Ante la advertencia del Gobierno de una posible suba de retenciones o implementación de cupos para asegurar el abastecimiento interno a precios desacoplados de las cotizaciones internacionales, el complejo aceitero apura la implementación de un fideicomiso financiero que, asegura, cumpliría un rol similar en la mesa de los argentinos. Los exportadores deberán destinar 190 millones de dólares anuales para compensar el diferencial de precios del aceite envasado para consumo interno. El volumen de aceites envasados que será objeto de la compensaciones es de 29 millones de litros por mes, en una proporción mínima de 80 por ciento de girasol.
La iniciativa surgió a partir de un acuerdo entre distintos actores del mercado de la soja y el girasol y los ministros de Agricultura, Ganadería y Pesca y de Desarrollo Productivo que comenzó a tejerse a fin del año pasado. Tal como anticipó El Destape, el equipo económico buscaba reflotar este mecanismo creado en 2008 y eliminado por el macrismo, el cual implicaba un cupo mensual de aceite en función de los niveles de exportaciones de las empresas del sector oleaginoso. Los empresarios se comprometieron a implementar el instrumento, que será un acuerdo entre privados, en quince días.
Como resultado de una mayor demanda global de alimentos, con una oferta restringida por cuestiones climáticas, y un dólar que se debilita frente al resto de las monedas, los precios de los granos se ubican cerca de sus máximos históricos y amenazan con romper ese techo de cristal en el transcurso de este año. Bajo este escenario, el Gobierno, tal como lo hizo saber hasta el propio presidente Alberto Fernández, tiene como meta insustituible este año desacoplar ese efecto de los precios internos. El ajuste en los tipos de cambio diferenciados va en esa línea, pero los productores agropecuarios se resisten a perderse una parte de la fiesta y resignar un poco de esas ganancias extraordinarias.
MÁS INFO
En el marco de la apuesta al diálogo que viene imprimiendo el equipo económico con las empresas se alcanzó un preacuerdo, tal como que quedó establecido en la resolución publicada este lunes en el Boletín Oficial, para que el sector privado asuma un compromiso que vaya en dirección a reducir el precio de los alimentos. Carne, harinas y aceites son productos básicos de la mesa de los argentinos y, pese a destacarse el país en su producción por calidad y cantidad, están cada vez más lejos del alcance de las mesa de los hogares. La creación de un fideicomiso, al cual los exportadores transferirían una cuota de lo que destinan a exportar para compensar a la industria aceitera que abastece al mercado interno, permitiría reducir el precio del aceite.
Otro pacto de caballeros
"En los próximos quince días hábiles los diferentes participantes de la cadena de comercio de la industria aceitera constituirán un fideicomiso privado, que no demandará ninguna erogación estatal, con el objetivo de sostener en el mercado interno un precio accesible de los aceites envasados para los consumidores, así como su pleno abastecimiento", señala la resolución oficial publicada en el Boletín Oficial.
La medida ratifica el alcance del acta firmada el 30 de diciembre pasado entre el Gobierno y la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y Centro de Exportadores de Cereales (CIARA CEC), a través de la cual las empresas se comprometieron a implementar un mecanismo de financiamiento. La propuesta surgió de la cámara aceitera y cerealera, sobre la base de la experiencia de 2008, pero, como era de esperar, con menor o nula injerencia del Gobierno.
El fideicomiso estará integrado por las personas humanas y físicas que operen en el mercado de la soja y el girasol y se encuentren inscriptos en el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA). A cargo de éstos estará la responsabilidad de velar por el interés económico general mediante "un sistema interno de compensaciones que permitirá estimular la libre competencia, que garantice el abastecimiento interno y asegure precios justos y razonables para los consumidores".
Los aportes de fondos de cada fiduciante serán calculados de acuerdo con las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior de los productos sujetos a aportes, registradas a partir de la fecha de corte. Es decir, deberá confiarse en la transparencia del sector. Desde el Gobierno aseguran desde los distintos ministerios se trabajara para evitar toda distorsión del mercado exportador de los productos sujetos a aporte y disuadir toda conducta contraria a la lealtad comercial y la defensa de la competencia.
El texto publicado este lunes dispone que el precio base de aceites envasados se ajuste de acuerdo a una fórmula durante la vigencia del fideicomiso. El marco normativo contempla que la duración del compromiso suscripto se extinga el 31 de enero de 2022 y deja abiertas instancias de revisión periódicas en las que se analizará la continuidad del instrumento posterior a esa fecha.
Cuánto ponen los exportadores
El ejemplo más cercano de este instrumentos fue la experiencia de 2008, con la iniciativa del ex secretario de Comercio Guillermo Moren. En ese momento, de las exportaciones concretadas y permitidas a través de los ROE (permisos), las aceiteras debían entonces destinar un 1,2 por ciento a este fideicomiso. El monto recaudado se utilizó durante esos años, hasta la derogación por parte del macrismo, para subsidiar el precio en el mercado interno. Esto permitía asegurar un precio desacoplado para la botella de aceite comestible de un litro en la mesa de los hogares argentinos.
La actual iniciativa incluirá también la plena integración de quienes estén inscriptos en el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) dentro de los productos o posiciones que den sustento al régimen de asistencia financiera y que se encuentren establecidos y que cumplan con las condiciones que aquí se establecen. La Secretaría de Comercio Interior sería la encargada de evaluar la evolución del fideicomiso, en especial el volumen mínimo objeto de la asistencia financiera y el monto máximo de aporte. En caso de incumplimientos podrá emitir un laudo técnico relativo al efectivo cumplimiento del contrato de fideicomiso.
El precio base de aceites envasados se ajustará de acuerdo a los porcentajes de aumento permitidos por el Gobierno para cada período durante la vigencia del Fideicomiso. El aporte será de 190 millones de dólares anuales, y será revisado trimestralmente en acuerdo con el Gobierno, ante variaciones del volumen mensual.
El aporte provendrá de la exportación de harina y pellets de girasol, pellets de harina de soja, expellers de soja, habas de soja, semillas de girasol (hasta un 15 por ciento embolsado) y harina de habas de soja. Los recaudado compensará los precios de aceites envasadas (refinados y comestibles hasta cinco litros) y aceites refinados (de soja, girasol y mezclas).
El volumen de oleaginosos envasados que será objeto de la compensaciones es de 29 millones de litros por mes, en una proporción mínima de 80 por ciento de aceite puro de girasol, principal producto de consumo interno.