Aumento descomunal de la lechuga: por qué cuesta más cara que el asado

El precio de la lechuga se disparó en los últimos días en la Ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense donde se llega a vender a 7 mil pesos el kilo. Los motivos del incremento y el impacto en el precio.

27 de marzo, 2024 | 12.36

El precio de la lechuga se disparó en los últimos días y el kilo de la verdura verde superó al del asado en las verdulerías y supermercados en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. Según productores y expertos en producción agrícola esto se debe a que las incidencias climáticas de las últimas semanas afectaron los campos de cultivos. Mientras tanto, el consumo de carne en el primer bimestre del año se desplomó al mínimo histórico.

Según detallaron en NA, en toda la zona del AMBA la lechuga cuesta 7 mil pesos el kilo y en algunas verdulerías llegó a costar $10.000 mientras que el kilo de asado se puede conseguir en oferta en 5.500 pesos, es decir, es más barato el asado que la lechuga.

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Por qué aumentó la lechuga

Según detalló el presidente de la Unión Frutihortícola Argentina, Omar Carrasco, el incremento del precio de la lechuga está relacionado con los problemas para obtener semillas híbridas y a las condiciones climáticas adversas esto genera la escasez de la verdura y el efecto de mercado:  cuando el producto tiene menos oferta y más demanda sale más caro. "En algunas provincias hubo problemas con el clima por las tormentas y el granizo. Cuando hay tormentas y sale el sol, quema la lechuga. Entonces, todo esto va influyendo en el precio", explicó Carrasco en diálogo con Cadena 3, que remarcó: "Cuando más aumenta el producto, más lo compra el consumidor. Normalmente pasa así. Se busca mucho más".

"No se puede saber a ciencia cierta cuándo bajarán los precios porque tenemos que ver cómo se manejan los mercados. Este mes fue un mes duro de venta, si fuera un mes normal, el precio sería mucho más alto. Tenemos que acostumbrarnos a tener alternativas para no darle el gusto a algunos que especulan con esto. No se puede especular mucho en la que la gente disfruta porque se empieza a perder", cerró Carrasco.

En sintonía, Héctor Pestrín, productor y vendedor del Mercado de la Plata, detalló a El Día la situación que están atravesando en los campos y el impacto en los precios. “Venimos de dos situaciones de lluvia importante en los últimos 20 días, pero la última fue la peor. La situación de reinversión en la actividad está cada vez peor. Económicamente no ha sido rentable en los últimos tres años, porque la actividad se comió toda la inflación”, planteó.

“Si se analizan los números constantes de los últimos tres años prácticamente están parecidos, sacando algún algún altibajo de la banana en su momento o como ha pasado con algún artículo puntual. Se han retirado de producir. Antes teníamos zonas como Mar del Plata, Santa Fe, Mendoza, Rosario y la zona de La Plata, produciendo en conjunto. Ahora las producciones que hacen en las zonas son muy pequeñas como para solventar cada zona lo que se consume. Ante cualquier falla que tengamos por el clima, va a haber faltante importante”, concluyó.

El consumo de carne tocó su mínimo histórico

En sintonía, un informe para El Destape de Cristian Castillo reveló que el consumo per cápita en febrero fue del 51,41 kilos por habitante por año, que significa una caída del 0,45 por ciento respecto al mismo mes del año pasado. Por su parte, la faena fue de 1.044.005, con un retroceso interanual del 0,82 por ciento y la producción fue de 237.641 toneladas de res con hueso que es una merma del 0,61 por ciento.

Por su parte, el consumo de carne en el primer bimestre del año se desplomó al mínimo histórico, hasta cuando llega el informe del sector privado ganadero. Según el documento elaborado por el Mercado Ganadero Rosgan de la Bolsa de Comercio de Rosario, la caída en el consumo per cápita se agudizó aún más en los dos primeros meses de este año. El consumo aparente fue de 44 kilos per cápita contra 48,5 kilos resultantes durante el bimestre anterior, lo que representa un baja de 9,3 por ciento interanual.

La baja en el consumo tuvo lugar pese a que los precios avanzaron por debajo de los niveles generales de inflación. Sin embargo, la caída del poder adquisitivo de los hogares llevó a que la carne se convirtiera en un lujo para pocos y en unos de los alimentos que más sufrió el recorte en el consumo.

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