Disminución de la oferta, suba del costo de los insumos, recuperación de precios y estacionalidad son algunos de los factores que llevaron a la suba de precios récord en la ropa durante los últimos meses, mientras que expertos y fuentes del sector ven probable que los incrementos continúen siendo sustanciales al menos en el corto plazo.
Las quejas se multiplican en las redes sociales: "¿Cómo puede ser que me salgan los mismo tres jeanes o dos pares de zapatillas que un mes de alquiler?". De hecho, unas zapatillas Adidas o Nike no valen en Mercado Libre menos de $12.000 y un pantalón de marca tiene un promedio de $10.000 en locales comerciales. En tiendas de shopping, una camisa de hombre puede costar $18.000 y hay vestidos que ya se venden a $109.000, casi tres salarios mínimos.
Los precios de la calle están respaldados por la estadísticas. El rubro "Prendas de vestir y calzado" fue el segundo del IPC del Indec que más aumentó en lo que va del año con un 29%, seis puntos por encima de la inflación general y solo por detrás de "Educación", fuertemente marcado por la estacionalidad. La disparada de precios comenzó en marzo. Luego de un enero y febrero con subas discretas, en el tercer mes del año el rubro aumentó un 10,9% y en abril fue el de mayor suba de todos, con un 9,9%.
Además, indumentaria y calzado fue el sector de mayor aumento en el registro interanual con un 73,4%, más de 15 puntos porcentuales por sobre el incremento de precios general y únicamente empatado por "Restaurantes y hoteles", una de las áreas que más sufrió la pandemia. Los aumentos de la indumentaria incluso alcanzaron ribetes políticos. “Uno los protege y cuida, pero después eso se vuelve en contra de la gente. Hay un desmadre de los precios entre el que confecciona y el que vende”, dijo Alberto Fernández el último viernes en referencia a los productores del rubro.
¿Por qué subió la ropa?
Más allá del contexto inflacionario a nivel nacional y mundial, hay algunos factores extra que explican las fuertes subas en el sector.
Uno de ellos es el fuerte crecimiento del costo de los insumos, cuyo precio está dolarizado. En ese sentido, medido en dólares, el algodón aumentó un 108% en los últimos dos años, el poliéster un 45%, la viscosa un 58%, el nylon un 41% y el acrílico un 48%, remarca un reciente informe de la Fundación Pro Tejer al que tuvo acceso El Destape. Por eso, la presentación también subrayó que es falso que el aumento de la importación de insumos, que fue récord en 2021, discipline para abajo a los precios locales.
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Damián Di Pace, experto en consumo y director de la consultora Focus Market, explicó a este sitio que otra causa es el achicamiento de la oferta, debido a que indumentaria y calzado "fueron rubros muy afectados por la pandemia, con cierre de locales comerciales y de empresas", especialmente en pymes.
Otra clave es el componente estacional de la suba de precios ya que siempre tiene su pico en la temporada de otoño-invierno, que se lanza en marzo. "Las prendas de abrigo son más complejas, utilizan mayor cantidad y otro tipo de tela que las de verano, lo que eleva su costo", afirmó el informe de Pro Tejer, una de las entidades empresariales referentes del sector.
Hilando fino
Aunque el aumento de precios es real, desde el sector también suman otras dimensiones que, según ellos, permiten matizar el fenómeno. Una es que en verdad las subas recientes buscan recuperar precios. "Se juzga al sector por los aumentos de precios del último año sin tener en cuenta que se acumularon cinco años seguidos de índices de precios inferiores a la inflación promedio", argumentó el informe de Pro Tejer y agregó que eso equivale a "una pérdida promedio de facturación del 8% por cada mes" desde 2016.
En diálogo con El Destape, una fuente del sector explicó además que hay un sesgo estadístico en las mediciones del Indec, debido a que el organismo utiliza una canasta vieja que sigue el modelo de consumo de inicios de los 2000, antes de la explosión de las ferias informales. En ese sentido, remarcó que hoy el consumo de ropa de alta gama representa solo el 20% del mercado, mientras que el 80% de las compras se dan en sitios populares del estilo de La Salada o la calle Avellaneda, donde el aumento de precios es menor.
La misma fuente hizo hincapié, por otro lado, en que lógicamente el rubro presenta aumentos estadísticos más altos que por ejemplo otros sectores como la energía o el transporte, debido a que no está subsidiado.
También se puede desagregar. Alberto Sellaro, titular de la Cámara de Industria del Calzado, dijo a este medio que el calzado de fábrica solo aumentó un 14% entre enero y abril, por debajo de la suba aplicada por los proveedores, y subrayó que "se tiene que tener en cuenta la marcación en la parte comercial".
Temporada de invierno
En este contexto, es esperable que la suba de precios del rubro siga siendo sostenida durante los próximos meses. Di Pace señaló que las claves para desacelerar la inflación del sector son "reconstituir la oferta e intentar que bajen los precios de los insumos", algo que "toma tiempo".
Otro factor es el componente estacional. Sellaro remarcó que "(en calzado) los precios de la temporada de invierno siempre son más caros" ya que fabricar una bota, por ejemplo, rinde por metro cuadrado tres veces menos que una sandalia.
"La indumentaria tiene un componente estacional y ahora estamos entrando en invierno. Además aumenta la tasa de interés y eso a su vez aumenta el costo financiero de programas como Ahora 12, mientras que los alquileres van a seguir subiendo. No tiene por qué no trasladarse a precios", agregó una fuente del rubro, que prefirió hablar en off.
El Destape intentó comunicarse con la Secretaría de Industria para conocer si hay algún plan destinado a desacelerar la inflación del sector más allá del programa Acción Moda, pero no obtuvo respuesta. En cambio, en la Secretaria de Comercio Interior dijeron que están actualmente concentrados en frenar la suba de precios de bienes de consumo masivo como los alimentos.