La canasta de crianza para menores de edad registró una suba que varió entre el 12 y 20%

Según el Indec, esta canasta aumentó mucho más que la inflación de julio, donde las más afectadas son las mujeres al frente de hogares monamarentales. 

18 de agosto, 2023 | 16.47

La inflación no afecta a todos por igual. El costo de los alimentos pega mucho más fuerte en los sectores de bajos ingresos, tal como quedó en evidencia con el último informe sobre la canasta básica, cuya valorización aumentó más que el índice general de precios difundido por el Indec. La misma desigualdad se registró en la valorización de la canasta de crianza, un indicador elaborado por el instituto de estadísticas y el área de género del Ministerio de Economía. En julio, los bienes y servicios necesarios para cubrir las necesidades de los menores entre los 0 y 13 años, sumado al costo monetario por el tiempo destinado por una persona al cuidado de dichos menores, aumentaron entre el 12 y 20 por ciento mensual, dependiendo la franja etaria que habita en los hogares relevados.  

El índice de crianza fue ideado desde el área de género del Ministerio de Economía, con el objetivo de medir el impacto de la suba de precios en bienes y servicios, pero también el tiempo dedicado al cuidado de los hogares donde habitan menores y en los que suelen ser las mujeres las únicas personas a cargo.

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En el país existen 1,5 millón de hogares monomarentales, en los que viven cerca de tres millones de personas entre los 0 y 12 años. Según el relevamiento realizado por el Ministerio de Economía junto a la CEPAL, el promedio de ingresos en este tipo de viviendas resulta ser un 19% menor que en aquellos lugares donde conviven dos adultos y los menores de edad.

Según lo difundido por el Indec, la canasta de crianza para julio, en el caso de los hogares con niños y niñas menores a un año, tuvo un costo de 120.970 pesos; en el caso de la franja que va de 1 a 3 años, la valorización fue de 142.436 pesos, seguido por el grupo de 4 a 5 (112.640) y los que van de 6 a 12 (105.817).

En la comparación mensual, la suba del costo de esta canasta varió entre el 12 y el 20%, dependiendo la franja etaria. Es decir, el alza superó en varios puntos porcentuales a la variación general de precios para el mismo mes (6,3%). Incluso resultó muy superior a la valorización de la canasta básica utilizada para medir los umbrales de pobreza en el país (7,1%).

“Este índice fue pensado para los hogares monomarentales, donde todas las desigualdades de género y de cuidados se profundizan. En Argentina existen 1,5 millón de hogares donde son las mujeres quienes están al frente, donde viven 3 millones de personas entre los 0 y 12 años. Los ingresos de estas personas suelen estar por debajo de la canasta básica total individual. Además, el 64% de estos hogares destina la mitad o más de todos sus ingresos al pago de deudas”, explicó Sol Prieto, directora Nacional de Economía, Igualdad y Género del ministerio de Economía, en diálogo con El Destape.

Un aspecto relevante de esta medición fue la posibilidad de cuantificar en dinero el costo mensual de las tareas de cuidados de los menores de edad. Por ejemplo, si el costo total de la canasta de crianza dentro de la franja de 6 a 12 años fue de 105.817 pesos, el componente vinculado al tiempo que insume dicha tarea y su potencial remuneración quedó establecida en los 48.000 pesos.

Si bien esta medición se lanzó en junio, el trabajo incluye la comparación interanual. A modo de ejemplo, en el caso de los hogares monomarentales donde viven menores entre los 6 y 12 años, su valorización saltó un 138% en la comparación con julio de 2022, más de 20 puntos porcentuales por encima de la variación general de precios.

“La medición les servirá a las distintas áreas del Estado a realizar diferentes políticas públicas destinadas a resolver las inequidades sociales y de género”, enfatizó Prieto.

Otras caras de la desigualdad

La CEPAL y el Ministerio de Economía, a través de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género, publicaron el Primer informe sobre endeudamientos, géneros y cuidados en la Argentina. A partir de una encuesta nacional, abordaron las estrategias de financiamiento en los hogares del país. La conclusión fue que la proliferación de la informalidad laboral llevó a que las familias buscaran formas de financiamiento por fuera del sistema bancario. El circuito informal incluye prestamistas, acuerdos privados con los comerciantes, o simplemente pedir dinero a un conocido.

La encuesta arrojó que, del total de hogares que tuvieron que endeudarse, el 63,8% utilizó ese dinero se usó “para costear gastos en comida y medicamentos”, un porcentaje que asciende al 65,4% en las viviendas cuyo principal sostén son las mujeres.

A pesar de que los hogares analizados reciben algún tipo de ingresos, ya sea a través del mercado laboral formal, informal o a partir de las diferentes políticas públicas vinculadas al cuidado y destinadas a las jefas de hogar, las familias tienen que endeudarse para comer y pagar la misma deuda contraída con anterioridad, la cual también fue destinada a la compra de alimentos.