En línea con la estimación del Gobierno, las consultoras privadas prevén una baja de la inflación en octubre, en algunos casos incluso por debajo de los dos dígitos, luego de dos meses seguidos en los que el índice estuvo arriba del 12%.
La previsión de la suba de precios para octubre es del 12,2% para Focus Market en los bienes de consumo masivo, de entre el 10,6 y el 10,9% para FIEL, cercana al 10% para LCG y CEPA y "cercana al 9%" para Eco Go, según un relevamiento hecho por El Destape.
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De este modo, todas las consultoras relevadas pronostican una desaceleración de la inflación respecto a septiembre. El mes pasado, según la medición oficial del Indec, la suba de precios había sido del 12,7%, la más alta desde febrero de 1991 a la salida de la última hiperinflación y la entrada en la Convertibilidad. A su vez, la inflación de agosto había sido del 12,4%, también récord hasta ese mes, producto del traslado a precios de la devaluación del día posterior a las PASO.
Si se confirma el anticipo de los privados, la inflación de octubre sería la primera en desacelerar desde junio, ya que en julio también se produjo un leve aumento derivado de las subas estacionales por las vacaciones de invierno.
Aunque todavía resta el informe de las consultoras con el detalle de los rubros que influyeron en la baja inflacionaria de octubre, sí se puede prever que una de las categorías que más desaceleró fue la de alimentos, que hasta la tercera semana del mes habían mostrado una suba de precios del 7,2% mensualizado, según LCG. En septiembre, "alimentos y bebidas" había subido un 14% en el IPC del Indec.
En este sentido, desde LCG señalaron a este portal que la importante desaceleración de alimentos se compensó parcialmente con la autorización de aumentos en rubros de tarifas reguladas como telefonía, colegios privados o taxis, los cuales llevaron la inflación al alza.
En cualquier caso, la baja inflacionaria pronosticada por los actores privados no es tan pronunciada como la prevista por el propio Ministerio de Economía. La Secretaría de Política Económica del viceministro, Gabriel Rubinstein, reveló a mediados de octubre que la suba de precios mensual proyectada para todo el mes era del 7,0%, mientras que esa medición adaptada a la metodología del Indec debería ser del 7,1%.
En esta fuerte baja, de unos 5 puntos respecto a la inflación de septiembre, interviene la metodología utilizada, ya que el organismo estadístico que conduce Marco Lavagna realiza su medición tomando el promedio de las cuatro semanas del mes con el promedio de las cuatro semanas del mes previos. Esto implica que en el IPC de septiembre se tuvo en cuenta la fuerte suba de la tercera semana de agosto por la devaluación post PASO, pero en octubre este efecto estadístico ya no estará presente.
Está claro que la desaceleración que probablemente se compruebe en octubre no equivale a un escenario objetivamente positivo, ya que, como admitió el propio Rubinstein, "un 7% o un 8% mensual de inflación sigue siendo altísimo". Aun así, evidenciaría a su vez que no se está produciendo un escenario de espiralización permanente, contrario a lo que habían pronosticado desde la oposición y como está implícito en el plan de gobierno de dolarización impulsado por el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei.
De este modo, una desaceleración en octubre también querría decir que los intentos de Milei de desestabilizar el tipo de cambio fomentando una corrida cambiaria y bancaria contra el peso tuvieron un efecto limitado, al menos en el traslado a precios.
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