El Presidente dio inicio a las sesiones ordinarias del Congreso con un discurso nutrido de temas económicos. La deuda con el Fondo Monetario Internacional, la inflación, la expansión de la actividad, las tarifas y el SWAP con China ocuparon piezas claves del documento que leyó Alberto Fernández ante los legisladores.
Se trató de un discurso con mucho foco en lo económico. Señaló la responsabilidad del gobierno previo de endeudar al país por encima de sus capacidades y en cuantías jamás antes registradas por la historia mundial. Además, aclaró que continuará la investigación criminal por ese desfalco multimillonario. Por otra parte, resaltó las mejoras macroeconómicos del último año y adelantó cómo será el esquema de tarifas de los servicios públicos.
La deuda con el FMI
La columna vertebral de su explicación sobre la situación económica actual giró en torno a la deuda externa y el por qué Argentina negocia con el Fondo. Al detallar la investigación penal que el gobierno impulsó contra los responsables del endeudamiento récord e insostenible, un grupo de diputados de Juntos por el Cambio se levantó y retiró de la Cámara de Diputados.
"Macri decidió endeudar a la Argentina con el Fondo Monetario Internacional. El Congreso Nacional no autorizó ese endeudamiento ni fue consultado respecto de las obligaciones que el Estado Nacional asumía al tiempo de tomar la deuda", repasó al comienzo de este segmento Fernández. En el caso del pre acuerdo negociado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, este será remitido al propio parlamento para que sea analizado por el cuerpo y apoyado por la mayoría de los arcos políticos.
El destino de los US$ 45.000 millones fue un diferencial entre la actitud de los gobiernos previos y el de Cambiemos. El préstamo que le dieron a Macri básicamente sirvió para financiar la campaña electoral de 2019, con una derrota inesperada para quienes lo autorizaron: tanto Donald Trump como Christine Lagard. "El dinero que ingresó de ese préstamo no fortaleció las reservas del Banco Central porque fue enteramente utilizado para pagar deuda externa insostenible y financiar la fuga de capitales. No quedó nada del dinero recibido en Argentina. Ni un puente ni una carretera. Sólo nos quedó una deuda externa impagable", recriminó.
Además de esto, Fernández aclaró que el nuevo acuerdo no acumulará nueva deuda a la ya tomada por el gobierno anterior. La nueva línea con el Fondo oficiará como una refinanciación del crédito, lo que le permitirá al gobierno no dedicar las reservas nacionales para pagar compromisos externos insostenibles. De hecho, se usará dinero del propio FMI que empezará a pagarse dentro de cuatro años y medio. Las transferencias con el organismo se iniciarán en 2026 para terminar en 2034.
“Podremos utilizar ese tiempo para que semejante carga de deuda no detenga el crecimiento. El acuerdo no resuelve el problema de la deuda externa, pero da un paso importante en esa dirección”, recalcó.
Además, el presidente calificó a este entendimiento como “inusual” en el marco de un programa con el FMI. Esto se debe a que se trata de un acuerdo sin la obligación de ajustes integrales pero que sí cuenta con incremento del gasto real en todos los años del programa. Habrá una expansión en infraestructura, inversiones en ciencia y tecnología y en políticas sociales.
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La inflación
El presidente refirió a la inflación como un problema global ante la recuperación de la pandemia, que generó un alza significativa en todas las materias primas y generó récords en los índices de las economías desarrolladas. "Mientras el virus atacaba impiadoso a toda la humanidad, el mundo se vio afectado por una inflación global de los alimentos”, señaló.
Pero eso se sumó a los factores que ya habían disparado los precios en el país y que Macri llevó al 54% en 2019. “Con los gravísimos problemas que arrastraba la economía argentina, que se vieron agravados en la pandemia, y con esa costumbre seriamente arraigada en muchos sectores de `remarcar precios por las dudas´, no logramos reducir, en plena pandemia, la muy alta inflación que heredamos", sinceró el presidente.
"La inflación es el gran problema que tienen los argentinos y las argentinas en este momento y, sin ninguna duda, es también la principal preocupación y el principal desafío del gobierno", se plantó el mandatario. Si bien reconoció la problemática actual y aclaró que el Ejecutivo la aborda, no dio detalles de cómo lo resolverá: "Hay muchos factores que inciden en la inflación y todos tienen que ser atacados coordinadamente".
Destacó que, pese a la elevada inflación, los salarios reales del sector privado registrado tuvieron una leve recuperación en 2021, aunque admitió que “a un ritmo inferior al que queremos." "En 2021 el gobierno nacional trabajó para que en las negociaciones colectivas pudieran mejorarse los ingresos. Por eso en 2021 la pobreza dejó de aumentar. Ahora ya estamos en condiciones de iniciar el sendero de su paulatina reducción", agregó.
