Los precios mayoristas en Estados Unidos registraron una suba de 0,3% mensual en julio, el mayor alza desde enero, informó hoy la Oficina de Estadísticas del Departamento del Trabajo de ese país.
La suba del índice de Precios al Productor (IPP) fue mayor a la esperada, lo cual genera dudas sobre si la Reserva Federal (FED) pausará las subas de tasas en su próxima reunión de septiembre, luego de que el Índice de Precios al Consumidor, publicado ayer, trajera una tendencia mixta.
La inflación mayorista subió 0,3% mensual en julio, la mayor suba desde enero, luego de mantenerse sin cambios en junio y de caer 0,3% en mayo; mientras que en la comparación anual el alza fue del 0,8% anual.
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El resultado fue mayor del esperado pues los economistas estimaban que el dato iba a ser del 0,2% mensual y del 0,7% anual, indicó la agencia Bloomberg.
El IPP núcleo, que excluye los valores volátiles de la energía y de los alimentos, fue del 0,3% mensual el mayor incremento desde noviembre de 2022- y 2,4% anual; mientras que el costo de los bienes intermedios encadenó la sexta baja mensual consecutiva.
La normalización de las cadenas de suministro globales, la merma de la demanda externa y el cambio de preferencia de los consumidores en los últimos meses que viró de los bienes hacia los servicios, son algunos de los factores que aliviaron la inflación mayorista en los últimos meses.
No obstante, también comenzaron a surgir vientos en contra, especialmente en lo que respecta a la suba de los precios de los combustibles.
Asimismo, los servicios registraron en julio la mayor alza desde agosto del año pasado con una suba de 0,5% mensual, en categorías como manejo de carteras (componente que incluye, por ejemplo, la consultoría para inversiones), salud y transporte de pasajeros.
Según los economistas Matthew Martin y Oren Klachkin, de Oxford Economics, los datos no generarán mayores preocupaciones a la FED pero los motivará a prestar atención acerca de si la suba en los precios mayoristas de los servicios persistirá o no en los meses próximos.
La inflación minorista publicada ayer registró un incremento de 3,2% en julio, la primera aceleración en más de un año tras marcar 3% el mes anterior, pero, al mismo tiempo, el índice núcleo fue el menor en más de dos años.
Los distintos miembros de la FED han mostrado una postura mixta acerca del próximo paso a seguir en la suba de interés, donde la mayoría parecería inclinados a mantener el nivel actual de 5,5% por un tiempo prolongado, mientras que otros han dejado la puerta abierta para una nueva suba de 25 puntos hasta 5,75% en lo que resta de 2023, indicó la consultora Balanz Research en un informe.
El organismo monetario apuesta a alcanzar un aterrizaje suave en la economía, es decir, bajar la inflación sin inducirla a una recesión.
Hasta el momento logró ese cometido pues, en la primera mitad de 2023, el Producto Bruto Interno (PBI) subió 2% anual en el primer trimestre y 2,4% en el segundo; mientras que entidades como Bank of America y la propia FED retiraron sus pronósticos de recesión.
Asimismo, la economía sigue incorporando puestos de trabajo aunque, a un menor ritmo- y el índice de desempleo se sitúa cerca de niveles mínimos que no se veían desde 1969.
Con información de Télam