación. Por esto, hubo ocho incrementos en el año al salario y seis a las prepagas "permitiendo un desarrollo más fluctuante llegando a fin de ese año a casi un 48% el aumento total de las prepagas y a un 55,4% el del salario (al pasar de $20.588 a la suma de $32.000); superando de esta manera a la inflación", subrayó el informe.
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