El precio de los alimentos se disparó por encima del promedio en 2020

Con jubilaciones mínimas bordeando un incremento del 35% y paritarias que en promedio no superaron ese umbral, los productos de mayor consumo se encarecieron de forma acelerada.

17 de enero, 2021 | 00.05

El 2020 no fue el mejor año en materia inflacionaria y en especial para la evolución del precio de los alimentos. A pesar de una baja considerable respecto al 2019, por la influencia directa de la parálisis del primer semestre por la pandemia, el costo de los productos de consumo popular se ubicaron muy por encima del promedio general.

El Nivel general del Índice de Precios al Consumidor registró en diciembre un alza de 4%, y acumuló en los doce meses de 2020 un incremento de 36,1%. La suba intermensual fue la más elevada del año pasado, ya que superó el 3,8% de octubre.

La división Alimentos y bebidas no alcohólicas (4,4%) fue la de mayor incidencia en el nivel general para todas las regiones y en el año acumuló un alza del 42,1%. El balance final es positivo si se compara con los escalofriantes registros de 2019 (56,8%) y 2018 (51,2%), pero el impacto de las subas volvió a golpear irremediablemente los bolsillos de los y las trabajadoras.

Con jubilaciones mínimas bordeando un incremento del 35% y paritarias que en promedio no superaron ese umbral, el poder adquisitivo flaqueó una vez más en el año que acaba de irse. Así le fueron en 2020 a los segmentos que agrupan la mayor cantidad de alimentos consumidos por la población.

-Pan y cereales: 26,6%.

-Carnes y derivados 56,9%. 

-Leche, productos lácteos y huevos: 20,2%.

-Aceites, grasas y manteca: 24,1%.

-Frutas: 64,4%.

-Verduras, tubérculos y legumbres: 58%.

-Café, té, yerba y cacao 31,7%.

 

 

En las últimas semanas, el Gobierno puso en eje de debate público la necesidad de desacoplar el valor de los alimentos para consumo local del costo internacional de los commodities. A pesar del affaire por la marcha atrás en las regulaciones sobre el mercado de exportación de maíz, en la Casa Rosada pretenden frenar la escalada brutal del rubro alimenticio registrada durante el último cuatrimestre. La mesa de diálogo con el agro por lo menos aparenta dirigirse en esa dirección.

No fue la casualidad la declaración del presidente, Alberto Fernández, en torno a la injusticia que representa que un argentino "pague la carne como un alemán".  

La disparada del precio de la carne

Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), si se analiza la evolución de las variaciones mensuales de la carne a lo largo de 2020, los incrementos significativos fueron durante enero (7,6%), marzo (5,6%), abril (9,2%) y noviembre (7,7%). Sin embargo, durante diciembre, el incremento ponderado promedio de los cortes de carne vacuna fue del 20,2%.

Los cortes más caros fueron los que más aumentaron, promediando un 20,2%, en el nivel de los aumentos promedios ponderados de carne. Los cortes intermedios se incrementaron levemente por debajo, en el orden del 19,7%; mientras los cortes económicos subieron 15,9%.

Finalmente, el pollo fresco entero escaló 19%, aproximadamente un punto porcentual por debajo del promedio de aumentos de los cortes cárnicos. Lo que se observa en el último tiempo es una brecha creciente entre los precios del asado y el pollo entero.

Si en enero 1 kilo de asado equivalía a 3 kilos de pollo, en noviembre 1 kilo de asado fue equivalente a 3,3 kg. de pollo. En diciembre, esa equivalencia se elevó a 3,56 kg. de pollo.

Analizando los cortes más caros, todos ellos se incrementaron en gran medida durante el mes de diciembre. Los principales aumentos los sufrieron: matambre (27,8%), cuadrada (20,8%), vacío y lomo (20,3%), nalga y peceto, 19,3% y 18,8% respectivamente.

Respecto a los de precio intermedio, diciembre también fue un mes complicado. Los principales aumentos lo reflejaron el asado (29,4%), la tapa de asado (23,7%) y la tapa de nalga (20,3%). Todos los demás cortes sufrieron aumentos por encima del 15% mensual, salvo la picada especial que aumentó un 13,3%.

Las frutas, impagables

El caso del tomate es paradigmático. Comenzó el año en torno a los $ 20 por kilo, y tocó un máximo de $ 70 por kilo durante la primera semana de junio. Luego volvió a valores de $ 20 por kilo, manteniéndose estable durante algunas semanas, para luego comenzar nuevamente un proceso de aceleración, pasando por los $ 60 pesos por kilo durante septiembre, para llegar a un máximo de $ 108 durante octubre

Durante noviembre, el precio mayorista del tomate redondo se desplomó para llegar a fines de ese mes a un promedio de $34 por kilo en el mercado mayorista. Durante el mes de diciembre, profundizó su baja, llegando a los $ 12 por kilo en el mercado mayorista durante la última semana del año.

Esta dinámica es ilustrativa de parte del mercado de frutas y hortalizas, ya que sufren diversos movimientos de precios vinculados a la estacionalidad de la cosecha y las condiciones climáticas, entre otros eventos circunstanciales posibles.

En diciembre, las principales variaciones positivas fueron la lechuga (52%), la banana (41%), la pera (22%), y la naranja (21%). Por otra parte, también resalta la caída de la mandarina (-6%), la papa (-14%) y el tomate redondo (-70%).

Desde una perspectiva interanual, los principales incrementos se dieron en el limón (200%), la cebolla (162%), la papa (150%), la naranja (148%), la batata (131%) y el zapallo (117%). 

Diferencias entre el AMBA y el Interior

Según la perspectiva de un informe de la fundación Colsecor, existen productos hasta 72% más caros en el interior que en la Ciudad de Buenos Aires e importantes subas intermensuales.

De los elementos estudiados, la mayor diferencia se observó en los valores de la lechuga (72%), el aceite (51%) y la papa 44%. Los precios del pollo, la leche, la yerba y el azúcar, se ubicaron entre un 37% y el 29% en relación a los de referencia nacional. Por otro lado, el pan se ubicó un -16%, la manzana un -15% y el cemento se encontró un -9%.

Si se observan las cifras oficiales que difunde el Indec, la inflación interanual de diciembre del rubro de los alimentos fue ampliamente superior en regiones del país alejadas del AMBA. En el Noreste del país crecieron 52% y en el Noroeste un 48,1%, contra el 42,1% registrado en el Gran Buenos Aires.