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El crecimiento económico
Fernández no minimizó la excepcional recuperación económica del 10,3 % del PBI para 2021, muy superior a la esperada. Esa recuperación le permitió a Argentina revertir la caída generada por la pandemia en 2020.
"La obra pública ha sido y será un motor fundamental del desarrollo integral. No detuvimos la obra pública con la pandemia y no la detendremos en el futuro. Tenemos 3700 obras a lo largo y a lo ancho del país. Obras pensadas con criterio federal y ejecutadas con transparencia y equidad", enumeró.
La industria, sin dudas, consistió en otro vehículo de esta expansión en la actividad. El sector fabril en 2021 no solo recuperó lo perdido en 2020, sino que se ubicó 7% por encima de 2019. “Esta reactivación industrial fue una de las más aceleradas del mundo comparando contra 2019", reiteró.
La recuperación también fue muy fuerte en las pymes industriales, con la utilización de la capacidad instalada industrial y la rentabilidad industrial pyme en su mayor nivel en más de tres años. "Esa recuperación fue generalizada y federal, en la amplia mayoría de los sectores y las provincias teniendo hoy más empleo industrial formal que a fines de 2019. No fue obra de la casualidad. Tampoco fue un rebote como algunos han dicho", manifestó el jefe de Estado.
"Le pido a cada argentino y a cada argentina que confíe en su propio país y en las personas que los rodean: en nuestra sociedad. Que se hagan dueños de la construcción del futuro. Para un argentino nada debe ser más importante que otro argentino. Así Perón, hace muchos años, quiso poner fin a la discrepancia social que muchos sembraban. Entendamos que no habrá soluciones individuales si no construimos soluciones colectivas", cerró esta parte de su discurso.
Las tarifas de los servicios públicos
"En Argentina se acabaron los tarifazos. Vamos a segmentar los subsidios para lograr niveles de tarifas razonables, con justicia y equidad distributiva para los servicios públicos de gas y electricidad", sentenció Fernández. Este era un punto clave en la negociación con el FMI, que fuentes del Ministerio de Economía confirmaron a El Destape que se logró destrabar con resultado favorable a Argentina, tal como lo detalló el presidente en su discurso.
"Para el resto de los usuarios, nuestra política se inspirará en la Ley 27.443 votada en este Congreso de Nación en el año 2018 y vetada por el entonces presidente Mauricio Macri. Esa normativa establecía que las tarifas solo podrían incrementarse teniendo como tope el Coeficiente de Variación Salarial. Lo que nosotros haremos será utilizar ese mismo indicador, pero estableciendo que la evolución de las tarifas estará claramente por debajo de la evolución de los salarios", dijo el mandatario.
"Vamos a segmentar los subsidios para lograr niveles de tarifas razonables, con justicia y equidad distributiva para los servicios públicos de gas y electricidad. Por eso, en principio, apuntamos a que el 10 por ciento de mayor capacidad económica deje de ser beneficiario de subsidios", confirmó Alberto.
El esquema nuevo consiste, entonces, en una tarifa plana para el decil más alto, aquellos con tarifa social, sólo el 20% por audiencia pública que ya se anunció, sin nuevas variaciones, y los hogares ubicados en el medio tendrán aumentos vinculados con el crecimiento salarial. El Fondo pedía un incremento mucho mayor, resaltaron fuentes oficiales.
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El SWAP con China
Además, el presidente Alberto Fernández confirmó que se llegó a un acuerdo para ampliar el swap con China, por el equivalente a 3000 millones de dólares. Este permitirá fortalecer el stock de reservas y profundizar la relación comercial con el gigante asiático.
"Puedo anunciarles hoy (martes), que ayer he recibido la confirmación del gobierno chino de que han accedido a nuestro pedido de ampliación y uso del swap en función de lo expresado en la declaración conjunta que firmáramos en mi visita oficial", aseguró el mandatario.
"China siempre nos ha apoyado en los momentos difíciles y confiamos en que pronto tendremos la autorización técnica correspondiente. Con ello también fortaleceremos la estabilidad cambiaria", aseguró el jefe de Estado. Estos fondos, en la medida en que se vayan fortaleciendo la relación comercial, irán a parar a las reservas, quedando como saldo sin utilizar el dólar.
El último informe de la Cámara Argentina de Comercio reveló que Argentina tuvo, en 2021, un déficit comercial con China de 7365 millones de dólares. El objetivo del Banco Central es que una parte de ese déficit se pague con yuanes.
"Invito al pueblo argentino y a las fuerzas políticas a mirar hacia adelante, sin olvidar el pasado. Somos un ejemplo ante el mundo de cómo construir Verdad, Justicia y Memoria sobre una tragedia histórica sin detenernos y mirando hacia el futuro. También ahora podemos hacerlo", sostuvo el presidente. El objetivo del Banco Central es poder profundizar los pagos de importaciones y los repagos de inversiones chinas en esa moneda, para descomprimir la cuenta de dólares.